hace 2 horas (actualizado: hace 2 horas)
La
intromisión del HMS Defender en las aguas territoriales de Rusia, cerca
de las costas de la península de Crimea, constituye una grave violación
de su soberanía y ya existen pruebas de que fue una provocación
deliberada. Sputnik investigó los pormenores de este incidente para
conocer la agenda de los británicos.
La
violación de la frontera marítima rusa por parte de una nave militar
británica dejó muchas preguntas sin responder. ¿Cuál era la motivación
de la Marina Real del Reino Unido? ¿Qué buscaban cerca de Crimea? ¿Fue una muestra de su poderío?
Resulta
que la respuesta no es tan simple. Es probable que los británicos
estuvieran tratando de poner a prueba las capacidades de las fuerzas
navales de Rusia, su determinación para defender su territorio y responder a las provocaciones de una fuerza naval extranjera.
Al
mismo tiempo, es improbable que el buque inglés estuviera realizando
maniobras de reconocimiento porque el HMS Defender es un destructor de
defensa aérea.
Los
británicos insisten en que cruzaron las aguas territoriales ucranianas.
Es importante recordar que el Reino Unido no reconoce la soberanía rusa
sobre la península de Crimea. En ese sentido, considera que solo
necesita la autorización de Kiev para navegar en dichas aguas.
Sin embargo, Londres entiende perfectamente que Rusia no tolerará la violación de sus fronteras, incluidas las que se establecieron tras los eventos de 2014. Ergo, la incursión del buque británico fue deliberada.
Desde
que la península de Crimea se unió a la Federación Rusa no se habían
registrado incidentes de tal envergadura cerca de sus costas. Esto
quiere decir que los países occidentales ponen a prueba diferentes
tácticas para cuestionar la soberanía rusa sobre la península. Y la
decisión final sobre la incursión fue tomada por el mismísimo primer ministro británico, Boris Johnson, y fue transferida al destructor dos días antes del incidente, según informó el medio británico The Telegraph.
La
reacción rusa fue firme, pero moderada. Rusia dio de entender que no
tolerará estas incursiones y que está dispuesta a usar las armas contra
quienes traten de poner a prueba su resolución.
Además, el incidente con el buque británico cerca de Crimea nos hace pensar en una situación imaginaria, pero muy parecida: ¿qué haría el Reino Unido si Rusia hubiera mandado uno de sus buques a las islas Malvinas con el permiso de Argentina?
Seguramente las autoridades británicas no estarían contentas. Se trata de un escenario muy improbable, pero aun así permite ver esta situación desde otro ángulo.
Sin
embargo, hay una diferencia importante en estos dos escenarios: la
soberanía rusa sobre Crimea es legítima, mientras que la soberanía del
Reino Unido sobre las islas Malvinas es cuestionable.
Coincidencias raras
Otro
hecho que confirma la hipótesis de que los marineros británicos
realizaron una incursión deliberada es la presencia de un periodista de
la BBC, Jonathan Beale, en la nave que violó la frontera marítima de
Rusia.
Los británicos querían hacer ver a Rusia por dónde iba el navío. Tenían como objetivo recordar al país que el Reino Unido no reconoce la soberanía rusa sobre esas aguas.
Además, en el video uno de los marineros reconoce que era de esperar
que las acciones del HMS Defender provocarían la reacción de los
guardacostas rusos.
El secretario británico de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, acusó a Rusia de hacer una "descripción inexacta" del incidente.
"No
hubo disparos en dirección hacia el Defender, el buque de la Marina
Real británica realizaba una travesía por las aguas territoriales
ucranianas y lo hacía de conformidad con el derecho internacional. La
descripción rusa (de lo sucedido) es inexacta, tal como era previsto",
dijo Raab a la prensa en Singapur.
Precisamente,
fue Raab quien se opuso a la incursión y expresó su desacuerdo con el
secretario de Estado para la Defensa, Ben Wallace. El diplomático temía que Rusia usaría este incidente a su favor.
Aun así, el primer ministro Johnson decidió dar luz verde a la
operación en las aguas rusas. Y ahora Raab no tiene otra opción sino
defender la posición oficial de Londres.
Es
curioso también que el mismo capitán del destructor, Vincent Owen,
contó otra versión de los acontecimientos y declaró que, efectivamente,
un barco de la Defensa Costera rusa sí realizó disparos de advertencia
durante el incidente. Esto contradice las palabras de Raab.
Asimismo, en el vídeo de BBC
se puede constatar que tras escuchar los disparos los marineros se
pusieron el equipamiento especial: pasamontañas y guantes blancos que
protegen del fuego. En otras palabras, estaban preparados para que los rusos respondieran con fuego.
Y
los militares rusos sí advirtieron a los británicos de esta posibilidad
si no cambiaban su curso. Al fin y al cabo, después de varios minutos
el destructor tuvo que retirarse de las aguas rusas.
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Dominic Raab
© AP Photo / Matt Dunham
Conclusiones
El
Reino Unido no planea cambiar su postura sobre Crimea y es posible que
incidentes como este se repitan en el futuro. Al mismo tiempo, Rusia ha
dejado claro que no tolerará más incursiones de naves militares
extranjeras en sus aguas territoriales.
Quienes violen las fronteras rusas tendrán que pagar un precio,
así que deberían evaluar cuidadosamente sus decisiones. Si lo piensan
bien, llegarán a la conclusión de que este enfoque no es el más
adecuado. Durante el incidente algunos marineros británicos se quedaron
atónitos por las acciones firmes de los guardacostas rusos.
Rusia
ha dejado claro que habla en serio cuando asegura que protegerá sus
fronteras a toda costa. Este incidente debería servir como una lección
para la Marina Real británica y las fuerzas de la OTAN.
El embajador ruso en el Reino Unido, Andréi Kelin, dijo al canal de televisión británico Channel 4 que el destructor Defender irrumpió en las aguas jurisdiccionales de Rusia,
cerca de Crimea, en una clara violación de los acuerdos
internacionales. Además, destacó que los británicos no hicieron caso a
las primeras advertencias rusas. Tal y como muestra el video de la BBC.
Kelin
precisó que el buque británico se adentró tres kilómetros en las aguas
jurisdiccionales de Rusia y no respondió a las advertencias que se le
hicieron cada 10 minutos. El diplomático calificó las acciones de la
tripulación como una infracción de las cláusulas del acuerdo sobre la
prevención de incidentes en el mar de 1986, que obliga a las
tripulaciones a responder a las advertencias de ese tipo.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, por su parte, tachó de "provocación deliberada y preparada" las acciones del destructor británico en el mar Negro.
El
Ministerio de Defensa ruso denunció que el destructor británico HMS
Defender se adentró tres kilómetros en las aguas jurisdiccionales de
Rusia cerca de Crimea. Un caza Su-24 ruso tuvo que hacer disparos de
advertencia con munición real para expulsar al buque intruso.
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