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martes, 2 de mayo de 2017

China espera que "las partes implicadas actúen con moderación" frente a Corea del Norte

25 de abril de 2017
Crédito: Sputniknews




El presidente de China, Xi Jinping, en una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Donald Trump, llamó a actuar con moderación para distender la situación en torno a la península de Corea.

"La parte china se opone decididamente a las acciones que violan las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Al mismo tiempo, esperamos que las partes implicadas actúen con moderación para evitar un deterioro de la situación en la península de Corea", dijo Xi, citado por la televisión china CCTV.
China, añadió el presidente, está dispuesta a cooperar con todos los países, entre ellos EEUU, para contribuir a la paz en Corea.
Xi Jinping y Donald Trump quedaron en mantener estrechos contactos e intercambiar de opiniones sobre asuntos que suscitan preocupación de las dos partes.
Los presidentes de China y EEUU ya abordaron la situación en Corea el pasado 12 de abril, en una conversación telefónica que tuvo lugar por iniciativa del líder estadounidense, apenas unos días después de su primer encuentro con Xi en Mar-a-Lago, Florida.
Mientras, Corea del Norte se está preparando para festejar el 25 de abril el 85º aniversario de la creación de su Ejército Popular, evento que podría conmemorar a juicio de algunos expertos con una sexta prueba nuclear o un nuevo lanzamiento de misiles.
Washington ya expresó la disposición de responder a Pyongyang con todos los medios disponibles y si es necesario instaurar la paz por la fuerza.
Pyongyang, por su parte, amenazó con ataques preventivos contra buques y bases estadounidenses en la región.
Corea del Norte realizó cinco ensayos nucleares desde 2006 y lanzó decenas de misiles balísticos, algunos de los cuales cayeron en el mar dentro de la zona económica exclusiva de Japón.

lunes, 13 de febrero de 2017

Japón: La radiación de Fukushima ha contaminado todo el Océano Pacífico

10 de febrero de 2017
Crédito: Resumen Latinoamericano


El desastre nuclear ha contaminado el océano más grande del mundo en sólo cinco años y aún continúan escapándose 300 toneladas de desechos radiactivos cada día. ¿Cuál fue el desastre nuclear más peligroso de la historia mundial? La mayoría de la gente diría el desastre nuclear de Chernobyl en Ucrania, pero estarían equivocados.


En 2011, un terremoto, que se cree fue una réplica del terremoto de 2010 en Chile, creó un tsunami que causó un colapso en la planta nuclear de TEPCO en Fukushima, Japón. Tres reactores nucleares se derritieron y lo que sucedió después fue la mayor liberación de radiación al agua en la historia del mundo.

Durante los próximos tres meses, los productos químicos radiactivos, algunos en cantidades aún mayores que Chernobyl, se filtraron en el Océano Pacífico. Sin embargo, los números pueden en realidad ser mucho más altos, tal como las estimaciones oficiales japonesas han sido probadas por varios científicos como deficientes en los últimos años. Como si esto no fuera lo suficientemente malo, Fukushima sigue produciendo 300 toneladas de desechos radiactivos en el Océano Pacífico cada día. Continuará haciéndolo indefinidamente ya que la fuente de la fuga no puede ser sellada ya que es inaccesible tanto para humanos como para robots debido a temperaturas extremadamente altas.

No debería sorprender, pues, que Fukushima haya contaminado todo el Océano Pacífico en sólo cinco años. Este podría ser el peor desastre ambiental en la historia de la humanidad y casi es mencionado por los políticos, los científicos convencionales, o por las noticias. Es interesante notar que TEPCO es una filial de General Electric (también conocida como GE), una de las compañías más grandes del mundo, que tiene un control considerable sobre numerosas corporaciones de noticias y políticos. ¿Podría explicar esto la falta de cobertura de noticias que Fukushima ha recibido en los últimos cinco años?

También hay evidencia de que GE sabía sobre el mal estado de los reactores de Fukushima durante décadas y no hizo nada. Esto llevó a 1.400 ciudadanos japoneses a demandar a GE por su papel en el desastre nuclear de Fukushima. Incluso si no podemos ver la radiación en sí, algunas partes de la costa occidental de América del Norte han estado sintiendo los efectos durante años. No mucho después de Fukushima, los peces de Canadá comenzaron a sangrar por sus branquias, bocas y globos oculares.

Esta «enfermedad» ha sido ignorada por el gobierno y ha diezmado poblaciones de peces nativos, incluyendo el arenque del Pacífico Norte. En otros lugares del oeste de Canadá, científicos independientes han detectado un aumento del 300% en el nivel de radiación. Según ellos, la cantidad de radiación en el Océano Pacífico está aumentando cada año. ¿Por qué esto es ignorado por los principales medios de comunicación? Podría tener algo que ver con el hecho de que los gobiernos de Estados Unidos y Canadá han prohibido a sus ciudadanos hablar de Fukushima para que «la gente no se asuste». Más al sur en Oregon, Estados Unidos, estrellas de mar comenzaron a perder piernas y luego se desintegraron completamente cuando la radiación de Fukushima llegó allí en 2013.

Ahora, están muriendo en cantidades extremadamente altas, poniendo en peligro todo el ecosistema oceánico en esa área. Sin embargo, funcionarios del gobierno dicen que Fukushima no es culpable a pesar de que la radiación en el atún de Oregon se triplicó después de Fukushima. En 2014, la radiación en las playas de California aumentó en un 500 por ciento. En respuesta, los funcionarios del gobierno dijeron que la radiación provenía de una misteriosa fuente «desconocida» y no era motivo de preocupación.

Sin embargo, Fukushima está teniendo un impacto más grande que solo la costa del oeste de Norteamérica. Los científicos ahora están diciendo que el Océano Pacífico ya es altamente radioactivo y en la actualidad es por lo menos 5-10 veces más radioactivo que cuando el gobierno de los EE.UU dejó caer numerosas bombas nucleares en el Pacífico durante y después de la Segunda Guerra Mundial.

Corea del Norte lanza misil balístico al mar de Japón

 11 de febrero de 2017
Crédito: TelesurTv


Misil balístico

El misil voló 500 kilómetros antes de caer en el mar del Japón, según informó la agencia Yonhap. | Foto: Reuters


Se trata del primer lanzamiento de un misil por parte de Corea del Norte en lo que va de año.

Corea del Norte lanzó este sábado un nuevo misil balístico en dirección al mar del Este de Japón con un recorrido de 500 kilómetros, informó el Estado Mayor Conjunto de Seúl (JCS).
El misil fue lanzado en dirección al mar del Japón desde Banghyeon, en la provincia norcoreana Pyongan del Norte, y cayó al agua al cubrir unos 500 kilómetros.
El secretario general del Gabinete de Japón, Yoshihide Suga, ha expresado la protesta del Gobierno por el lanzamiento y las "repetidas acciones provocativas" por parte de Corea del Norte, informa Kyodo News. 
A principios de este año, el líder norcoreano Kim Jong-un declaró que el país se encuentra en la última etapa de preparación de un lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental y que el "estudio y desarrollo de los equipamientos de armas de tecnología punta está en progreso activo".

domingo, 20 de marzo de 2016

'Lecciones no aprendidas de la guerra nuclear': 70 años del ataque a Hiroshima y Nagasaki

  05 de agosto de 2015
Crédito: RT

Cáncer, mutaciones genéticas y mortalidad infantil. Estos días, el 6 y 9 de agosto, la humanidad conmemora el único caso de uso bélico de armas nucleares en su historia: el bombardeo de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki por parte de EE.UU. Agresiones de este tipo no tienen fecha de caducidad y hoy, 70 años después, los ataques deben reconocerse como un crimen de lesa humanidad, postulan políticos rusos.


"Fue un acto de vandalismo sin sentido, un crimen de lesa humanidad. Debe ser calificado de este modo, a través de involucrar a todas las instituciones internacionales, la ONU incluida", aseguró el miembro del Comité parlamentario ruso de Defensa, Frants Klintsévich, según recoge 'Rossiyskaya Gazeta'. Puntualizó que los bombardeos no fueron una necesidad bélica y que EE.UU. solo aprovechó la ocasión para intimidar a la URSS.


"Imagínense. Si Hitler, entre otros crímenes, hubiera destruido con armas químicas disponibles en aquella época una serie de ciudades más en Europa, ¿esto no habría formado un punto aparte en los Juicios de Núremberg? Desde luego que sí, pero los bombardeos atómicos de las ciudades japonesas hasta ahora no han sido objeto para el tribunal militar internacional", acentuó, a su vez, el presidente de la Duma Estatal, Serguéi Narýshkin, según recoge el mismo diario.

"De hecho, EE.UU. intenta expulsar la memoria sobre Hiroshima y Nagasaki en la periferia del diálogo en la sociedad y entre los expertos. Sin embargo, sin estas páginas pesadas, la historia de la humanidad será incompleta y falsa", puntualizó Narýshkin.

¿Perdonó Japón a EE.UU.?


Los dos bombardeos mataron instantáneamente al menos a 129.000 personas. Sin embargo, el saldo final de las víctimas mortales no está claro a día de hoy. Se estima que en los primeros 2-4 meses posteriores, los agudos efectos de los ataques —mayormente, quemadurasy el síndrome de irradiación aguda— se cobraron entre 90.000 y 166.000 vidas en Hiroshima y entre 39.000-80.000, en Nagasaki. Las estimaciones de víctimas fatales de diferentes tipos de cáncer en los años posteriores suelen variar entre 565 y 1.900.
Mientras tanto, las autoridades locales dan un número total de bajas algo más alto, casi 450.000 personas: 286.818 en Hiroshima y 162.083 en Nagasaki, según las cifras del 2013. La gran mayoría población civil.





Ambas ciudades eran de carácter industrial, no tenían ningún centro militar administrativo, destacó Yuri Nikíforov, de la Academia rusa de las Ciencias Militares, al diario 'Komsomólskaya Pravda'. Esta fue una de las razones porque prácticamente carecían de sistemas de defensa antiaérea, puntualizó.
Subrayó, además, que los bombardeos no causaron ningún daño real a las fuerzas militares japonesas. Las tropas terrestres no perdieron su capacidad bélica, ya que la mayoría de ellas todavía estaba fuera del país en aquel momento: en China nororiental, Corea y Vietnam, entre otros.

"Desde el principio, EE.UU. quería bombardear ciudades de tipo industrial y barrios residenciales. Querían ver las destrucciones que causaban y cómo quedarían las víctimas. No fue casualidad que en el bombardeo de Hiroshima, estuvieran otros aviones más: uno con científicos a bordo, y el otro, con camarógrafos. Otra motivación fue mostrar al mundo las pretensiones de EE.UU. para la gestión global en el mundo de postguerra, que EE.UU. ahora es el dueño del planeta", opinó Nikíforov.


Para el Japón de hoy, Hiroshima y Nagasaki siguen siendo "una herida sin curar" que el país siempre recuerda, enfatizó exembajador ruso en la nación nipona, Alexánder Panov, en declaraciones a 'Komsomólskaya Pravda'. Sin embargo, en ningún momento Tokio planteó oficialmente la solicitud de que Washington le pidiera perdón, subrayó.
En parte, es porque los japoneses lo ven como un castigo por haber desatado la guerra contra EE.UU., opinó Panov. Además, ven a los estadounidenses como la nación que les garantizó la seguridad durante la Guerra Fría, les enseñaron la democracia y contribuyeron a la creación de su nueva estructura económica, comentó.

"Las lecciones no aprendidas de la guerra nuclear"

"La ilusión de impunidad puede resultar en unas consecuencias extremadamente graves", sostiene Narýshkin. Según él, la política actual de EE.UU. conserva la misma idea de "una impecabilidad propia", tal y como lo muestran sus campañas en la exYugoslavia, Irak, Libia, Siria y ahora también en Ucrania. En su opinión, el refuerzo del potencial agresivo de los países de la OTAN combinado con la tergiversación de la historia de la II Guerra Mundial es una tendencia extremadamente peligrosa.

A pesar de que los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki y numerosas pruebas nucleares posteriores mostraron qué efectos devastadores pueden generar las armas atómicas, la "doctrina insana" de la Destrucción Mutua Asegurada ha pasado por toda la Guerra Fría, basándose en las garantías de la aniquilación de un adversario en un primer ataque, destacó el médico y activista antibélico, Robert F. Dodge, en su columna para el portalConsortiumnews.com, 'Las lecciones no aprendidas de la guerra nuclear'.

"La doctrina (…) ha proporcionado una falsa sensación de seguridad para la mayoría de los civiles que esperan que sus gobiernos sean lo suficientemente sabios para no atacar a otra potencia nuclear. La fe imprudente en esta doctrina ha sido el principal impulsor de la carrera armamentista", puntualizó Dodge.

La carrera nuclear a lo largo de la Guerra Fría, principalmente entre la URSS y EE.UU., llevó a que a inicios de los años 1970 las armas atómicas fueran almacenadas a tal punto que, sin contar los medios 'convencionales' de eliminación, a cada ser humano en la Tierra le corresponderían 15 toneladas de trinitrotolueno, según estimaciones aproximadas.

Según la cifra del Instituto Estocolmo de Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés), para inicios del 2015, con todos los acuerdos de No Proliferación Nuclear vigentes en el siglo XXI, en el mundo hay un total aproximado de 15.850 armas atómicas repartidas entre nueve Estados: EE.UU., Rusia, Reino Unido, Francia, China, la India, Pakistán, Israel (aunque este no lo admite oficialmente) y Corea del Norte. 4.300 de estas armas están desplegadas en las fuerzas operacionales y aproximadamente unas 1.800 se mantienen en estado de alta alerta operacional.

Incluso un limitado conflicto nuclear regional, por ejemplo entre la India y Pakistán, con el uso de solo 100 bombas del tamaño de la de Hiroshima, habría matado a unas 20 millones de personas de inmediato y los efectos secundarios, entre enfermedades, cambio climático y la respectiva hambruna, se cobrarán la vida de al menos 2.000 millones de personas alrededor del planeta, acentuó Dodge. Este escenario es válido en caso del uso de menos de un 0,5% de los arsenales globales de armas atómicas, subraya el columnista.

martes, 22 de diciembre de 2015

FUKUSHIMA ACRECIENTA LA LEY DE MURPHY

18 de diciembre 2015
Crédito: Robert Hunziker
Rebelion
Traducido al español por Sinfo Fernández 


La ley de Murphy ha encontrado un hogar permanente en Fukushima: “Si algo puede salir mal, saldrá mal”.
Por ejemplo, el cesio radioactivo presente en los túneles de Fukushima se disparó de repente hace poco en más de 4.000 veces las medidas similares de hace un año. Este espeluznante/inmenso incremento en los niveles de radiación alcanzó los 482.000 becquerelios por litro. TEPCO está tratando de investigar el motivo de ese enorme y anómalo aumento (“Radiation Spikes in Fukushima Undergrounds Ducts”, NHK World, 9 diciembre 2015). En el transcurso de un año, un aumento de 4.000 veces sea donde sea no es, ni augura, nada bueno.
No sólo eso sino que la barrera construida en la planta de energía nuclear de Fukushima, para impedir que con un poco de suerte el agua contaminada no se filtre al océano, está escorándose y ha llegado a tener una grieta de aproximadamente 483 metros de longitud a lo largo de su base. El muro tiene 805 metros de largo y 29,8 metros bajo tierra.
En efecto, una barrera oceánica: “Los niveles más altos de radiación desde el accidente nuclear de Fukushima, Japón, en 2011, están apareciendo en el océano frente a la costa oeste de América del Norte, informaron los científicos de la Woods Hole Oceanographic Institution” (“Higher Levels of Fukushima Radiation Detected Off West Coast”, Statesman Journal, 3 diciembre 2015). Afortunadamente, hasta ahora, los niveles detectados se mantienen todavía por debajo de los límites de seguridad establecidos por el gobierno de EEUU.
Mientras tanto, TEPCO lucha con uno de los desastres más desconcertantes de todos los tiempos con una cifra media de más de 7.000 trabajadores diarios. Las dificultades para conseguir trabajadores en el lugar son inimaginables. Se ha llegado a contratar por las calles a personas sin techo para que hagan los trabajos de descontaminación más peligrosos.
Las Olimpiadas de 2020 en Tokio
Más vale que la situación mejore cuanto antes porque las Olimpiadas están previstas para 2020, lo que me trae a la mente el peligroso corión perdido, el derretido núcleo caliente chisporroteante de la planta 2, pero afortunadamente, crucemos los dedos, no ha ido a parar al suelo esparciendo los letales isótopos de forma irregular y extendiéndose por todas partes. Sin embargo, nadie sabe dónde se encuentra este Desaparecido Corio-Wally del Mundo Nuclear.
Mientras tanto, Greenpeace/Japón acusa a la Agencia Internacional de la Energía Atómica de rebajar los riesgos que para la salud supone el desastre de Fukushima de 2011 y denuncia que está actuando de común acuerdo con el primer ministro japonés en un intento por “normalizar” el desastre (“Greenpeace Japan: IAEA Downplays Dangers of Fukushima Disaster”, Sputnik News, 9 febrero 2015). ¡De prisa, de prisa, las Olimpiadas se acercan!
Un enfoque astuto del problema de la excesiva radiación consiste en aumentar los “límites permisibles”: “El nivel anual permisible de exposición a la radiación ha sido peligrosamente aumentado en Japón tras el accidente del 11 de marzo. Para quienes habitan en las áreas afectadas, se ha incrementado de 1 milisievert (mSv) a 20 mSv. El gobierno aumentó el límite anual de exposición a la radiación de los trabajadores nucleares de 100 mSv a 250 mSv en ‘situaciones de emergencia’”, según declaraciones de Mitsuhei Murata, director ejecutivo de la Japan Society for Global System and Ethics y exembajador japonés en Suiza (“Nuclear Diaster and Global Ethics”, UN World Conference on Disaster Risk Reduction, 16 marzo 2015).
Cuando se aumentó el “nivel permisible” de radiación, la Asociación Médica de Japón afirmó: “No está nada clara la base científica utilizada para decidir ese aumento de 1 mSv a 20 mSv”.
Además, según Physicians for Social Responsability, no hay un nivel seguro de radiación. Y a propósito de la situación de Fukushima: “En el caso de los niños, es inadmisible que se incremente el nivel permitido a 20 milisieverts (mSv). Los 20 mSv exponen a un adulto entre 500 al riesgo de padecer cáncer ; en el caso de los niños, esta dosis les expone a un riesgo de padecer cáncer de 1 entre 200. Y si están expuestos a esta dosis durante dos años, el riesgo es de 1 entre 100. En modo alguno este nivel de exposición puede considerarse ‘seguro’ para los niños”.
Estudios recientes confirman que la “exposición a bajos niveles de radiación puede provocar cáncer”, en concreto: “No importa que las personas estén expuestas a dosis bajas prolongadas o a altas y agudas, la asociación observada entre la dosis y el riesgo serio de padecer cáncer es similar por unidad de dosis de radiación” (Fuente: British Medical Journal: “Low Doses of Ionizing Radiation Increase Risk of Death from Solid Cancers”, Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, OMS, 21 octubre 2015).
En agudo contraste con la posición de Japón, los círculos oficiales de Chernobyl tienen una opinión diferente sobre la “exposición anual de radiación permisible”, en concreto: “El límite radioactivo que prohibía que la gente viviera en la zona de 30 kilómetros alrededor de la zona de exclusión de la planta nuclear de Chernobl se fijó en 5 mSv/año cinco años después del accidente nuclear. Más de 100.000 personas fueron evacuadas de esa zona y nunca volverán” (Greenpeace/Japón). ¡Jamás de los jamases!
Las consecuencias de los desastres nucleares no desaparecen fácilmente. Por ejemplo, Chernobyl está ya enfrentándose a una nueva crisis. La durabilidad del deteriorado sarcófago original, que está pudriéndose, expira en los próximos doce meses. Sin embargo, el nuevo sarcófago que lo reemplazará, la cúpula metálica más grande del mundo, no se podrá acabar a tiempo porque andan escasos de fondos (615 millones de euros).
Además de los conflictos internos de Ucrania con ciudadanos prorrusos, el país tiene graves dificultades financieras. Todo esto equivale a poner más “palos en la rueda” contra la proliferación de reactores nucleares (Por cierto, China tiene sobre la mesa 400 reactores en proyecto). ¿Quién está seguro de que un reactor deteriorado no termine en manos de un país con apuros económicos? ¿Qué pasará entonces?
Ucrania cuenta, de momento, con quince reactores nucleares que siguen en pie entre el silbar de las balas y los cohetes de gran alcance. Es posible, de forma lamentable, que Ucrania se haya convertido en el polvorín de un holocausto nuclear en medio del fuego de cañón, del estrépito de los tanques y de los misiles tierra-aire. Ahí está, por ejemplo, el caso del vuelo 17 de Malaysia Airlines derribado por un misil, al parecer por accidente, el 17 de julio de 2014, en el que murieron las 298 personas que iban a bordo.
Mientras tanto, volviendo a Japón, el aumento del nivel anual de exposición permisible ante la radiación no ha escapado a la atención internacional. Según el Dr. Ian Fairlie, ex director del Secretariado del Comité CERRIE sobre Riesgos Internos de Radiación del gobierno del Reino Unido: “El gobierno japonés ha llegado demasiado lejos, hasta el punto de aumentar el límite de radiación para los ciudadanos japoneses de 1 MSv a 20 mSv al año, mientras sus científicos se esfuerzan para convencer a la Comisión Internacional para la Protección Radiológica (ICRP, por sus siglas en inglés) de que acepte este enorme incremento”.
Pero, esperen un momento; el Comité Olímpico Internacional (COI) ha designado ya a Tokio para las Olimpiadas de 2020. ¿Es posible que el COI esté poniendo el carro delante de los bueyes, muy, muy por delante?
En cuanto al recién establecido límite más alto aceptable japonés para la radiación: “Eso no sólo no tiene rigor científico, también es inadmisible”, (Dr. Fairlie, “Unspoken Death Toll of Fukushima: Nuclear Disaster Killing Japanese Slowly”, Sputnik International, 8 agosto 2015). Después de todo, a partir de una base fáctica, los términos “sin rigor científico e inadmisible” son acusaciones fuertes.
Sin embargo, el COI ha aprobado ya Tokio 2020 y gentes de todo el mundo estarán haciendo planes para asistir. Con todo, si el COI está de acuerdo con las caprichosas condiciones respecto a la radiación de Japón, entonces, ¿debería estar también todo el mundo de acuerdo? Bien…
Todo ello me trae a la mente lo siguiente: Si un canario en el pozo de la mina avisa del sucio vientre que se esconde en la planta de energía nuclear, es decir, adhiriéndonos a la ley de Murphy, que las cosas que pueden ir mal, irán mal, entonces, ¿qué ocurre con las potenciales consecuencias de las grandes plantas nucleares en zonas de guerra? ¿Cómo se aplicaría la ley de Murphy en una zona de guerra? La respuesta más cómoda es: Ni se te ocurra pensarlo siquiera.
Aun así, los 430 reactores nucleares que hay en el mundo son “tremendos blancos perfectos”. Según el exembajador Murata, los reactores nucleares son “el problema más grave de seguridad del mundo”.
Así pues, Fukushima puede ser algo más que el niño del poster sobre la fragilidad de la energía nuclear frente a las fuerzas extremas de la naturaleza; es también el niño suplente del poster al que acechan los peligros del terrorismo y de las zonas de guerra cuando “todo lo que puede salir mal, saldrá mal”, por ejemplo, un avión derribado sobre Ucrania.
Los reactores nucleares son tan peligrosos como las armas nucleares (Murata)
Se han lanzado cohetes hacia las instalaciones nucleares en Israel. “Hamas reivindicó su responsabilidad de los cohetes, afirmando que había intentado alcanzar el reactor nuclear. Militantes de las Brigadas Qasam de Hamas dijeron que habían lanzado cohetes de largo alcance M-75 en dirección a Dimona” (The Jerusalem Post, 9 julio 2014).
Como he mencionado anteriormente, Ucrania alberga quince reactores nucleares en medio de una zona de guerra. ¿Qué pasaría si un misil, de forma accidental o deliberada, impacta sobre un reactor nuclear? ¿Aporta Fukushima alguna pista sobre las consecuencias de un desastre así?
Suponiendo que Fukushima sea realmente un indicador de lo notablemente bien que los desastres nucleares se ajustan a la ley de Murphy, probablemente implique que “las cartas están ya echadas”.
P.S.: “El futuro de los Juegos Olímpicos está en riesgo. Como creo en el espíritu de los Juegos Olímpicos y en el Movimiento Olímpico estoy abogando por una retirada honorable a fin de que Japón dedique los máximos esfuerzos en controlar la crisis de Fukushima”, Mitsuhei Murata, exembajador del Japón en Suiza y director ejecutivo de Japan Society for Global System and Ethics, Tokio, 28 octubre 2015.