lunes, 26 de abril de 2021

Es probable que las vacunas no desaparezcan por completo el covid-19, aunque sí podrían convertirlo en una enfermedad endémica, y eso es una buena noticia

Por Dr. Elmer Huerta. CREDITO CNN.

(CNN Español) – El covid-19 podría convertirse en una enfermedad endémica gracias a las vacunas. Es decir, puede que no desaparezca del todo, pero sí sería controlable.

Esas son las conclusiones de un estudio de la Universidad de Oxford. En este episodio, el doctor Elmer Huerta analiza las conclusiones y nos refresca conceptos básicos sobre enfermedades infecciosas.

Puedes escuchar este episodio en Spotify o tu plataforma de podcast predilecta o leer la transcripción a continuación.


Hola, soy el dr. Elmer Huerta y esta es su dosis diaria de información sobre el nuevo coronavirus. Información que esperamos que sea de utilidad para cuidar de su salud y la de su familia.

Hoy veremos los resultados de la Encuesta de Infección Covid-19 de la Universidad de Oxford del Reino Unido, que nos da un atisbo de lo que podría ser el futuro de la pandemia, es decir, que -gracias a la vacunación- el covid-19 se convierta en una enfermedad endémica.

Brotes, epidemias y pandemias: conceptos básicos

Recordemos primero algunos conceptos básicos sobre la distribución de enfermedades en la comunidad.

Se denomina brote a la aparición de casos de una enfermedad en un número mayor al que normalmente se espera que ocurra. Por ejemplo, si cada mes ocurren 100 casos de varicela infantil en una región, y, de un momento a otro, se producen 160 casos, estamos hablando de un exceso de 60 casos sobre el número esperado. Eso es un brote y corresponde a las autoridades de salud investigar su origen.

Por su parte, epidemia es el proceso por el cual una enfermedad infecciosa supera el estado de brote y empieza a diseminarse en la comunidad, abarcando un número mayor de casos en áreas geográficas más amplias.

Obviamente, una epidemia es ya un grave asunto de salud pública. En un sentido más amplio, una enfermedad epidémica no tiene por qué ser necesariamente contagiosa.

Por ejemplo, el rápido aumento de las tasas de obesidad y de consumo de cigarrillos también se consideran epidemias.

Pandemia, por otro lado, significa -como lo estamos viviendo con covid-19- que la enfermedad infecciosa se ha diseminado al mundo entero, descubriéndose casos en cada país.

¿Qué son las enfermedades infecciosas?

En ese contexto, se denomina endemia a la enfermedad infecciosa que no logra desaparecer y, que como se dice popularmente, “esta dando vueltas por allí, regresando cada cierto tiempo”, haciendo que su extensión y frecuencia sean impredecibles.

Algunos ejemplos de enfermedades endémicas son el dengue, la varicela, la malaria y la enfermedad de Chagas en América Latina.

Dicho eso, podemos entender lo que declaró a CNN Sarah Walker, investigadora jefa y lideresa académica de la Encuesta de Infección covid-19 de la Universidad de Oxford, sobre que, debido a que las vacunas no eran 100% efectivas, no reducirían las infecciones a cero, pero podrían hacer que covid-19 se convierta en una enfermedad endémica.

El estudio, en prepublicación, consistió en analizar poco más de 1,6 millones de pruebas moleculares PCR de una muestra representativa de la población del Reino Unido, compuesta por 373.402 participantes de 16 años o más entre el 1 de diciembre de 2020 y el 3 de abril de 2021.

Las vacunas contra el covid-19, un factor clave en la investigación

Los datos que los investigadores recolectaron de los participantes incluyeron:

  • El número de pruebas moleculares positivas para saber cuántas infecciones ocurrieron después de la vacunación;
  • El número de personas que informaron sentir algún síntoma para saber cuántos casos sintomáticos de la enfermedad se produjeron después de la vacunación;
  • La carga viral en las pruebas para dar una idea de la cantidad de virus y la capacidad de contagio que tenían las personas infectadas,
  • Y, por último, hacer un análisis genómico de los virus aislados para conocer el efecto protector de la vacuna sobre las variantes del nuevo coronavirus.

Los resultados indicaron que 21 días después de haber recibido la primera dosis de la vacuna, y comparados con los individuos no vacunados que nunca habían tenido la enfermedad, la probabilidad de que una persona se infecte con el SARS-CoV-2 se redujo en un 65%, y en un  70% después de recibir la segunda dosis.

Pero los mayores impactos de la vacunación fueron que -después de recibir las dos dosis- se redujo en 90% la posibilidad de que la persona desarrolle una enfermedad con síntomas y que la carga viral de los infectados fue mucho menor, por lo que eran menos contagiosos.

También se vio que la variante B.117, descubierta en el Reino Unido, fue sensible a las vacunas estudiadas. 

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