Subversión urbana internacional o cómo usar el descontento social para reconfigurar el mundo
© REUTERS / Tyrone Siu
Octubre fue especialmente fecundo en agitaciones sociales. De Hong Kong a Chile atestiguamos conflictos que están muy lejos de terminar. Sin embargo, el mes que recién comienza no augura nada mejor.
En Bolivia, lo que comenzó meses atrás con protestas callejeras, arropadas bajo el manto de la 'lucha cívica', terminó mutando en un clásico golpe de Estado apoyado por Estados Unidos. Una realidad muy lejana a, por ejemplo, el levantamiento del movimiento indígena en Ecuador.
Sebastián Tepedino, especialista en Inteligencia Estratégica, en un diálogo para Sputnik, enfatiza que "la situación de los recientes estallidos sociales globales posee varios bemoles, no todos responden a un mismo patrón de comportamiento, si bien presentan similitudes, como por ejemplo las metodologías de combate molecular (barricadas, golpes de mano, desdoblamiento de las fuerzas del orden), sin configurar por ello la guerra civil molecular", señala.
Para Tepedino, si se analizan los estallidos bajo el lente de un analista de inteligencia, tendríamos que verlos como situaciones repletas de "riesgos, amenazas y nichos de oportunidad" dónde muchas veces las partes involucradas son ignorantes de que están siendo instrumentalizadas por un agente externo al país y a las propias causas que los manifestantes dicen defender.
Tepedino enfatiza que en el caso de Bolivia no descarta "que exista un servicio de inteligencia que opera para obtener algún tipo de rédito. Probablemente el mismo que lanzó a la palestra el movimiento Nación Camba sabiendo que Bolivia es un mosaico cultural donde tienes una parte indígena y una parte cobriza que son bolivianos, que se identifican más como europeos".
Intensificar las diferencias culturales sigue dando resultados para aquellos que buscan las fracturas sociales en Latinoamérica. Las imágenes de la policía y manifestantes quemando la Whipala, o bandera de los pueblos originarios, es un signo evidente de cómo se hace ingeniería de los conflictos sin hacer uso de medios militares.
Tepedino lo resume de la siguiente forma: "La guerra cada vez más se torna menos militar y más psicosocial, no necesitas regimientos de tanques, necesitas medios de comunicación", apunta.
La alerta a Venezuela y el concepto de 'subversión urbana internacional'
La oposición venezolana no ha tardado en querer apropiarse del golpe de Estado en Bolivia para darle nuevos bríos a sus seguidores. Convocan para el 16 de noviembre una masiva protesta en Caracas, con el fin de golpear al Gobierno de Nicolás Maduro.
A pesar de que se encuentran fragmentados y disminuidos, nunca se debe subestimar el poder de las agencias de inteligencia estadounidense y su objetivo declarado de borrar el chavismo y todo movimiento progresista de Latinoamérica. Para Tepedino, existen marcos conceptuales para evaluar la situación y conviene adentrarnos en ellas.
— ¿Qué es la subversión urbana internacional?
— Es una interesante pregunta, la expresión 'subversión urbana internacional' es una descripción plasmada por el coronel de Infantería español Pedro Baños en su libro Así se domina el mundo, y creo que es la que mejor se aproxima a lo que ocurre en la actualidad, puesto que existen conflictos que nacen de frustraciones, apatía y derrotismo, políticas estrábicas y pueden ser hábilmente explotadas psicosocialmente por agencias de inteligencia. No descarto que en las crisis de Venezuela, Ecuador, Chile, Cataluña haya servicios de inteligencia actuando a su guisa.
— Enzensberger plantea en su estudio de Guerra civil molecular, que los estallidos sociales son productos de un malestar interno en la sociedad…
En Venezuela hay una combinación de acciones moleculares, metodologías de kale borroka (lucha callejera) y una clara injerencia extranjera, pero no puede esgrimirse que se trate de guerra civil molecular, que es espontánea, que aprovecha la debilidad del estado, y está motorizada por prácticas nihilistas. Aquí hay una intencionalidad manifiesta. En Chile y Ecuador las protestas florecieron por una serie de políticas no muy atinadas que encendieron la chispa, resta dilucidar si existe alguna maniobra de inteligencia que intenta aprovechar esto para sacar ganancia de pescador en río revuelto, lo podemos inferir pero no lo podemos probar.
— En torno a la agenda mediática, hay un tratamiento muy distinto en la cobertura de las revueltas sociales en Chile o Cataluña, por ejemplo, y en Hong Kong por otro. En los primeros casos hay una estigmatización y señalamiento de los involucrados en las protestas, pero en el segundo caso, se les da un tratamiento muy distinto. ¿Como estudioso de los asuntos relacionados a seguridad y defensa, dónde ponemos los límites cuando ocurren hechos de violencia callejera?
— El manejo de la crisis por parte de Piñera no fue óptimo, primero salió a decir "estamos en guerra" y luego acotó "que se enfrentaban a un adversario poderoso. Hizo al revés de lo que exige un análisis de inteligencia, es decir, concluyó primero, no pasó por todo el espinel del proceso de refinamiento de información que es la que después se eleva al decisor a modo de conclusión. Algunos medios también señalaron la presencia de elementos cubanos y venezolanos infiltrados en Cataluña.
El tratamiento que se le dio es más complejo porque se trata de un asunto más grave, puesto que está en juego la integridad territorial de España, integridad que le compete resguardar inexcusablemente a las FFAA españolas. Indudablemente, los medios de comunicación desempeñan un papel fundamental en este asunto, en el tratamiento de la información, los medios pueden jalonar un camino y también pueden desandarlo.
— Hay una lista inmensa de denuncias de violación de derechos humanos en cuanto a la acción de la policía y el ejército chileno, ecuatoriano y boliviano. ¿Qué tipo de enfoque es el más adecuado en cuanto al abordaje policial y militar de este tipo de eventos sociales?
— Las agencias noticiosas arrojaron imágenes que recorrieron todo el mundo de carabineros chilenos hurtando y saqueando un local de equipos electrónicos, una imagen realmente lamentable con el debido respeto que me merecen las fuerzas de seguridad chilenas. Desconozco si tenían un protocolo armado para control de disturbios, pero toda situación de conmoción interior requiere una planificación, para ello existe el combate en localidades, que no necesariamente implica fuerza mortal, se pueden usar medios no letales. A la luz de los acontecimientos se vio la escasa preparación de FFSS y FFAA chilenas en esta crisis, esto llevó a que después aparecieran los relatos y denuncias de abusos.
— Los gobiernos de Chile y Ecuador han dicho que las protestas son producto de una conspiración internacional. ¿Qué opina usted de esto?
En tal sentido quiero destacar que el mundo actual funciona de diversas maneras, menos de forma clara, el mundo de hoy no se rige ni por tratados, ni por acuerdos entre caballeros, ni por el derecho internacional, ni por buenas intenciones, el mundo se rige por PODER, y este es el mandoble de hierro que dirime todas las cuestiones globales.
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