MOSCÚ (Sputnik) — El sistema antimisiles de EEUU no brinda una protección absoluta y Rusia tiene los recursos para superarlo, declaró el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú.
"Ningún sistema antimisiles puede garantizar una protección al 100%, los medios para burlarlo pueden ser desarrollados en plazo breve y Rusia ha cumplido esa tarea", dijo Shoigú en la Conferencia Internacional de Seguridad de Moscú.
El ministro denunció el "carácter desestabilizador" del sistema antimisiles de EEUU.
"El carácter desestabilizador del sistema antimisiles [estadounidenses] es indiscutible", enfatizó.
Shoigú afirmó además que Estados Unidos confirma la "orientación antirrusa" de su sistema antimisiles.
"Después de que EEUU abandonara el tratado sobre misiles antibalísticos [Tratado ABM] se hizo evidente que ese armamento va dirigido contra el potencial disuasivo de Rusia y China… Aunque se niegue, pero en sus documentos conceptuales EEUU confirma oficialmente la orientación antirrusa de su sistema antimisiles", dijo el titular de Defensa ruso.
El presidente de EEUU, Donald Trump, presentó en enero pasado la estrategia renovada del desarrollo del sistema antimisiles estadounidense.
En el documento se destaca que EEUU necesita hacer frente a los avanzados misiles de crucero y supersónicos desarrollados por Rusia y China y capaces de desplazarse a grandes velocidades por trayectorias impredecibles.
© SPUTNIK / ILDUS GILYAZUTDINOV
A su vez, el jefe adjunto de la Dirección de Operaciones del Estado Mayor ruso, Víctor Poznijir, declaró que acoger los componentes del escudo antimisiles de EEUU entraña amenazas para los países que lo hacen, pues se convierten en blancos prioritarios y además corren el riesgo de una contaminación radioactiva.
El alto militar ruso advirtió que "la elevada amenaza para los Estados que acogen o acogerán los medios de defensa antimisiles de EEUU constituye un factor negativo para la seguridad regional, ya que estos países deben tener en cuenta que los equipos informáticos y de combate de los sistemas antimisiles son blancos prioritarios".
Por otro lado, el uso de los sistemas de defensa antimisiles está relacionado también con una posible contaminación radioactiva del territorio, "incluso en los países ajenos a los planes de defensa antimisiles del Pentágono", constató Poznijir al intervenir en la Conferencia de Seguridad Internacional de Moscú.
El alto militar denunció que emplazando sus equipos antimisiles cerca de las fronteras rusas, "EEUU está creando un potencial de ataque para poder lanzar un golpe nuclear repentino contra Rusia" mientras que el escudo antimisiles global estadounidense en su conjunto busca, entre otros objetivos, neutralizar las capacidades nucleares estratégicas de Rusia y China.
En este contexto, advirtió que EEUU podría usar el futuro componente espacial de su escudo antimisiles —cuya creación Poznijir calificó de "especialmente preocupante"—para "lanzar ataques preventivos contra las instalaciones de Rusia y China" y de "cualquier otro país" y, además, derribar los misiles balísticos en las fases iniciales del vuelo.
"Esencialmente, lo que se busca es resucitar el concepto de la 'guerra de las galaxias' de los años 1980", dijo el alto funcionario del Estado Mayor ruso al referirse a la iniciativa de defensa, ya disuelta, del expresidente de EEUU Ronald Reagan (1981-1989).
En cuanto al componente naval del escudo antimisiles de EEUU, Poznijir declaró que los navíos que se acercan regularmente a las fronteras rusas en los mares del Báltico y Negro, y que están en servicio en los mares de Japón y de la China Meridional, son capaces de portar cada uno entre 30 y 80 misiles de crucero.
Denunció, además, que el despliegue del escudo antimisiles de EEUU no solo "destruye la estabilidad estratégica" sino también provoca "la ulterior desestabilización de la situación en distintas regiones del mundo".
Además, el desarrollo por EEUU de las ojivas nucleares de baja potencia, alertó el militar ruso, provoca la carrera armamentista pues "también otros países van a aspirar a poseer semejante armamento".
La VIII Conferencia de Seguridad Internacional de Moscú se desarrolla en la capital rusa entre el 23 y 25 de abril y cuenta con la presencia de más de un millar de participantes de 111 países.
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