Compilador Germán Saltrón Negretti
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimo que el crecimiento de la economía mundial en 2014 sería del 3,7% del Producto Interno Bruto (PIB), una cifra que el organismo financiero redujo tres veces en los últimos meses. El Banco Mundial pronosticó en enero pasado que el PIB tendría un repunte positivo, con un aumento del 3,2 %, pero también debió rebajar esas previsiones ante el comportamiento negativo de los principales indicadores. Las continuas revisiones de los pronósticos reflejaron la preocupación existente en el año 2014. Otros peligros previsto por el FMI, fueron el estancamiento y el poco avance en las naciones desarrolladas, así como una disminución en el progreso potencial de los países emergentes, los cuales volverán a ser los de mayor incremento, con 4,4 % del PIB. Según Christine Lagarde, criticada por la aplicación de políticas que no miden consecuencias financieras y sociales.
A la economía global le es difícil superar la crisis del 2008. Estamos estancados en escaso crecimiento y en la creación de empleos. Para superarla, necesitamos nuevas políticas, expresó Lagarde, cuyas estrategias anticrisis parecen no dar resultados. En este escenario económico marcado por la interdependencia entre las diferentes regiones del planeta, continua como señal de alarma el panorama de los países de la zona euro, donde las recesiones y las amenazas de deflación llevaron augurar un crecimiento de solo 0,8 %. La Eurozona necesitará otro año para alcanzar un modesto nivel de crecimiento, pues será solo en 2016 cuando la expansión llegará al 1,7 % del PIB, cifra prevista inicialmente para 2015.
La principal potencia de Europa, Alemania, cuyo progreso este año será de 1,3 % y el próximo se ubicará solo en un 1,1 %, lejos del 2 % anticipado en la pasada primavera. La deuda de Europa ha crecido y se ubica en niveles muy elevados como Grecia (174,9 % del PIB), Italia (132,6 %); Portugal, (129 %) y Bélgica (101,5 %). Otro hecho preocupante en 2014 fue que Japón entró en recesión, pues el PIB del territorio asiático se contrajo 1,6 % anual en el tercer trimestre del año, un resultado peor que el avance de 2,2 %. Estados Unidos 2014 ha sido un periodo de optimismo, pues según datos oficiales el PIB creció un 5 % durante el tercer trimestre, el ritmo más veloz de los últimos 11 años, que apunta a un cierre de año con expansión considerable.
Sin embargo, para Paul Craig Roberts ex subsecretario del Tesoro, sostuvo que los datos sobre el progreso de su país son un ejemplo de estadística mágica que no tiene en cuenta una serie de problemas. De acuerdo con Craig Robert, la expansión registrada, no obedece al aumento de ingresos de los consumidores, o al incremento del crédito al consumo, o de la subida de las ventas minoristas o de un superávit comercial. El crecimiento tuvo su origen en una encuesta de gastos de los consumidores en servicios, realizada por la Oficina de Análisis Económico. Ese ente encontró que era el gasto en Obamacare lo que había impulsado el crecimiento del PIB real. Además, las ventas de viviendas cayeron en noviembre al mínimo semestral, y la situación del empleo, es peor que lo declarado, porque un 15% de la población es incapaz de encontrar trabajo a tiempo completo.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) dijo que 2014, ha registrado un menor avance a raíz de la lenta recuperación de la economía mundial y la desaceleración de las inversiones. El área crecerá solo un 1,1 % al término de 2014, cifra menor al 2,2 % planificado, por lo que los países latinoamericanos y caribeños enfrentan el desafío de aumentar las tasas de inversión pública y privada. En tanto, la Organización de Naciones Unidas pronosticó que la economía del orbe prosperará un 3,1 % el 2015 y un 3,3 % en 2016, aunque varios peligros e incertidumbres pudieran afectar esas proyecciones.
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