Los investigadores del Observatorio de Radio de Metsahovi, en Finlandia, encontraron áreas llamadas radiobrillos en numerosas zonas del Sol. El hallazgo todavía no tiene una explicación fiable.
Los investigadores examinaron los mapas de radio solar y los compararon con los datos de los satélites sobre los mismos objetos. Los mapas solares mostraron áreas activas, o iluminaciones de radio, que pueden ser observadas en los mapas como áreas más calientes que el resto de la superficie solar.
Normalmente, hay tres explicaciones para estas zonas.La primera son los agujeros coronales en los dos polos del Sol, que dirigen el calor hacia fuera a través de los vientos solares; la segunda es la eyección de material caliente de la superficie del Sol, y la tercera son iluminaciones de radio en las áreas donde se detectan fuertes campos magnéticos.
Sin embargo, los científicos encontraron radiobrillos en áreas donde no se aplicaba ninguno de estos factores.
"Las otras fuentes utilizadas no explicaron la causa de las iluminaciones. No sabemos qué causa esos fenómenos. Debemos continuar nuestra investigación", aseveró el científico Juha Kallunki.
La actividad solar varía en ciclos de aproximadamente 11 años. Después de unos pocos años muy pasivos, la curva de la actividad solar se convierte en un aumento muy pronunciado.
Sin embargo, "no se identificará un nuevo período de actividad hasta que ya esté en curso", señaló Merja Tornikoski, uno de los investigadores del nuevo trabajo.Cada uno de los últimos cuatro mínimos solares ha sido más débil que el anterior, dejando a los científicos desconcertados en cuanto a la causa de tal cambio.
En la Tierra, los mínimos solares pueden dar lugar a rayos cósmicos adicionales en el sistema solar, que llegan al planeta con rayos X y radiación ultravioleta.
En su momento más violento, las tormentas solares causadas durante estos períodos pueden afectar a los satélites, las redes eléctricas y las comunicaciones por radio, además de ser un peligro para los astronautas.
"En las tormentas solares, transcurren dos o tres días antes de que las partículas golpeen la Tierra. Llegan a los satélites más arriba en la órbita mucho más rápido, lo que nos dejaría aún menos tiempo para prepararnos para los daños", señala Kallunki.Metsahovi es conocido internacionalmente por sus conjuntos de datos únicos y continuos, incluido un programa de vigilancia solar que abarca más de 40.
Se informa que es la primera vez que los astrónomos han estudiado sistemáticamente los mínimos solares. La investigación se publicó en la revista Solar Physics.
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