"Lo que tenemos es armas y el apoyo de Rusia": un colombiano en Donetsk cuenta su historia.
© Foto : Cortesía de Luis Muñoz
Apoyado por una beca educativa de su país para desarrollarse profesionalmente, Luis Muñoz migró de Colombia a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1985 y, aunque concluyó sus estudios de ingeniería eléctrica en 1991, permaneció en la región tras casarse con una mujer rusa.
Hoy es testigo de la tensión que se vive en las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, un conflicto que involucra a Rusia, Ucrania y los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Tras semanas de incertidumbre, el viernes 18 de febrero las Fuerzas Armadas de Ucrania abrieron fuego en territorio de Donetsk y Lugansk.
Esto derivó en que, por la petición de líderes de dichas reguiones, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, reconociera su independencia como repúblicas y la mañana del 24 de febrero activara operaciones militares estratégicas para "desmilitarización y desnazinalización" de Ucrania, decisión que ha sido criticada por diversos países y que motivó a Estados Unidos a aumentar sanciones contra Moscú.
Desde Donetsk, el migrante colombiano describe su perspectiva del conflicto, donde se han escuchado en las últimas horas las acciones de la artillería pesada y detonaciones.
"¿Cómo está la situación aquí? Pues afortunadamente cambiando radicalmente después de ocho años de estar sufriendo por esta guerra, esos bombarderos constantes por parte del Ejército ucraniano paramilitar, sobre todo porque hay muchos batallones paramilitares aquí, es gente que fue siempre incontrolable para el Gobierno de Kiev", apunta Muñoz en entrevista con Sputnik.
"Nos tiene muy contentos el hecho de que Rusia nos haya reconocido como república popular oficialmente y, segundo, que la milicia popular nuestra ya ha dado un contraataque contra ese ejército, que es grandísimo", con alrededor de 150.000 efectivos, calcula.
En contrasentido, estima que las milicias populares de Donetsk cuentan con unos 15.000 elementos, tras ocho años de desgaste en una guerra de trincheras, además de que la autoridad local sumó unos 10.000 activos más tras convocar a las reservas.
"Lo que tenemos es armas, bastantes armas, y el apoyo de Rusia", dice.
"La gente no sale de casa, se pararon las escuelas, las universidades, todo está cerrado, la gente toda está en casa, desde el viernes pasado salieron más de 100.000 personas en una evacuación que se hizo hacia Rusia, muy ordenada", describe.
Sin embargo, en las últimas horas la situación se ha aligerado relativamente, explica, y ha dejado de considerarse urgente el desalojo de personas, además de que se ha reducido para evitar riesgos de ataques terroristas en las líneas fronterizas, junto con aglomeraciones peligrosas.
"Hemos dormido estas últimas dos noches tranquilos", explica.
Ánimo en una región en disputa
"En Donetsk la gente está muy agradecida de que Vladímir Putin haya reconocido la república, está muy agradecida de que después de ocho años de sufrir esta guerra haya hecho caso de las súplicas de ayuda que se le han pedido. El Ejército ruso no había entrado aquí a pesar de que en Ucrania el discurso es que están logrando una guerra civil", expone el migrante colombiano.
Luego de las dificultades de los últimos años, señala, la guerra se está yendo poco a poco de Donetsk, considera Muñoz, lo que genera un alivio en su comunidad.
"Nosotros estamos muy contentos de que la situación esté cambiando radicalmente", dice.
Además, cuenta que un sobrino de su esposa fue asesinado por una bomba arrojada contra la autoproclamada república desde territorio ucraniano.
La perspectiva occidental de un conflicto prolongado
Suscritos el 5 de septiembre de 2014 en la capital de Bielorrusia, los Acuerdos de Minsk reunieron las voluntades de Ucrania, Rusia y las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk. Sin embargo, su transgresión ha generado conflictos y tensiones diplomáticas y políticas desde entonces.
A lo largo de estos ocho años, la cobertura de la prensa occidental sobre el fenómeno, evalúa el colombiano Muñoz, ha estado plagada de imprecisiones, difamación y fomentos de posverdad.
"No busco mucho información en la prensa occidental porque desgraciadamente lo poco que he visto es de totales mentiras, o sea, una cantidad de posverdad que elimina la verdad totalmente. Han llegado a decir que Putin solamente sueña con volver a fundar la Unión Soviética", declara.
"Que la gente de las minorías sexuales son prohibidas en Rusia y la gente la meten a la cárcel si pertenece a una minoría sexual, y cosas así, de ese tipo, y muchísimas más que ya no es ni siquiera posverdad, son farsas y mentiras por todas partes", añade.
La perspectiva del fenómeno desde Donetsk, asienta, es totalmente diferente.
"La verdad hay que verla desde todos los ángulos porque la verdad no es una sola, si ellos no quieren aceptarla, que no la acepten; yo no voy a aceptar la verdad de ellos", defiende Muñoz.
"Yo estoy diciendo la verdad, lo que yo veo desde acá, si la verdad no se puede decir pues, ¿en dónde estamos?", interroga.
"Si León Krauze dice la verdad, puede quedarse sin trabajo"
Testigo de la situación en Donetsk, esta semana Luis Muñoz fue entrevistado por el periodista mexicano León Krauze para Univisión. Este periodista es hijo del historiador mexicano Enrique Krauze.
León corrigió al aire a Muñoz y le aseguró que es falso que la OTAN tenga influencia militar en las decisiones de Ucrania.
"Ucrania es una pieza en este tablero de ajedrez, el agresor es la OTAN y más atrás los anglosajones", dijo entonces Muñoz, a lo que Krauze respondió que esa alianza internacional no tiene fuerzas militares en Ucrania ni el país es un miembro de la organización.
"Parece que usted no sabe lo que ha traído la OTAN, está lleno de soldados de la OTAN. Siga creyendo lo que usted cree, pero se dará cuenta del resultado", reviró Muñoz ante la crítica del periodista.
León Krauze desde un foro de Univisión entrevista a un Colombiano que vive en Ucrania y ve lo que está pasando en ese país, cuando ve que el Colombiano se sale del guión occidental le dice que es falso lo que está diciendo y al final le terminan diciendo comunista. pic.twitter.com/BXarAKBdXC
— Alexis Daniel (@SocialDmocrata_) February 24, 2022
Sobre ese episodio, en entrevista con Sputnik el colombiano estima que Krauze sigue una narrativa instrumentada desde la Casa Blanca.
"Desgraciadamente, durante estos ocho años he hablado con muchísima gente en muchas partes y no he encontrado un ucraniano o un occidental que le dé crédito a lo que dicen los medios rusos o prorrusos, llamémoslos así", explica.
"Es normal que estos, digamos, speakers occidentales tengan una narrativa que está dada directamente desde la Casa Blanca, si (Krauze) dice otra cosa, si él acepta la verdad, él entiende que se puede quedar sin trabajo. Donde él llegue, a pesar de los hechos, a contradecir la narrativa de la Casa Blanca pues corre el riesgo de ser borrado", vaticina.
Las personas que no se ajustan a la narrativa de Washington, acusa, son borradas del escenario, un problema que León Krauze entiende muy bien.
Cambios geopolíticos que se remontan a la reunificación de Alemania
La situación que se vive hoy en Donetsk y Lugansk, considera Muñoz, tiene sus antecedentes en la reunificación de Alemania, dividida tras la derrota de Adolf Hitler en la Segunda Guerra Mundial, y en la posición que desde entonces han asumido las potencias occidentales contra Rusia.
En ese escenario, el mundo vive un reajuste de sus condiciones geopolíticas, cuyo reacomodo cambiará el panorama de manera definitiva, estima el migrante.
"Lo que está aconteciendo es un movimiento tectónico en geopolítica, porque se está cambiando todo el panorama universal. El mundo no volverá a ser igual. Es un hecho que todos estos sucesos, lo que ha ocurrido en Donetsk, es la punta del iceberg porque todo esto tiene una noción mucho más profunda", expresa el colombiano.
"Rusia 30 años lleva pidiéndole a la OTAN que no avance, que respete la palabra dada cuando se volvieron a unificar las dos partes de Alemania, que fue de no caminar más, de no avanzar un solo centímetro hacia el oriente", recuerda el ingeniero.
"Treinta años en los que la OTAN nunca ha escuchado a Rusia, entonces últimamente se estaban haciendo todos los procesos diplomáticos necesarios para que la OTAN entendiera que ya era suficiente, que no se podía seguir avanzando, rodeando a Rusia de bases militares. No se puede acabar con todos los acuerdos que existían durante los últimos 30, 40 años", argumenta.
Estados Unidos, estima el colombiano, ha violado o se ha salido de todos los acuerdos que permitían la estabilidad mundial, dice Muñoz, lo que obligó a Rusia a considerar que se rebasó el límite de tolerancia y que es necesario que empiece a defenderse, a garantizar su propia seguridad.
Es con ese enfoque, valora el colombiano, que Putin impulsó desmilitarizar a Ucrania, así como reducir la presencia de la ideología nazi en el país europeo.
"No puede un Estado regido por ultraderecha y contra Rusia, porque eso se convierte en una plataforma contra Rusia, estar al pie de Rusia", evalúa.
"Rusia no puede permitir eso y tiene la fuerza para hacerse oír y para cambiar ese mapa", apunta.
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