Última actualización: 29 dic 2018 03:57 GMT
Durante su reciente conversación con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el mandatario de EE.UU. reformó súbitamente toda la política de su país en Oriente Medio.
Se esperaba que durante su reciente conversación telefónica con Recep Tayyip Erdogan, el presidente estadounidense, Donald Trump, enviara una advertencia estándar a su homólogo turco en relación a su plan de lanzar un ataque contra las fuerzas kurdas apoyadas por EE.UU. en el noreste de Siria.
En lugar de ello, Trump reformó toda la política de su país en Oriente Medio, tomando la decisión de retirar los 2.000 soldados norteamericanos del país árabe y delegando en Ankara la tarea de acabar con el Estado Islámico, según revelaron varias fuentes oficiales de EE.UU. y Turquía consultadas por Reuters, que calificaron el resultado de la llamada de gran "sorpresa".
"¿Podrá limpiar Siria del EI? Entonces lo hace"
Según ha revelado un funcionario turco, Trump le preguntó a Erdogan durante la conversación: "Si retiramos a nuestros soldados, ¿puede limpiar [Siria del] Estado Islámico?". Cuando el presidente turco le respondió que las fuerzas de su país estaban a la altura de la tarea, el mandatario estadounidense, supuestamente, le respondió bruscamente: "Entonces, lo hará".
"Tengo que decir que fue una decisión inesperada. La palabra 'sorpresa' se queda muy corta para describir la situación", confesó la fuente turca, una de las cinco que hablaron con Reuters sobre la llamada entre los dos líderes, que tuvo el lugar el pasado 14 de diciembre.
Según fuentes estadounidenses, la decisión del presidente también fue un 'shock' para Washington, donde altos cargos de la Administración, incluido el Secretario de Defensa, James Mattis, intentaron durante días hacerle cambiar de opinión. Cuando Trump dejó en claro que no se echaría para atrás, Mattis y Brett McGurk, enviado especial de EE.UU. para la coalición global para contrarrestar al Estado Islámico, renunciaron.
¿Gran victoria o gran reto para Turquía?
Para Turquía la decisión de Trump supone una oportunidad y un riesgo a la vez. Por una parte, la retirada de las tropas de EE.UU. le permite actuar contra las milicias kurdas de las Unidades de Protección Popular (YPG), consideradas por Ankara como terroristas, sin arriesgarse a enfrentarse con las fuerzas estadounidenses.
Por otro lado, también la coloca potencialmente frente al Gobierno de Damasco, que está comprometido en recuperar el control de todo el territorio nacional y al que las YPG ya han pedido que proteja Manbij y otras zonas en el norte del país ante la "invasión turca".
"Erdogan obtuvo más de lo que esperaba", afirmó Soner Cagaptay, director del Programa Turco en el Instituto de Washington. "Le había pedido a EE.UU. que abandonara a las YPG, pero que no se retirara de Siria".
"¿Es una gran victoria para Turquía?", se preguntó otro funcionario turco, a lo que añadió: "No estoy seguro en este momento".
- El pasado 19 de diciembre, luego de que Trump declarara que el Estado Islámico ha sido derrotado, la Casa Blanca anunció la vuelta a casa de los cerca de 2.000 soldados estadounidenses presentes en territorio sirio.
- Asimismo, el lunes Trump advirtió que durante la conversación el presidente turco le "informó enérgicamente" que "erradicaría todo lo que quede del Estado Islámico en Siria".
- Tras la decisión de EE.UU. —principal apoyo de las milicias kurdas en Siria— y en medio de las amenazas de Turquía sobre el inicio de una operación militar al este del Éufrates, las YPG lanzaron este viernes una 'llamada de socorro' a Damasco.
- Después de ello, el Ejército sirio anunció su entrada en Manbij para proteger su soberanía nacional y hacer frente, no solo al terrorismo, sino también "a todos los invasores y ocupantes" de su territorio nacional.
- Horas después, el Ejército Libre Sirio (ELS) comunicó que ha iniciado junto con los militares turcos la ofensiva contra Manbij para "liberar" la ciudad de las milicias kurdas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario