Seguro que conocen el chiste de que Estados Unidos es el único país donde no hay golpes de Estado, porque también es el único que no tiene embajada de Estados Unidos. También conocerán la frase del Che en la que decía que la diferencia entre los republicanos y los demócratas es como la diferencia que hay entre la Coca-Cola y la Pepsi-Cola.
La gestión estadística de ambos partidos se puede medir en porcentajes de invasiones y en millones de muertos. Sin embargo, no es tan difícil encontrar algunos discursos que se permiten dudar de la existencia del imperialismo. Hay quienes sostienen que se trata de un concepto pasado de moda y que su uso solo demuestra incomprensión frente a la realidad del mundo de hoy.
A los venezolanos nos consta, lo sufrimos, que imperialismo no es solo una abstracción, sino una maquinaria acostumbrada a ejercer su dominio y a utilizar todos los mecanismos para imponer su poder. Lo sufrimos y lo enfrentamos. Nuestra resistencia ha hecho tan evidente la posición de dominio de Estados Unidos que algunos países, sin vergüenza, han reconocido públicamente que su posición sobre Venezuela se debe a presiones de Estados Unidos.
Tal reconocimiento no es otra cosa que una evidencia de la existencia del poder imperial que algunos quieren poner en duda. Hay quienes no lo ponen en duda, pero lo elogian. Tal es el caso del uruguayo
Enrique Iglesias, designado por Federica Mogherini como su “Asesor Especial para Venezuela”.
Hace dos años Iglesias declaraba que “...se están cerrando los 70 años más brillantes de la historia de la Humanidad”. Se refería a un periodo iniciado en 1945, al finalizar la II Guerra Mundial, que implicó el predominio de Estados Unidos.
No duda en llamar Paz Americana a esta etapa, en clara referencia al concepto de Pax Romana con que se identifica al periodo de dominación del Imperio Romano. Sabemos, y tenemos el deber de saber, que durante esos 70 años millones de seres humanos perdieron la vida en guerras impuestas por Estados Unidos. Esa “Pax” solo la experimentaron las élites del mundo.
No por ello dejo de reconocer que en la misma entrevista, concedida en 2017, donde Iglesias elogia la Pax Americana, también critica la visión de Europa sobre América Latina y sostiene que Venezuela
“...está enfrentada a conflictos muy fuertes que tienen que resolver los venezolanos buscando un diálogo inteligente”. Ojala que a Iglesias no lo motive una defensa de la supuesta Pax Americana.
CREDITO. CORREO DEL ORINOCO.
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