Mirtha
Vázquez, la nueva titular del gabinete de Pedro Castillo, es abogada
especializada en derechos humanos e hizo sus primeras armas en
organizaciones sociales dedicadas a la defensa del medio ambiente. Llegó
a ser presidenta del Congreso durante algunos meses en 2020 pero había
quedado fuera del legislativo en 2021.
Feminista,
oriunda de la ciudad de Cajamarca y abogada defensora de los derechos
humanos. Esos parecen ser los tres elementos que mejor definen a Mirtha Vázquez, la nueva presidenta del Consejo de Ministros de Perú, que asumió el 6 de octubre tras la salida de Guido Bellido.
"Por
este país de mujeres y hombres que luchan por vivir en dignidad, sin
discriminación y que promueven los reales cambios", escribió Vázquez en
una publicación de Twitter en la que agradeció la confianza depositada
por el presidente Castillo.
Vázquez
nació el 31 de marzo de 1975 en la ciudad de Cajamarca, capital de la
provincia y el departamento homónimo, en el que también se encuentra la
provincia de Chota, origen del actual presidente peruano.
Abogada
de profesión, Vázquez también ha sido docente en la Universidad
Nacional de Cajamarca, donde también realizó sus estudios de grado. Si
bien tiene una maestría en Gerencia Social, ha centrado su carrera
profesional en el trabajo en organizaciones sociales dedicadas a la defensa de los derechos humanos y el medioambiente.
Un
ejemplo de eso fue su papel como secretaria ejecutiva de la
organización Grufides, dedicada a la defensa de "la sostenibilidad
ecológica, el derecho al agua, la economía solidaria, la equidad de
género y el diálogo intergeneracional".
No
fue su única participación en el campo social, ya que también ejerció
como abogada de la Asociación Pro Derechos Humanos y fue integrante de
la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos y del colectivo feminista
Ni una Menos en Cajamarca.
Pero la notoriedad le llegó a Vázquez cuando, en 2012, fue la abogada de Máxima Acuña de Chaupe,
una campesina que libró una célebre batalla legal contra la minera
Yanacocha, que aseguraba tener la propiedad del terreno en el que la
mujer vivía junto a su esposo. El caso motivó una serie de protestas
sociales y la preocupación de entidades internacionales como la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Amnistía Internacional.
En 2014, la Justicia dio la razón a Acuña y en 2016 la mujer campesina fue reconocida internacionalmente con el Premio Medioambiental Goldman.
La reputación ganada por Vázquez con el caso la impulsó a dar el salto a
la política, algo que hizo desde el partido de izquierda Frente Amplio.
La
oportunidad llegó en enero de 2020, cuando se realizaron las elecciones
legislativas extraordinarias surgidas de la disolución anticipada del
Congreso. Vázquez fue la número 2 en la lista de candidatos al Congreso
por la región de Cajamarca y acabó electa como una de los nueve escaños
que la formación política obtuvo en el legislativo.
La crisis política que
motivó la vacancia del entonces presidente Martín Vizcarra y la
posterior renuncia de su sucesor interino, Manuel Merino, llevó al
entonces presidente del Congreso, Francisco Sagasti, a asumir de forma
provisional la presidencia de Perú. Vázquez había sido designada como vicepresidenta del Congreso tras un acuerdo entre el Partido Morado de Sagasti y el Frente Amplio, entre otros partidos.
Durante
su estadía en el legislativo, Vázquez presentó proyectos de ley para
declarar una "emergencia alimentaria" en Perú como forma de aplicar
medidas extraordinarias. También promovió, a través de otra iniciativa,
dar mayor institucionalidad a las "rondas campesinas".
La
formación política de Vázquez no repitió en los comicios de 2021,
cuando con tan solo un 1% de los votos no superó el mínimo necesario
para poder competir en las elecciones generales. Fuera del Congreso,
Vázquez volvió a ser activista desde las organizaciones sociales, centrada en temas como la lucha por los derechos de las mujeres, la alimentación y el cuidado del medio ambiente.
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