Por: Prensa Web RNV / Aporrea.org | |
28 sept. 2018 - La protesta convocada por un sector de la ultraderecha venezolana radicado en Estados Unidos frente a la sede de Naciones Unidas en Nueva York (Estados Unidos) en contra del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, quien participaría en el 73 periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas fue un rotundo fracaso.
El pequeño grupo de personas que atendieron la convocatoria para pedir la intervención de Venezuela, no cumplió con las expectativas de sus organizadores, uno de estos el prófugo de la justicia venezolana, Antonio Ledezma.
Según versiones de algunos espectadores, muchos de los presentes en la concentración opositora eran de nacionalidad nicaragüense, quienes se encontraban en el lugar como parte de una convocatoria de la comunidad nicaragüense contrarevolucionaria.
La periodista Isbemar Jiménez, durante el programa Vía Alterna, que transmite RNV Informativa, hizo especial mención a la participación de la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, quien en un acto de desesperación tomó un megáfono para disimular el fracaso de la convocatoria.
“Ella asumió la batuta de una concentración sumamente pobre. Hay que estar bien loco para asumir políticamente ese fracaso de convocatoria. Hay que estar bien desesperado para que desde su embestidura agarrar un megáfono y al ver que la convocatoria fue pobre, que no tenían ningún liderazgo, asumir la convocatoria anti Maduro.”
Aseguró que pese a los esfuerzos de la derecha para revertir el impacto de la participación de Nicolás Maduro en la Asamblea General de la ONU, “no pudieron ocultar el sol con un dedo; no pudieron ocultar las largas colas de personalidades y de pueblo que esperaban tomarse una foto o estrecharle la mano al mandatario venezolano; no pudieron ocultar el extraordinario encuentro con la comunidad afrodescendiente; y no pudieron ocultar el éxito de la agenda del Presidente”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario