Agresiones personales hacia otros gobernantes, apoyos electorales y teorías conspirativas de las más diversas son una característica típica del presidente brasileño, Jair Bolsonaro. Recuerda algunas de sus afirmaciones más polémicas, a menos de un año de su asunción.
Desde su asunción como presidente de Brasil el 1° de enero de 2019, Jair Bolsonaro no ha perdido oportunidades de opinar sobre todos los acontecimientos políticos de la región. Fiel a su estilo, el mandatario se ha despachado con una serie de agresiones a sus pares, intromisiones en la política de otros países y hasta absurdas teorías conspirativas.
La pelea con el presidente francés, Emmanuel Macron, y su esposa
Los incendios que afectaron grandes extensiones de la Amazonía pusieron a Brasil en el centro del debate público mundial, que no tardó en señalar al Gobierno brasileño por su omisión en el cuidado del recurso natural.
Uno de los líderes mundiales más críticos con la gestión ambiental de Bolsonaro había sido, precisamente, Macron. La respuesta de Bolsonaro llegó de una forma inesperada, a través de un comentario en una publicación de Facebook que avalaba un meme que se burlaba de las diferencias físicas entre la esposa del francés, Brigitte Macron, y la del brasileño, Michelle Bolsonaro.
La respuesta de Bolsonaro se hizo viral en las redes y llegó al propio Macron, que calificó los comentarios como "extremadamente irrespetuosos" y sostuvo que el episodio había sido "triste" para Bolsonaro "y para los brasileños".
Las provocaciones a Noruega y Alemania
El episodio de la Amazonía también incluyó otro exabrupto de Bolsonaro hacia otro país. Noruega fue de las primeras naciones en cuestionar la responsabilidad del Gobierno brasileño en el uso de los recursos extranjeros aportados para el cuidado de la región amazónica.
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Los 'actos terroristas' en Chile
Las protestas desatadas en Chile en el mes de octubre también fueron un tópico para Bolsonaro. Mientras el presidente chileno, Sebastián Piñera, declaraba el estado de emergencia y decretaba toques de queda, Bolsonaro se permitió ensayar una descripción del problema.
"El problema de Chile fue gravísimo, eso no es manifestación ni reivindicación, son actos terroristas", comentó.
Además, reveló que llegó a tener contactos con su Ministerio de Defensa para "prevenir" situaciones similares en su país.
La culpa de las protestas es de la izquierda
Las protestas en Chile se produjeron solo algunos días después de las revueltas en Ecuador contra el presidente, Lenín Moreno. Las manifestaciones obligaron a Moreno a dejar sin efecto la suba en el precio del combustible y sus medidas de flexibilización laboral.
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Asimismo, aseguró que "el problema de Chile nació en 1990, y nadie le da importancia a eso; en esa época las FARC formaban parte, Fidel Castro, todo eso".
La preferencia por el candidato de la derecha en Uruguay
El presidente brasileño suele no tener reparos en opinar sobre los procesos electorales de otros países. Eso, precisamente, hizo con su vecino Uruguay, que celebra el 24 de noviembre su segunda vuelta electoral para definir el próximo Gobierno entre el candidato del gobernante Frente Amplio, Daniel Martínez, o el candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou.
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"Esperamos, hinchamos por que se elija a alguien más asociado a nuestras ideas, así tendríamos a Uruguay más alineado con nosotros", agregó.
Las palabras de Bolsonaro cayeron mal en el Gobierno uruguayo, cuya Cancillería convocó al embajador brasileño en Montevideo para solicitarle explicaciones acerca de las declaraciones, consideradas una intromisión en los comicios uruguayos.
Los desaires al nuevo presidente argentino Alberto Fernández
La elección en la que Bolsonaro más se inmiscuyó fue la Argentina. Su sintonía con el presidente saliente Mauricio Macri era conocida, pero, desde que el oficialista obtuvo un duro revés electoral en las primarias del 11 de agosto, el presidente brasileño recrudeció sus críticas o anuncios temerarios para el caso de una victoria de Alberto Fernández.
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Además, en reuniones con empresarios, el propio Bolsonaro llamó a respaldar un segundo Gobierno de Macri: "No se trata de apoyar a Macri, queremos que la vieja izquierda no regrese al poder y si el camino es apoyar a Macri, apoyemos a Macri, como lo he respaldado en forma discreta".
El mandatario brasileño no cesó en su intento de que descalificar la victoria de Fernández. Al día siguiente de su elección como nuevo presidente, Bolsonaro se atrevió a cuestionar la preferencia de la mayoría de los argentinos.
"Lo lamento, no tengo bola de cristal, pero creo que los argentinos escogieron mal", sostuvo.
Bolsonaro fue más allá y adelantó: "No lo voy a felicitar". De hecho, fue de los pocos mandatarios que no envió sus saludos al presidente electo en Argentina. En el mismo sentido, el 1° de noviembre comunicó que no concurriría a la asunción de Fernández en Buenos Aires, prevista para el 10 de diciembre.
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