Publicado:
25 dic 2017 13:58 GMT. Noticias RT.
"abrumador rechazo" a la decisión de
Trump sobre Jerusalén demuestra hasta qué punto se ha desplomado la posición
internacional de EE.UU., opina un analista. Albin Lohr-Jones /
www.globallookpress.com
La
"humillante condena" a EE.UU. en la Asamblea General de la ONU sobre
la decisión de declarar Jerusalén como capital de Israel reveló tanto el
desprecio de Washington por la democracia y el derecho internacional, como su
aislamiento a nivel mundial, escribe en un artículo para RT el analista
internacional Finian Cunningham. Un "desdén descarado" por los
derechos democráticos. El analista recuerda que antes de la votación Washington
había "declarado truculentamente" que "no le importaba el
resultado y que lo ignoraría pasara lo que pasara". Además, la embajadora
de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, advirtió "en tono siniestro" que
EE.UU. "estaba tomando nota de los nombres" y reiteró las amenazas
previas de Donald Trump de cortar la ayuda financiera a aquellas naciones que
votaran en contra de la política estadounidense.
La votación de la ONU
sobre Jerusalén: ¿Qué revela sobre Washington y qué consecuencias tendrá?
Según
Cunningham, estas declaraciones resaltan el "desdén descarado" de
Washington por los derechos democráticos. Lo que EE.UU. "no parece
reconocer" es que el consenso en la ONU "es un reflejo de la
democracia internacional", señala el analista, para agregar que la actitud
oficial estadounidense es: "si no respaldas nuestra posición —no importa
cuán cuestionable sea—, entonces tu opinión no es válida". La enviada
estadounidense también mostró una "lógica retorcida" cuando reprendió
al resto de naciones por "atacar" el "derecho soberano" de
EE.UU. a nominar a Jerusalén como la capital de Israel. En realidad, es EE.UU.
el que "ha atacado el consenso internacional y las resoluciones de la ONU
con respecto al estatus neutral de Jerusalén", denuncia el autor del
artículo. Finalmente, Haley también declaró que la "voluntad del pueblo
estadounidense" estaba siendo atacada por la ONU, un reclamo que no está
respaldado por ninguna encuesta de opinión.
¿Líder del mundo libre?
Por
otro lado, en opinión de Cunningham, el "abrumador rechazo" de la
decisión del presidente Trump de reconocer Jerusalén como la capital de Israel
demuestra hasta qué punto se ha desplomado la posición internacional de EE.UU.
Así, el analista recuerda que incluso los aliados cercanos de EE.UU. en la
OTAN, como Reino Unido, Francia o Alemania, votaron en contra de la posición de
Washington. Arabia Saudita y otros países sunitas del Golfo se alinearon con
sus "archienemigos" Irán y Siria para rechazar la decisión de Estados
Unidos.
Incluso
las naciones que son grandes receptoras de la ayuda de EE.UU. no fueron
intimidadas por las amenazas de castigo financiero: Afganistán, Egipto, Irak,
Pakistán se unieron a países africanos pobres como Etiopía, Kenia y Níger,
entre otros, para repudiar a Washington. Yemen, devastado por la guerra y en
medio de una crisis de hambruna, también emitió un voto en contra. Todo ello
"no solo muestra cuán fuera de línea está Washington", sino también
que un número creciente de Estados "están dispuestos a desafiar
abiertamente las tácticas intimidatorias" de EE.UU., subraya el experto.
"¿Líder del mundo libre? Más bien un malhechor cuyo autoritario ego
megalómano ya no es tolerable para casi todos los demás", añade, en
referencia al país norteamericano.
"Un tirano cuyo
tiempo ha terminado".
Irónicamente,
el presidente Trump había declarado a principios de la semana pasada que
"EE.UU. está nuevamente liderando el mundo" y que "las naciones
y los individuos admiran lo que representa EE.UU.". Según el analista,
estas afirmaciones parecen solo ser ciertas "en la imaginación
febril" de la burocracia estadounidense, mientras que, en realidad, las
"pretensiones virtuosas" de EE.UU. se consideran cada vez más como
"una farsa ridícula, flagrantemente contradicha por su comportamiento
grosero". La Asamblea General de la ONU demostró que EE.UU. "ya no es
un líder mundial", sino más bien un "Estado canalla cuyos delirios de
grandeza son desmentidos por actos sórdidos" de soborno e intimidación,
"un tirano cuyo tiempo ha terminado", concluye Cunningham.
No hay comentarios:
Publicar un comentario