Un informe denuncia que mineros ilegales ofrecen comida a cambio de sexo con mujeres y menores yanomamis en Brasil
El aumento de la explotación minera ilegal en Tierra Indígena Yanamomi genera un "escenario de terror" entre las comunidades que viven en la zona, que denuncian que los mineros exigen sexo con mujeres y niñas a cambio de comida.
Estas es una de las conclusiones a las que se llega en el informe 'Yanomami bajo ataque: Minería ilegal en la Tierra Indígena Yanomami y propuestas para combatirla', publicado este lunes por la Asociación Hutukara Yanomami, que recopila testimonios de indígenas e investigadores.
La Tierra Indígena Yanamomi es la mayor reserva del país, con más de 10 millones de hectáreas distribuidas entre los estados Amazonas y Roraima. Se calcula que unos 29.000 indígenas viven en la zona, en aproximadamente 350 comunidades. Según el informe, hay 273 comunidades afectadas por la minería, lo que impacta a más de 16.000 personas.
Los 'garimpeiros (mineros)' –se calcula que unos 20.000 en todo ese territorio– agravan la deforestación, la contaminación de los ríos por el uso del mercurio, la violencia contra las comunidades y propagan enfermedades como la malaria o el covid-19.
Se aprovechan así de la escasez de la caza y pesca como consecuencia de la destrucción del medio ambiente y de la debilidad de los indígenas por las enfermedades que ellos mismos transmiten.
Sexo a cambio de comida
De acuerdo al informe, un indígena comentó que cuando los yanomamis se resignaron a que los mineros extrajeran el oro de sus tierras, exigieron comida a cambio. No obstante, los 'garimpeiros' respondieron: "¡No pidas comida gratis! Es evidente que no me has traído a tu hija. Solo después de acostarme con tu hija, te daré comida".
Y continuó: "Si me traes a tu hija, voy a hacer que te llegue una gran cantidad de comida. ¡Te alimentarás!", contó el indígena.
El informe subraya que los garimpeiros engañan a los indígenas ofreciéndoles alcohol. Uno de los vecinos relató a la asociación que un minero ofreció drogas y bebidas a la comunidad y que, cuando todos estaban borrachos, violó a una de las niñas.
"Para la mayoría de las mujeres indígenas, los garimpeiros representan una terrible amenaza", reza el informe, que añade que los mineros "son violentos y provocan un clima de terror y angustia en las comunidades".
La propagación de enfermedades sexuales transmisibles es otro de los temas que recoge la investigación. "Después de que los mineros de oro estropearan las vaginas de las mujeres, las enfermaron", comenta un entrevistado, que asegura que "en 2020 fallecieron tres niñas, que rondaban los 13 años".
El estudio destaca que la extracción ilegal de oro provocó una "explosión de casos" de malaria y otras enfermedades infecciosas, "con graves consecuencias para la salud y la economía de las familias".
Según los datos de la Asociación Hutukara Yanomami, desde 2019 hasta la fecha "murieron cuatro niños por desnutrición, un adolescente por malaria y siete personas por agresiones".
El informe revela que la minería avanzó en ese territorio en 2021 un 46 % en comparación a 2020. De 2016 a 2020, extracción minera en esta región aumentó un 3.350 %.
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