Miércoles, 04/12/2013
Bernardo Kliksberg
Argentino, padre de la Gerencia Social. Autoridad mundial en temas de pobreza, con cinco títulos universitarios, autor de 55 libros y centenares de trabajos.
El hambre mata y reduce la esperanza de vida a diario. El mundo produce
suficientes alimentos para que nadie la sufra. Pero, las cifras recientes de la
FAO (Organización de las NU para la Alimentación y la Agricultura) informe
2012, publicado en 2013, son inquietantes. El hambre y desnutrición matan más
personas diariamente que el sida, la malaria y la tuberculosis juntas, 842
millones de personas están subnutridas, uno de cada ocho. El 45% de los 6.9
millones de niños que murieron en el 2011 pereció por causas ligadas a la
desnutrición.
Los menores de cinco años, tienen el 25% retrasos del crecimiento por
desnutrición. Hay 2.000 millones de personas que necesitan vitaminas y
minerales esenciales. Los micronutrientes son decisivos. La deficiencia de la
vitamina A en los niños impide el normal funcionamiento de la vista y la
producción de células rojas. Es la causa principal de la ceguera. El 31% tienen
déficit de ella. La falta de hierro en los niños causa anemia, y ello impacta
el desarrollo cognitivo, afectando al 47,9% de ellos. La deficiencia de yodo en
los niños daña sus funciones mentales y la padecen 30,3% de ellos.
Nuestro planeta tierra tiene actualmente 7.000
millones de personas, y se calcula que para el año 2050 llegará a los 9.000
millones. Para el 2012 existen 1.200 millones de personas en el mundo que viven
en la pobreza extrema, y no tienen recursos para comprar los alimentos
indispensables, y los 3.000 millones de personas en pobreza relativa tienen serias
dificultades para hacerlo. Además los precios se han hecho más volátiles, por
la especulación. En la revista alemana Der Spieguel, “escribe: “En la bolsa de
Chicago (ámbito principal de negociación de los precios de los alimentos) se
decide cada día la vida o la muerte de los hambrientos del planeta”.
La FAO estima que “si la comunidad internacional invirtiera 1.200
millones de dólares al año durante 5 años en la reducción de las carencias de
micronutrientes se mejoraría la salud y se reducirían las muertes infantiles”.
El retorno de esa inversión sería 13 a 1. Para la guerra se gasta en armas 80
veces esa suma. Hay países que han mostrado que es posible combatir la
desnutrición. El Brasil de Lula la bajó en un 40%entre el 2001 y el 2012 con su
programa Hambre Cero, hoy referencia mundial. Lula afirmó al iniciar su
presidencia “Vamos a crear las condiciones para que todos puedan comer
decentemente tres veces al día, sin donaciones. El Brasil ya no puede continuar
conviviendo con tanta desigualdad”.
José Graziano fundador del exitoso Hambre Cero, hoy está al frente de la
FAO con una gestión innovadora y avanzada, subraya que tener alimentación es un
“derecho humano básico” y que “el mundo tiene el conocimiento y los medios para
eliminar todas las formas de inseguridad alimentaria”. Se terminaron todas las
excusas para justificar el hambre. Publicado en el diario El Universal, el
25/11/2013. Compilador Germán Saltrón Negretti. El hambre mundial de la mitad
de la población que habita el planeta tierra la violación más grave de los
derechos humanos.
Germán Saltrón Negretti
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