Estados Unidos vivió un día angustioso el 12 de abril. En la estación de Brooklyn del metro de Nueva York, se produjo un tiroteo en el que una mujer embarazada de 28 años, un niño de 12 años y otros 20 pasajeros inocentes recibieron disparos, en una escena repleta de pánico y gritos.
Casi de manera simultánea, el Departamento de Estado de los EE. UU. publicó el llamado "Informes de países sobre prácticas de derechos humanos de 2021", que, como siempre, enumeró la situación de los derechos humanos en cerca de 200 países del mundo. Como es habitual, únicamente se menciona brevemente la situación de los derechos humanos en el propio Estados Unidos.
Poniendo a un lado el dolor de los tiroteos sufrido por el pueblo estadounidense, y preocupándose por los derechos humanos de las personas en otros países, Estados Unidos cínicamente demuestra su concepción de los derechos humanos y la verdadera hegemonía.
Bajo el pretexto de la protección y mejora de los derechos humanos, Estados Unidos elabora año tras año los llamados informes sobre derechos humanos en otros países, una maniobra para interferir en los asuntos internos de otros países, creando pequeños círculos y manteniendo la hegemonía. A los ojos de los políticos de Washington, los derechos humanos son una herramienta política y estratégica.
Ya en la década de 1970, Estados Unidos propuso formalmente la llamada "diplomacia de derechos humanos", que esencialmente supone interferir en los asuntos internos de otros países con el pretexto de cuestiones de derechos humanos. Durante la Guerra Fría, los derechos humanos no solo son la base de la política exterior de Estados Unidos, sino que también han sido utilizados como casus belli.
En la estación de Brooklyn del metro de Nueva York, se produjo un tiroteo en el que una mujer embarazada de 28 años, un niño de 12 años y otros 20 pasajeros inocentes recibieron disparos.
En los últimos años, desde las guerras en Irak, Afganistán y Siria hasta las "revoluciones de color" en Europa del Este y los Balcanes, y con el pretexto de los derechos humanos, el arsenal de Estados Unidos ha sido desplegado en cualquier esquina del globo, causando una gran cantidad de desastres humanitarios. Según un estudio realizado el año pasado por el Instituto Watson de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Brown, la llamada "guerra antiterrorista" de Estados Unidos en los últimos 20 años se ha cobrado más de 929.000 vidas. El escritor británico Tom Foddy señala que Estados Unidos utiliza selectivamente los "derechos humanos" como armas y mancha la reputación de sus oponentes para glorificar el comportamiento destructivo y trágico de su propia guerra.
La hipocresía estadounidense en el uso de los derechos humanos como herramienta política ha provocado indignación mundial. El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, dijo que Estados Unidos está utilizando los derechos humanos como una herramienta para manipular e intimidar a los países que no obedecen los intereses de Washington. El diario "The Times of India" publicó recientemente que, en vista de la sucesión de problemas internos en Estados Unidos, su doble estándar al juzgar la situación de los derechos humanos de otros países supone una "postura repugnante".
En la década de 1980, el exasesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos Zbigniew Brzezinski afirmó en un libro que "al centrarse en la promoción de los derechos humanos, Estados Unidos puede volver a convertirse en el mensajero de la esperanza humana y una referencia para el futuro". Estas intenciones se han convertido en todo lo contrario. Estados Unidos, con el pretexto de la promoción de los derechos humanos, sabotea la esperanza de la humanidad, pone trabas al futuro y se convierte en una amenaza real para la comunidad internacional.
2022-04-14 08:41 GM
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