EMANCIPACION O RENDICIÓN
Por
María Alejandra Díaz.
El
triunfo del 20 de mayo, marca un punto de inflexión en la demolición del modelo
de justicia social, legado del Comandante de conciencias. Ocurrió
una reacción popular de una elevada dignidad fuera de todo cálculo político
electoral. El pueblo se sustrajo al abuso de su cuerpo y espíritu, negándose a
ser canibalizado. Fracasó el intento por quebrar el amor a Chávez. Los
pragmáticos fueron sacudidos por la resistencia a ser manejados como conejillos.
Pese al ataque de la oligarquía comercial, el bloqueo externo y odio colombiano
no pudieron aniquilarlo, reducirlo, calcularlo, modificar su naturaleza rebelde
y telúrica. ¡Somos una anomalía amorosa subversiva!
Veámonos en el espejo de la destrucción programada
de la URSS, bajo la Perestroika y preguntémonos ¿Qué hacer?
A
diferencia del terrorismo de 2017, detenidas por el efecto de las elecciones
para la ANC, en esta ocasión la elección presidencial no logró detener la rueda
demoledora de la Hiperinflación, la especulación programada y el bachaqueo de
toda laya. Este triunfo heroico no es un
cheque en blanco. El pueblo hurgó y extrajo lo único que le quedaba: La
Esperanza y se la entregó a Maduro. No obstante haber hecho lo que hayan hecho,
aciertos y desaciertos, llegó el momento de recuperar el aliento del verdadero
legado de Chávez: Afianzar el Estado Social
y de Justicia, el bienestar, la soberanía nacional, bajo la autoridad de la Constitución, legitimado por valores
humanistas.
La democracia soberana chavista, herramienta de organización y legitimación
del poder en medio de las exigencias de la modernización globalizadora y la
reivindicación de esa identidad nacional diferenciada (Smith M, 2006) ligada
a políticas de desarrollo con inversión pública en educación, seguridad social,
investigación e innovación fundamenta la mejora de la vida de la población.
Restablecer la defensa de los valores
espirituales y morales en la nueva Doctrina
de Seguridad y Defensa de la nación (soberanía, independencia,
potenciación económica-productiva y acervo cultural, Titulo VII CRBV). Aumentar la corresponsabilidad cívico-militar
y el nivel de conciencia social ante los desafíos del Capitalismo contra
la soberanía de los pueblos, preparar ciudadanos para defender la patria,
garantizar el desarrollo sostenible y sustentable, la participación del pueblo
en la protección del poder nacional y arraigo a nuestros valores.
Esta idea: amor a la patria y voluntad de protegerla,
debe convertirse en horizonte, esperanza
y guía, para que como Rusia luego del Glasnost, renazca y se recupere la visión
estratégica legada por Chávez. Se lo debemos a nuestro noble, irreductible, indoblegable
y valiente pueblo.
MARIA ALEJANDRA DIAZ MARIN
Constituyente
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