martes, 28 de junio de 2022

Matar a inocentes por medallas: el crudo testimonio del exmilitar Jaime Coral deja al descubierto la brutalidad de los 'falsos positivos' en Colombia.

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Tras declararse culpable en al menos 18 procesos judiciales, el exintegrante del Ejército constató cómo operaba esa sangrienta política.
Matar a inocentes por medallas: el crudo testimonio del exmilitar Jaime Coral deja al descubierto la brutalidad de los 'falsos positivos' en Colombia

Horas antes de que la Comisión de la Verdad de Colombia revelara su informe final, el testimonio del exmilitar Jaime Coral constató la cartografía del horror detrás de los 'falsos positivos', el eufemismo con el que tacha la matanza de inocentes por parte del Ejército.

Entrevistado por Caracol Radio, Coral contó cómo los altos mandos militares presionaban para que los subordinados presentaran "resultados". La razón de esa insistencia era que mientras más mostraran supuestas "bajas en combate", mayor era la recompensa que recibían: permisos, medallas, reconocimientos o dinero.

El exmilitar, que ha admitido su responsabilidad en el asesinato de al menos 54 personas, precisó que los soldados reclutaban a personas inocentes, bajo engaño, para luego matarlas y simular que habían muerto en un combate.

"Los batallones se llenaban de cantidad de personas que conseguían, incluso llegaban al descaro de conseguir a gente de la calle, uniformarla y matarla", admitió Coral, quien ha pedido perdón a las familias de sus víctimas después de haber sido condecorado con la medalla de orden público por 11 operaciones, de las cuales ocho eran montajes. 

El caso más doloroso

El nombre del exmilitar está asociado a uno de los casos más emblemáticos de la política de 'falsos positivos' durante el conflicto armado: el asesinato de dos jóvenes que fueron presentados como miembros de una organización criminal, en noviembre de 2006.

Después de que simularan esas muertes, un soldado fue a buscar a más personas para matarlas y reclutó justamente a los padres de esos jóvenes, que desesperadamente intentaban localizar sus hijos. Ese día, miembros del Ejército colombianos asesinaron a cuatro personas de una sola familia.

"Tocaba primero pegarles el tiro en la cabeza y luego sí colocarles el armamento, o si traían una camiseta que fuera similar a miembros de las Farc o de algún grupo armado, entonces se les pegaba en el pecho", precisó Coral.

Las confesiones del exmilitar solo le han acarreado consecuencias legales, ya que según denunció Coral, en los últimos años ha recibido amenazas por parte de altos mandos para que no revele nombres y asuma toda la culpa.

"Por mí no hay problema, yo puedo morir así, pero por mis hijos y mi familia tienen un futuro y no tienen la culpa de lo que yo haya hecho", sostuvo. 

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