viernes, 8 de noviembre de 2019

Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente brasileño

Políticos de izquierda latinoamericanos ven esperanzadora la posible liberación de Lula

© REUTERS / Nacho Doce
OPINIÓN & ANÁLISIS
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MONTEVIDEO (Sputnik) — La posible liberación del exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) es un mensaje esperanzador y un signo de que el progresismo volverá a instaurarse en América latina, dijeron a Sputnik dirigentes políticos de izquierda de Brasil, Ecuador y Paraguay.
"La posible liberación de Lula es un mensaje de esperanza para los líderes de izquierda en América Latina que también enfrentan juicios. Esta noticia es importante no sólo para Brasil sino para el mundo entero", dijo a Sputnik el coordinador de bloque del partido ecuatoriano Revolución Ciudadana, Juan Cristóbal Lloret.
Asimismo, el diputado brasileño Paulo Pimenta, del Partido de los Trabajadores, dijo a Sputnik que la salida de Lula de la cárcel desataría una "ráfaga libertaria que soplará desde Curitiba", lugar en donde se encuentra preso el exmandatario brasileño, y una nueva "ola progresista" en la región.
En tanto, el senador y presidente del partido paraguayo Frente Guasú, Carlos Filizzola, afirmó que las novedades sobre la situación de Lula le generan "mucha satisfacción".
"Corresponde que se haga justicia. No puede ser que Lula siga privado ilegalmente de su libertad; esto se ha denunciado en varios países y no solo en Brasil. Ya se sabe que la prisión de Lula se debe a una cuestión política que se hizo en las elecciones para que no sea candidato", dijo a Sputnik.
Este 8 de noviembre la defensa de Lula pidió formalmente su inmediata puesta en libertad, en base a la decisión de la víspera del Tribunal Supremo Federal, que consideró ilegal que alguien esté preso mientras pueda recurrir en instancias superiores.
La jueza Carolina Lebbos es la encargada de ejecutar la sentencia de Lula, y será quien acepte la petición de los abogados y dé vía libre para la salida de prisión; sin embargo, la ley no estipula un plazo concreto para que esto suceda.
El abogado del expresidente, Cristiano Zanin, explicó en rueda de prensa el 8 de noviembre que tras el pedido no hay razón para esperar ningún otro acto, ni de la Justicia ni del Ministerio Público, y por tanto señaló que la salida de prisión debería ser inmediata.

Un ejemplo de "lawfare"

Lloret dijo a Sputnik que el caso de Lula es un ejemplo de "lawfare", ya que el exmandatario fue enviado prisión pese a que la Constitución, vigente desde 1988, establecía que nadie podía estar preso hasta que se agoten todos los recursos de apelación.
"Para nosotros es una noticia importante y la celebramos porque siempre debería existir dentro de todos los procesos democráticos la dependencia en el ámbito judicial y sobre todo el debido proceso. Lo más grave es que con la cárcel se impidió la candidatura legítima de Lula", reflexionó.
El lawfare o la "judicialización de la política" consiste en el "uso indebido" de la justicia para fines de destrucción de imagen pública e inhabilitación de un adversario político, explicó el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) en un artículo publicado en su página web.
Analistas consideran que las acciones legales que afrontan los líderes progresistas y expresidentes Cristina Fernández de Kirchner (Argentina, 2007-2015), Dilma Rousseff (Brasil, 2011-2016) Lula Da Silva y Rafael Correa (Ecuador, 2007-2017) son ejemplos "no aislados" de esa nueva táctica de "guerra no convencional".
Lloret opinó que el caso de Lula es similar al que se vive en Ecuador, donde integrantes de Revolución Ciudadana y Correa son "perseguidos".
"Lo que se ve en Brasil da esperanza. Pese al Gobierno de derecha de Jair Bolsonaro, vemos cómo un sector de la justicia actúa conforme a derecho y al debido proceso. Nos alegramos por Lula. Esperamos que en las próximas horas pueda estar libre", agregó.
Lloret expresó su confianza en que "estas buenas noticias en Brasil se propagarán a países como Argentina, (y) ojalá también a Ecuador".
Lula cumple una condena de ocho años y 10 meses de cárcel acusado de delitos de corrupción y blanqueo de dinero.
El objetivo principal de la defensa ahora es que el Tribunal Supremo analice los recursos que piden anular el proceso en base al argumento de que el exjuez Sérgio Moro (que le condenó en primera instancia y ahora es ministro de Justicia) actuó de forma parcial, igual que los fiscales de la Operación Lava Jato.

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