Germán
Saltrón Negretti.
Este
término se refiere a violencia psicológica o “violencia simbólica” ejercida por
ellos, fueron los sociólogos franceses Bourdie y Passeron lo que lo utilizaron desde 1970 para designar la imposición de conducta en el proceso de educación,
pero el comunicólogo alemán Harry Pross lo utilizó en el proceso de
socialización y la comunicación, en particular en los medios de masas. Este
gran humanista de Alemania definió la violencia simbólica como el poder para
imponer la validez de significados y símbolos de una manera tan efectiva que la
gente se identifique con esos significados. Es la lucha épica entre el bien y
el mal la civilización o la barbarie, el orden y el caos.
Validez
no es lo mismo que efecto, pero hay que preguntarse por los efectos directos e
indirectos. Los débiles admiran a los fuertes. Y los débiles son generalmente
los jóvenes, los desempleados, o los condenados a la monotonía del trabajo y
los adultos mayores, estos son la inmensa mayoría de la población que busca en
los medios de comunicación compensación por sus carencias cognitivas y su
déficit emocionales. De ahí la necesidad de analizar la violencia que se ejerce
sobre las personas atraves de los símbolos sociales y de los medios de
comunicación. Esto es lo que constituye la violencia psicológica.
Toda
información es selectiva, la cámara reproduce siempre la subjetividad del
productor y su formación como profesional. Según cánones implantados hay que
firmar “imágenes telegénicas” presentar los sucesos extraordinario no lo
ordinario. Lo ordinario es la paz, lo extraordinario es el escándalo y el
conflicto violento. Noticia no es que el perro muerda al niño sino que el niño
muerda al perro, se invierte la relación. Pareciera como si en el mundo
constase únicamente de actos violentos y accionismo, impone la validez mundial
de la violencia. Los videojuegos de guerras hacen que nuestros niños sean más
agresivos y dependientes. Pierden su capacidad para experimentar la compasión,
la solidaridad y su aptitud para la paz.
El
American Way of life han creado programas de videojuegos que no transmiten
valores constructivos sino no-valores diametralmente opuestos a los aprendidos
en casa y en la escuela. Incompatible con el humanismo y la civilización hasta
con el quinto mandamiento religioso que indica no matarás. La violencia
difundida por los medios de comunicación contribuye enormemente a crear un
clima de violencia en la sociedad.
Basta
observar el lenguaje violento de la mayoría de los niños que nos hace enrojecer
a los mayores. Se debe hacer un llamado a los políticos para que no cedan al
lobby de los juegos y de los poderosos intereses económicos que hay detrás de
ellos. Se deben prohibir las películas violentas en la televisión y los videojuegos de guerra. Recomiendo la lectura
del libro La violencia mediática de Vicente Romano comunicólogo, catedrático
español de la Universidad Complutense de
Madrid.
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