Nuevo foco de tensión en Europa: Ucrania y Hungría enfrentados por el gas
hace 5 horas (actualizado: hace 5 horas)
© Sputnik / Ilya Pitalev
/ MOSCÚ
(Sputnik) — Tras la crisis diplomática que Ucrania y Hungría
protagonizaron en 2018, y que derivó en la expulsión recíproca de
cónsules, ahora los dos países europeos chocan por el gas.
Todo ocurre después de que Hungría suscribiera un contrato con Gazprom, el gigante ruso del gas, para recibir 4.500 millones de metros cúbicos anuales del combustible durante 15 años.
Con
los precios del combustible literalmente por las nubes y con los
depósitos europeos semillenos, a pocas semanas de que empiece el
invierno, con este acuerdo Hungría se garantiza desde el 1 de octubre el
suministro seguro del hidrocarburo, esquivando una eventual crisis
energética que azotaría Europa.
El grito de Ucrania
La
maniobra irritó a Ucrania y es que el país magiar diversificó las vías
para abastecerse de gas. Si antes recibía el combustible ruso por
Ucrania y Austria, desde el próximo mes el gas llegará por Serbia, que
está conectada a la tubería Turk Stream,
el gasoducto que lleva el hidrocarburo de Rusia a Turquía por el fondo
del mar Negro, evitando el tránsito por la inestable Ucrania.
Ucrania
reaccionó ácidamente a la firma del contrato, arremetiendo contra el
Gobierno húngaro que lidera el primer ministro Viktor Orban, a quien
acusó de complacer al Kremlin. El país magiar respondió a través de su
ministro de Exteriores y Comercio, Péter Szijjártó, calificando esas
declaraciones ucranianas de injerencia en sus asuntos internos.
"Para Hungría el tema de la energía es un asunto económico y de
seguridad nacional y no una cuestión política (...) No se puede calentar
los hogares con declaraciones políticas, con gas sí", zanjó.
Este 28 de septiembre, el Gobierno de Orban citó a la embajadora ucraniana
Liubov Nepop para entregarle una nota de protesta por el intento de
Kiev de "violar la soberanía húngara". Los ucranianos respondieron
convocando al jefe de la misión diplomática magiar, Istvan Ijgyarto,
para hacerle llegar su posición.
Andréi
Zolotarev, director del centro de análisis ucraniano Tercer Sector,
advirtió que las relaciones con Hungría podrían deteriorarse.
"La
situación repercutirá en los lazos entre ambas naciones (...) Kiev
podría tener problemas en lo referente a la integración europea y la
OTAN. No descarto represalias de Hungría teniendo en cuenta la línea
dura que el liderazgo de ese país trata de mostrar en relación con
Ucrania", señaló.
Apagando el incendio
Ante
la posición dura de los húngaros, el Gobierno del presidente ucraniano,
Volodímir Zelenski, reculó, pidiendo a Budapest que no se deje llevar
por las emociones. "No negamos el derecho de Hungría a cerrar contratos
con Gazprom, pero podrían haber suscrito un acuerdo no menos ventajoso
que implique el tránsito por Ucrania", dijo el ministro de Exteriores
ucraniano, Dmitri Kuleva, citado por la agencia Unian.
En
tono conciliador el canciller llamó a Budapest a la calma. "Los
húngaros con mucha frecuencia dicen cosas de Ucrania que no nos gustan,
pero no reaccionamos con tanto ímpetu", añadió.
10 de septiembre, 15:32 GMT
Desde el Parlamento ucraniano atribuyeron la disputa con Hungría a la incapacidad del equipo del presidente Zelenski.
"El
grave conflicto con Hungría es señal de la completa falta de
profesionalismo del equipo de Zelenski. El gas puede llegar a Hungría
eludiendo a Ucrania por el gasoducto Turk Stream, que ya está
construido. El Gobierno ucraniano debería reclamarle a su gran amigo
Erdogan. No tenemos ningún derecho de indicarle a Hungría con quien
firmar los contratos", indicó el diputado opositor Oleg Voloshin en su
cuenta de Facebook.
Lección aprendida
El
1 de enero de 2006, en pleno invierno, Ucrania dejó sin gas ruso a
Europa en una pugna con Gazprom poniendo en vilo al continente. Al
parecer Hungría aprendió la lección y zanjó el nuevo contrato
diversificando las rutas del suministro.
La
compañía rusa también ha impulsado otras vías de abastecimiento a sus
clientes europeos buscando disminuir la dependencia de Ucrania. En 2011
terminó la construcción del gasoducto Nord Stream que conecta a Rusia y
Alemania por el fondo del mar Báltico y comenzó a enviar gas por esta
infraestructura.
En
enero de 2020 empezó a operar la tubería Turk Stream que une a Rusia y
Turquía por el mar Negro. La tubería abastece a los países del sur y el
sureste de Europa.
A principios de este mes concluyó la construcción del gasoducto Nord Stream 2
que prácticamente repite el trazado del Nord Stream. El inicio de las
operaciones está pendiente ahora de las autorizaciones de Alemania y de
los burócratas de la Comisión Europea.
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