Un estudio de la Universidad Concordia de Canadá revela que la obesidad acelera el proceso de envejecimiento, aparte de afectar negativamente en el estado físico-emocional de una persona.
Los investigadores canadienses analizaron los resultados de más de 200 estudios para determinar de qué forma la obesidad se relaciona con diferentes procesos en el organismo humano. El principal énfasis se puso en su relación con los trastornos genéticos, el debilitamiento de la inmunidad, la diabetes, la enfermedad de Alzheimer, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
"Este artículo trata de demostrar cómo la obesidad y el envejecimiento son 'dos caras de la misma moneda' al abordar cómo la obesidad predispone a un individuo a padecer condiciones y enfermedades relacionadas a la edad" indican los autores de la investigación.
Además, los científicos aspiraron con este estudio a demostrar cómo los mecanismos que activan la temprana aparición de enfermedades crónicas en la obesidad se parecen al envejecimiento.
Por una parte, el síndrome de obesidad activa la destrucción celular programada —apoptosis— en las células del corazón, del hígado, de los riñones, de las neuronas y de la retina del ojo. Por otra, impide la activación de la llamada autofagia: el proceso por el cual se eliminan los componentes dañados de las células. Estos dos factores aumentan el riesgo de padecer enfermedades como el cáncer, la diabetes y el Alzhéimer.
Los autores del estudio creen que la obesidad debe contemplarse como un factor de envejecimiento prematuro, lo cual permite tener una visión distinta del problema global de este fenómeno relacionado con la actividad física reducida y la alimentación inapropiada.
"Aparentemente, la obesidad es una enfermedad que acelera el envejecimiento. Verla como una enfermedad de envejecimiento puede permitirnos comprenderla mejor y desarrollar tratamientos más efectivos para luchar contra la obesidad", concluye el estudio.
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