Foro de Davos: ¿anuncia la muerte del liberalismo?
El Foro Económico Mundial, más conocido como Foro de Davos, conmemoró su 50º aniversario de una forma lapidaria. La instancia, que históricamente sirvió de plataforma de lanzamiento del liberalismo, ahora funge como tarima para los augures más apocalípticos de un sistema que ha dominado el mundo con mano dura, durante los últimos 40 años.
Las protestas pagan: el que no llora, no mama
Aumentar el gasto social ante tanta protesta a nivel global. Es lo que pide ahora, después de todas sus recetas históricamente fallidas para países donde aparentemente convenía que así fuera, el Fondo Monetario Internacional. Una institución que ha sido azotada por las críticas por su patrocinio de una mal entendida austeridad y el recorte del gasto público que llevó a muchas familias a la ruina, y en muchos casos a suicidios.
Así, en un contexto en que el horno no está para bollos en muchos países que arden al calor de las protestas por una economía que les condena, la economista jefe del FMI, Gita Gopinath, exteriorizó lo que se puede entender como un revisionismo institucional. "Es importante reconocer que el gasto social está bien orientado, que los más vulnerables deben estar protegidos y que los Gobiernos deben asegurarse de que el crecimiento y la recuperación son compartidos por todos", manifestó.
"La realidad es que el Foro de Davos curiosamente se está volviendo más interesante", dice al respecto el presidente de la Consultora Ekai Center, Adrián Zelaia.
"Ha sido un foro representativo de la concepción globalista de la economía y de la evolución del desarrollo, pero precisamente la crisis del modelo neoliberal en los últimos años, está haciendo que surjan opiniones distintas, e incluso discrepancias dentro del mismo foro que hasta hace muy poco eran impensables, y esto les da un interés que no han tenido nunca a los debates que surgen en este foro", observa el experto.
Amor en los Alpes
© AP PHOTO / THOMAS PETER
Los mimos también tuvieron su reservado en este spa alpino de millonarios. Experimentado como pocos en estas lides, el presidente de EEUU, Donald Trump, muy dado al palo [látigo] y la zanahoria, mientras exteriorizaba su orgullo por haber firmado la fase uno del acuerdo con China, y prometiendo un segundo gancho a la mayor brevedad, afirmaba que la mayoría de los aranceles contra el gigante asiático se mantendrán.
Eso no interrumpió el final feliz: "Nuestra actual relación con China, probablemente, nunca ha sido mejor. […] Mi relación con el presidente Xi es extraordinaria: él [Xi Jinping] trabaja por China, yo, por EEUU, pero, aparte de eso, nos queremos".
"El hecho de que se haya cerrado esa primera fase del acuerdo, nos está revelando que dentro de esa agresividad [de Trump], se está llegando a acuerdos. En definitiva, estamos en estos momentos en una situación esperanzadora desde el punto de vista de que efectivamente el resultado final puede ser bueno para las distintas partes en juego", señala Zelaia.
Un poco de amor francés
Asimismo, Trump volvió a amenazar, ahora desde las mismas entrañas de Davos, con imponer aranceles a la importación de coches de la Unión Europea si no lograban alcanzar un acuerdo comercial mutuamente beneficioso. "Esperamos que podamos llegar a un acuerdo con Europa y, si no hacemos un trato, ciertamente las consideraremos [las tarifas]".
© REUTERS / ERIN SCOTT
¿Y qué pasó? Que más de un país comunitario se metió sus amenazas y medidas en los bolsillos, y uno de ellos fue su enconado adversario, Francia, del cual se pudo constatar que tiene la marcha atrás intacta: con tal de evitar este choque de trenes, ofreció posponer el cobro de la 'Tasa Google', también conocida como GAFA [Google, Apple, Facebook, Amazon] para el presente 2020.
Para Adrián Zelaia, "la propia Europa tiene que rediseñar su modelo de crecimiento, esto coincide con la crisis del modelo neoliberal, y entonces seguramente todo esto está siendo un incentivo para que Europa rediseñe un modelo de desarrollo de una forma más equilibrada y más basada también en un consumo interno más equilibrado con su propia capacidad de producción, y que a la vez incentive un desarrollo tecnológico en el que Europa se está quedando crecientemente atrasada".
No hay comentarios:
Publicar un comentario