El ministro saudí de Energía, Industria y Recursos Minerales, Jalid Falih, dijo que dos estaciones de bombeo de petróleo para el oleoducto Este-Oeste habían sido golpeadas por cuadrocópteros teledirigidos cargados de explosivos. Falih calificó el ataque como "un acto de terrorismo" que tenía como objetivo el suministro mundial de petróleo.
Falih subrayó que la producción y exportación saudí de crudo y productos refinados continúa sin interrupción, pero que el gigante petrolero estatal Aramco había detenido el bombeo de petróleo en el oleoducto mientras se evaluaban los daños y se reparaban las estaciones, según el comunicado de la agencia estatal de noticias SPA.
Las estaciones forman parte del importante oleoducto Este-Oeste, que transporta petróleo desde los yacimientos de la provincia Oriental hasta el puerto de Yanbu, en la costa occidental.
El ataque con drones tuvo lugar dos días después de que los petroleros saudíes fueran saboteados frente a las costas de Emiratos Árabes Unidos.
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La agencia Associated Press informó que los hutíes habían reivindicado la autoría del ataque, que tenía por objetivo enviar un mensaje al reino saudí para que pusiera fin a lo que los propios rebeldes describieron como "agresión".
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