"La clave está en lo que la gente aún puede recordar un mes o un año después y lo que se ha cumplido". Hablando de la segunda cumbre Estados Unidos-África convocada recientemente por Estados Unidos, Aubrey Hruby, académica del Centro Africano del Atlantic Council de Estados Unidos, hizo tal evaluación.
Esta es la primera vez en ocho años que Estados Unidos organiza la cumbre Estados Unidos-África, y en esta ocasión hubo importantes progresos. El presidente de EE. UU., Joe Biden, el secretario de Estado, Antony Blinken, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, estuvieron presentes en el evento, junto con líderes de 49 países africanos y la Unión Africana que volaron a Washington. Una declaración de la Casa Blanca indicó que durante la cumbre Estados Unidos-África de este año se hizo énfasis en el compromiso de Estados Unidos de profundizar las relaciones con África. Además, anunció que la administración Biden planea invertir al menos 55 mil millones de dólares estadounidenses en África durante los próximos tres años.
Sin embargo, la reunión de tres días terminó en controversia. Un internauta en las redes sociales señaló: "¿Invertir 55 mil millones de dólares estadounidenses? ¿Ha olvidado Estados Unidos que primero debe pagar su gran deuda?" "Históricamente, Estados Unidos ha considerado a África como su patio trasero y practica la discriminación racial". Alikana Chihombori-Queo, exrepresentante de la Unión Africana en Estados Unidos, cree que la cumbre Estados Unidos-África es un fracaso a menos que los estadounidenses traten a los africanos por igual.
África es un continente dinámico con una población en rápido crecimiento y abundantes recursos naturales. Se está transformando de una economía tradicional a una economía basada en el conocimiento y necesita urgentemente una inversión masiva para liberar su potencial de desarrollo. Como el país más desarrollado del mundo, es bueno que Estados Unidos ayude a África a desarrollarse, pero como señalan muchos analistas, la razón por la que Estados Unidos pone su mirada en África no es por conciencia, sino principalmente por consideraciones geopolíticas.
El primer día de la cumbre, el secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, habló de la influencia económica de China en África que aumenta "cada día", al tiempo que el Consejo de Relaciones Exteriores de EE. UU. señaló que Estados Unidos ha sido criticado por su falta de compromiso con África, mientras que China está profundizando los lazos con África. Además, Jason Musyoka, director ejecutivo de la organización sudafricana "Pioneer Group", cree que durante el conflicto Rusia-Ucrania, la mayoría de los países africanos se negaron a unirse a Occidente para condenar y sancionar a Rusia, lo que hizo que Estados Unidos dirigiera su atención hacia África.
Al mismo tiempo, suele haber una gran brecha entre lo que dice Estados Unidos sobre su ayuda a África y lo que realmente hace. En agosto de este año, cuando el Secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, pronunció en Sudáfrica un discurso sobre la estrategia de EE. UU. para África, afirmó que el propósito de celebrar la cumbre EE. UU.-África era enfatizar el compromiso de EE. UU. con el continente africano. La gente se pregunta entonces: ¿puede Estados Unidos cumplir primero sus promesas anteriores con África? Tomemos como ejemplo el proyecto "Power Africa" . En junio de 2013, el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció este plan durante su visita a Sudáfrica, afirmando que "los lugares actualmente sin luz en África se iluminarán con luces eléctricas". No obstante, a fines de 2020, se había generado menos de una cuarta parte de la electricidad prometida.
Lo que África más necesita en este momento es la ayuda sincera de las principales potencias mundiales. Según Bloomberg, Estados Unidos recibe a líderes de países africanos con el objetivo de cambiar la imagen de Estados Unidos. Y si ese fuera el caso, Estados Unidos debe respetar realmente a África, hacer cosas más prácticas por África, dejar que el pueblo africano sienta su sinceridad y usar acciones para ganarse la confianza de África.
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