El mejor momento para prevenir la próxima pandemia es ahora: los países unen sus voces para mejorar la preparación ante emergencias
La COVID-19 no será la última emergencia sanitaria que padecerá el mundo, por lo que existe una necesidad urgente de preparación sostenible ante emergencias sanitarias para hacer frente a la próxima pandemia.
Este fue el fuerte sentimiento compartido por los participantes del evento paralelo de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre «Preparación sostenible para la seguridad sanitaria y la resiliencia: adoptar un enfoque de toda la sociedad y romper el ciclo de «pánico y olvido». El evento virtual de alto nivel fue coorganizado por Finlandia, Francia e Indonesia, junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las crisis pasadas han demostrado que, una vez que se controla un brote, los gobiernos y los donantes tienden a centrar su atención en otras preocupaciones urgentes. Este ciclo de «pánico y olvido» ha impedido el desarrollo de una preparación eficaz ante emergencias sanitarias en todo el mundo. El mundo necesita romper este ciclo de una vez por todas.
Esta semana, el mundo alcanzó el sombrío hito de más de un millón de vidas perdidas a causa de la pandemia de COVID-19, y se estima que muchas más han muerto a causa de las interrupciones sin precedentes en los sistemas de salud.
«A lo largo de los años hemos recibido muchos informes, exámenes y recomendaciones que dicen lo mismo: el mundo no está preparado para una pandemia. La COVID-19 ha puesto al descubierto la verdad: llegado el momento, el mundo todavía no estaba preparado,» dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, en su discurso de apertura. El Dr. Tedros pidió invertir en preparación con un enfoque que abarque a todas las instancias gubernamentales y toda la sociedad. «Esta no será la última pandemia ni la última emergencia sanitaria mundial. Sin embargo, si se realizan ahora las inversiones políticas y financieras adecuadas, podemos promover la seguridad sanitaria, prevenir y mitigar futuras pandemias y proteger nuestro futuro y el de las generaciones venideras,» añadió.
Los países hablaron de su compromiso con la preparación frente a las emergencias sanitarias. «Sabemos que la preparación tiene sentido desde el punto de vista económico, y hemos desarrollado herramientas y modelos para la cooperación multisectorial. Aprender de la pandemia y aprovechar los avances anteriores debería orientar nuestros pasos para fortalecer la seguridad sanitaria y así ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible,» dijo Päivi Sillanaukee, Embajadora de Salud y Bienestar de la República de Finlandia.
«Existe una necesidad urgente de aprovechar la respuesta a la COVID-19 para construir, mantener y fortalecer unas capacidades de salud pública sostenibles en materia de preparación frente a emergencias […] Francia cree firmemente que la preparación merece ocupar un lugar mucho más prioritario en la agenda de política exterior, y estamos dispuestos fomentar la cooperación entre los Estados Miembros para garantizar la visibilidad continua de este tema, ya sea aquí en Ginebra o en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York,» dijo Stéphanie Seydoux, Embajadora de Salud Global de la República Francesa.
La preparación frente a las emergencias sanitarias forma parte de la visión más amplia de la salud para todos. En su discurso, la Ministra de Relaciones Exteriores de Indonesia, Retno L.P. Marsudi, recordó a los participantes que «la inversión que debemos hacer ahora a nivel nacional es garantizar una atención de salud asequible para todos. Preguntémonos, ¿cuántas veces hemos oído hablar de personas que se privan a sí mismas de la tan necesaria atención médica debido a los costos? La cuestión de la atención sanitaria asequible para todos es el eje de la presidencia por parte de Indonesia de la iniciativa de Política Exterior y Salud Mundial.».
También compartieron la experiencia de sus países con la COVID-19 los Ministros de Salud de los Países Bajos, Omán, Senegal y Singapur. También se refirieron a esta cuestión el Coordinador del Grupo de Embajadores Africanos en Ginebra y el Director General Adjunto del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de Alemania. El debate fue dirigido por el Sr. Hasan Kleib, Representante permanente de Indonesia en Ginebra.
El Sr. Francesco Rocca, Presidente de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), destacó el papel del empoderamiento de la comunidad. Dijo que su organización, al trabajar con su red de respondedores en 192 países, había comprobado que existe una urgente necesidad de invertir en la preparación a nivel comunitario, con el fin de «promover la acción humanitaria para que sea lo más local posible y tan global como sea necesario.» Asimismo, su organización había hecho «un llamamiento a los gobiernos, asociados y donantes para que inviertan en la preparación a nivel comunitario con el fin de salvar vidas y aliviar el sufrimiento en la próxima emergencia inevitable.»
El Sr. Martin Chungong, Secretario General de la Unión Interparlamentaria, destacó la función de los parlamentos y la importancia de un enfoque multisectorial. La Asociación Internacional de Institutos Nacionales de Salud Pública y la Dirección General de Cooperación para el Desarrollo de la Comisión Europea destacaron el importante papel que desempeñan las organizaciones asociadas en la preparación y el financiamiento nacional y mundial.
El Sr. Sami Kanaan, Alcalde de Ginebra, hizo hincapié en la necesidad de un enfoque que abarque a toda la sociedad. Asimismo señaló que «a los gobiernos locales no solo se les deben proporcionar los medios para aplicar las políticas. También deben ser incluidos en los debates internacionales que eventualmente darán forma a las soluciones para los desafíos más urgentes de la humanidad.»
Al final del evento, el Dr. Michael Ryan, Director Ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, agradeció las observaciones de los participantes y pidió que estas se tradujeran en un compromiso sostenido a favor de la preparación. «No podemos de ninguna manera dejar que el mundo olvide porque la próxima pandemia será forzosamente peor,» dijo. «La pandemia de COVID-19 puede ser solo un presagio de lo que puede venir. Estamos viviendo con demasiado riesgo.»
Este evento marcó un diálogo crucial entre países, donantes y asociados sobre cómo reconstruir para mejorar la preparación ante futuras emergencias durante la actual pandemia de COVID-19 y más allá. Tuvo lugar después de la publicación de un informe- en inglés aleccionador de la Junta de Vigilancia Mundial de la Preparación en el que también se pidió una acción urgente en este ámbito.
Según ese informe, las inversiones en preparación solo costarían US$ 5 por persona al año, mientras que el costo de esta pandemia ya supera los US$ 11 billones y continúa aumentando.
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