Sábado, 04/04/2015
Crédito: Actualidad RT
La política miope de Washington sobre la situación en Ucrania lleva a la creación de un fuerte eje chino-ruso que va contra los intereses estadounidenses. Permitiendo que esto suceda EE.UU. comete un gran error, opina el politólogo James Brown.
La política de EE.UU. genera un acercamiento entre China y Rusia que tiene el potencial de causar graves daños a los intereses estadounidenses, escribe en su artículo para la revista 'The Diplomat' el politólogo James Brown. Washington, sin embargo, no es consciente de ello y sus actuales acciones son perjudiciales para sus propios intereses estratégicos a largo plazo, dice el analista.
Imponiendo sanciones contra Rusia, excluyéndola de los grupos occidentales y amenazando con suministrar armamento a Ucrania, EE.UU. ha logrado una aceleración del fortalecimiento de la alianza entre los políticos rusos y chinos. Las estrechas relaciones entre Moscú y Pekín podrían convertirse en "un fuerte eje China-Rusia que durante décadas plantearía un desafío a los intereses estadounidenses en la región Asia-Pacífico", cree Brown. "Al tomar una postura intransigente contra su rival del siglo XX en Europa, EE.UU. puede ayudar inadvertidamente a su oponente del siglo XXI en Asia", advierte el analista.
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