Última actualización: 29 mar 2019 13:48 GMT
El Baikal es el lago de agua dulce más profundo del mundo y uno de los destinos más misteriosos del planeta. Durante los meses fríos el lago se congela totalmente y se convierte en una enorme pista de hielo por la cual uno puede desplazarse incluso en coche. Erick no ha querido perder la oportunidad de conocer una auténtica maravilla de la naturaleza: el cristalino hielo del Baikal. Este ha sido, sin duda, uno de los viajes más extremos de 'La lista de Erick'. ¡No se lo pierdan!
El lago Baikal se encuentra en la región rusa de Siberia y es considerado el cuerpo de agua dulce más profundo del mundo. El comienzo de la primavera en Rusia es el mejor momento para disfrutar de una de las maravillas de la naturaleza: la superficie helada del Baikal.
Los turistas aprovechan esta época del año debido a que la superficie del lago se convierte en una enorme autopista helada, donde incluso existen señales de tránsito y normas de circulación. Los más de 30.000 kilómetros cuadrados de hielo azul son sorprendentes y están atravesados por miles de grietas.
Conducir por el hielo de este lago puede resultar peligroso sin la ayuda de un guía que conozca el lugar, debido a que hay zonas donde cada año se forman enormes grietas. Además, existen tramos donde el gas natural (metano) sale a la superficie y provoca que el agua del fondo, que es más caliente, suba y derrita el hielo.
A pesar de eso, la superficie helada de este cuerpo de agua puede tener hasta un metro y medio de grosor y permite que circule incluso un tractor. "Varios estudios han demostrado que el hielo del Baikal es uno de los más firmes del mundo. Su secreto es que está compuesto puramente por agua y aire (…) En 1903, el invierno fue tan frío que los [buques] rompehielos Baikal y Angará no lograron atravesarlo. Por eso, las locomotoras y los vagones tuvieron que cruzar el lago tirados por caballos", relata el guía Serguéi Artémiev.
El transporte más común en estas 'carreteras' de hielo son los vehículos todoterreno equipados con tracción total y neumáticos con clavos, que permiten sortear mejor los obstáculos y son más resistentes a los fuertes vientos.
Los lugareños consideran que el Baikal es sagrado y no lo ven como un lago, sino como un ser vivo y racional. Asimismo, cerca de las orillas se observa un curioso fenómeno natural: burbujas blancas de metano congeladas en el hielo, formadas durante la descomposición de los hidratos de gas. Sin embargo, los lugareños tienen su propia explicación para este fenómeno: aseguran que son 'espíritus de fuego' que andan por el Baikal.
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