lunes, 30 de noviembre de 2020

 

 LA LIBERTAD DE LA BLASFEMIA

·        El Presidente Francés  Emmanuel Macrón, en forma insensata, está llevado la polémica inter religiosa a punto muy peligroso, el enfrentamiento entre civilizaciones.

Jesús Sotillo Bolívar. Profesor de la UCV

Como todo tema que aborde tópicos espirituales, es delicado, porque en materia  religiosa existen grandes susceptibilidades y las personas que tienen fe en sistemas religiosos, sentimiento que es muy respetable, pueden sentirse ofendidas cuando sus ritos, mitos y creencias son de alguna manera vulnerados, burlados y hasta descalificados.

Somos respetuosos del Derecho a la Libertad de Expresión y la Libertad de Conciencia, los defendemos y promovemos, pero estamos conscientes y así lo reconoce la legislación internacional, que en el caso, por ejemplo, del Derecho a la Libertad de Expresión tiene restricciones, tiene límites, que deben ser guardados so pena de caricaturizar este derecho tan importante para el desarrollo del pensamiento universal.

Intensas son las luchas que se han desarrollado a través de la historia para lograrlo y consolidarlo hoy como un Derecho Humano Fundamental, y muchos han sido los personajes que han sacrificado hasta su vida por defenderlo y ejercerlo. (Baste señalar, solamente , que en la historia de la humanidad, centenares de personas, científicos, artistas, creyentes etc., han sido sacrificados por divulgar sus investigaciones, sus ideas, sus obras; por manifestar otras creencias distintas u opiniones a las sostenidas oficialmente en diferentes sociedades.

Como tratamos de leer en la medida de lo posible todo lo que está a nuestro alcance y ver también en la misma dimensión, no se nos ha pasado por alto un género de dibujos y caricaturas, también comentarios sobre religiones en general, que rayan en lo absurdo que distan mucho a mi entender de ser una buena crítica, un debate ideológico, de un humor sano y hasta carecen del sentido del humor, rayando en lo vulgar.

Que alguna publicación, recoja por ejemplo, y lo describo con toda la crudeza de la pieza que vi, al Papa, en cuatro patas y un musulmán haciéndole el amor por detrás, no me parece nada humorístico, todo lo contrario me parece algo de mal gusto.

Que una publicación, recoja, por ejemplo, y lo hago en los mismos términos que la vi,  a la Virgen María, masturbando a Jesucristo, en mi parecer no tiene nada de humorístico, todo lo contrario me parece algo de mal gusto.

Que una publicación, recoja, por ejemplo a un figura que asemeja a un musulmán con un Corán en sus brazos, siendo abaleado,  y con un título que dice, “El Corán es una mierda”´, no me parece en absoluto algo humorístico, ni siquiera del llamado humor negro, sino, todo lo contrario, algo de mal gusto.

Podríamos continuar describiendo publicaciones parecidas, porque son centenares, pero pienso que para la reflexión que pretendo hacer, basta algunas emblemáticas, como la susodichas.

El sentimiento religioso, la creencia es inherente al individuo, es algo muy personal, debe ser respetado, independientemente de nuestra postura religiosa o de ser por ejemplo ateo, no creyente. Como debería ser también respetado por todas las religiones y creencias el derecho que tiene todo individuo a creer en algo, abrazar  una religión. No se debe interferir en este derecho, no se debe atropellar a los demás porque no creen en los sistemas religiosos que yo he abrazado, eso es íntimo, es personal y debe ser respetado. Otra cosa, es difundir tus ideas, difundir tus credos, los supuestos beneficios de tu religión para convencer a otros, cosa que es perfectamente posible hacerlo, pero sin avasallar a la persona que pretendes conquistar para tus ideales o menospreciar al otro por el credo que profesa.

Por eso me llama profundamente la atención, la postura pública del Presidente de Francia Emmanuel Macrón, quien debería tener de acuerdo a su importante magistratura, una conducta más ejemplarizante y comedida, frente a los acontecimientos que se desarrollan en su país, donde por lo que observamos hay enfrentamientos religiosos, que están ocasionando pérdidas de seres humanos.

El mencionado presidente a dicho públicamente que no se opondrá a ninguna caricatura o dibujo injuriante o calumnioso, cuando más bien debería llamar a la moderación, al respeto entre religiones, al respeto por la creencia y no incentivar con su discurso situaciones que pueden generar enfrentamientos y nuevas víctimas. Su papel debe ser el de conciliador, no el de incentivador de enfrentamientos que luego el pueblo francés lamentará.

No es dándole Libertad a la Blasfemia, que apaciguará los ánimos y logrará la coexistencia pacífica entre religiones distintas que cohabitan en Francia, sino, señalando, justamente, los limites y restricciones que tiene en el Derecho Internacional, el Derecho a la Libertad de Expresión, el respeto al  El Derecho de Conciencia, cómo debe acercarse a una postura de equilibrio que evite futuros enfrentamientos y atentados.

Hago esta reflexión a sabiendas que tropezare con algunos que piensan que la libertad de creación es ilimitada, en eso estoy de acuerdo, la creación la imaginación quizás no tenga límites pero la expresión de lo que se crea, la expresión de lo que imagina y se piensa puede reñir, de publicitarse, con otros derechos igualmente importantes para el ser humano, y es allí donde se debe buscar la armonía la coexistencia entre los derechos y no la pugnacidad entre los mismos y la negación de uno por jerarquizar otro.

Precisamente, los instrumentos jurídicos internacionales, relacionados con los Derechos Humanos, son los primeros en reconocer el Derecho a la Libertad de Expresión, pero también al señalar sus restricciones entre ellas, para refrescarle la memoria están entre otros: respeto al derecho y reputación de los demás,  protección a la seguridad nacional, el orden público, la salud y la moral pública. Evitar toda apología que conduzca a fomentar el odio nacional, racial o religioso. Las personas que violen estas normativas, pueden tener responsabilidades ulteriores, siempre y cuando estén previamente establecidas por Ley.

Fomentar la Libertad de la Blasfemia, contra cualquier grupo religioso puede reñir con principios establecidos en la normativa internacional de los Derechos humanos así como fomentar algo, que ha generado violencia en la historia de la humanidad el enfrentamiento y la pugnacidad religiosa, el enfrentamiento entre civilizaciones y culturas, que todavía, y es lamentable, se mantiene entre algunos países. “EN MATERIA RELIGIOSA, LA TOLERANCIA DEBE SER LA NORMA” J.S. 

 

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