lunes, 27 de abril de 2015

CARTA A LOS RASPACUPOS (SEAN HONESTOS, O NO)

Lunes, 13/04/2015
Por: Franco Vielma


Sobre la medida de Cencoex, que ha reducido la cantidad de cupos asignados a viajeros al extranjero y el fraccionamiento de cupos para compras electrónicas, hay no sólo mucha polémica sino también muchas opiniones cruzadas, algunas con mayor validez que otras. Pero en esencia el descontento se apoltrona fundamentalmente en la clase media venezolana, predominantemente opositora pero también conformada por chavistas que han sido beneficiarios del subsidio del dólar para viajes y compras.

El descontento se expresó casi en proporciones tales que parece que algunos saldrán a "descargar la arrechera". Bájenle dos a la vaina y asuman lo que deben asumir.
Opiniones desde voceros de la derecha

Es una pena que quienes consistentemente han salido a defenderlos en su "derecho" de tener dólares subsidiados del Estado para que viajen, tengan tantas inconsistencias en su discurso.

Luis Vicente León salió al ruedo, explicando que tal medida es una "consecuencia" de la actuación de los raspacupos. También se declaró en contra de la asignación de dólares subsidiados, por lo cual infería estar de acuerdo con esa parte de la medida. Pero por otro lado, también señaló que tal medida "castigaba" a los viajeros, encerrándolos en una discapacidad de adquirir divisas. Lo tendenciosa de esa última apreciación hace pensar que Luis Vicente León no leyó periódico ni antes ni luego de que saliera al ruedo la implementación del Simadi como sistema alternativo donde cualquier persona natural puede adquirir hasta 2 mil dólares al mes.

Si León habla de alternativas, por supuesto que Simadi lo es, pese a tener una tasa mucho más alta que el dólar Sicad de 12 bolos, pero que es bastante inferior al dólar negro cadivero y coñoemadre, que hoy anda por los 270 bolos producto de la devaluación artificial cortesía de DolarToday operado por Orlando Urdaneta desde Miami.

Otro que habló del "castigo" a los viajeros fue el diputado opositor Alfonso Marquina. Éste colocó a los raspacupos como unos robagallinas que poco tenían que ver en el desangre de divisas, y habló más bien del fraude empresarial que desfalcó 35 mil millones de dólares en años recientes por medio de empresas fantasmas. Ha sido público y notorio que ha sido el mismo Gobierno nacional el que destapó la olla del fraude pseudoempresarial del desfalco de divisas. En ese punto, hasta el chavista más recalcitrante está de acuerdo con Marquina en la gravedad del fraude empresarial. Pero cierto es que las acciones concretas más consistentes contra estas modalidades de fraude han venido recientemente de la mano del Gobierno nacional, generando la respuesta furiosa de la burguesía a la cual Marquina sirve como peón polítiquero.

El discurso hipócrita de Marquina desconoce y oculta que los principales enemigos a las regulaciones para la asignación libre de divisas a empresas son precisamente Fedecámaras y Consecomercio. Los que han ejercido el protectorado político a los "empresarios" ladrones han sido precisamente los gendarmes de las cúpulas de la derecha.

Las regulaciones de Cencoex para filtrar empresas fantasmas, para evitar el desvío de las divisas, para la regulación del sistema de producción e importación de bienes asociados a las divisas nacionales, ha tenido la respuesta reiterada del infame presidente de Fedecámaras, Jorge Roig, quien sólo ha sabido decir "dénnos los dólares, rápido y sin mucho show porque si no la gente seguirá en las colas". Casi empleando el verbo típico de los malandros extorsionadores, casi como un buen capo, Roig es un enemigo declarado de la asignación controlada y rigurosa de divisas. El chorro de "dólares burriados pa' los empresarios" ha sido el cuerpo y alma de la burguesía parasitaria y dependiente de una renta petrolera que ellos no producen. Roig lo tiene claro y sabe cuáles intereses defender; los suyos y de los que son como él.

El mismo Gobierno "coñoemadre" que te redujo las divisas de viajeros ha venido reduciéndole las divisas también a la burguesía parásita, tratando, en lo posible, de no afectar a los empresarios que, aunque también son dependientes de la renta de papá Gobierno, importan y producen sin cometer fraude. Pero eso no sale en los periódicos, eso no lo ves por ninguna parte. Parece que eso no te sirve de insumo para entender el por qué la burguesía está tan arrecha con el Gobierno.

Ni son "tus dólares" ni es "tu derecho"

A veces es muy difícil explicarte que el Estado no está obligado a subsidiarte dólares. Menos con el barril de petróleo a 40 dólares, el Gobierno debe jerarquizar las prioridades para asignar divisas. Suena duro, pero tampoco es normal que el Estado te venda 1.000 dólares (un sueldo promedio mensual en EEUU) para que estés paseando de 3 a 5 días en el extranjero. Esos mil dolaritos comprados al Gobierno te cuestan 12 mil bolos. Un par de zapatos cuesta eso.

Cómo te lo explico. El Gobierno que te subsidia eso lo va a seguir haciendo, pero ahora será menos la cantidad de dólares subsidiados que vas a meterte en el bolsillo. Arréchate. Pero no es derecho divino tuyo que el Estado te patrocine ir a pasear, y menos todavía cadivear.

Tú, que tanto dices y criticas que el Gobierno le "regala" las cosas a los pobres, pero sí quieres que te regalen dólares porque tú eres de pinga. Tú, que hablas sobre "qué de pinga" es el libre mercado, pero quieres dólares regulados. Coño, pana, sé coherente.

Con una economía que durante más de 30 años vive condicionada casi de manera absoluta a la renta petrolera, la situación es obvia: ¿qué puede ocurrir en una economía gestada a la sombra de un barril de crudo a 100 dólares, si el petróleo empieza a costar 40? Muchos dirán que si los "regalos" del Gobierno, que si la gastadera, que si la corrupción. Pero tal apreciación por elaborada y argumentada que sea, apenas llegará a ser una media verdad. Una economía de condiciones limitadas a la renta se verá condicionada si el precio de crudo baja casi 60%, se ahorre lo que se ahorre, se haga lo que se haga. Cierto es que el Estado debe eficientar los recursos y someter la corrupción. Pero necesario es contener las fugas de divisas en todas las formas de fraude que se están practicando. Sinceremos esa parte.

Una nota de Misión Verdad explicó una trágica realidad: "el despilfarro desde el año 2005 al año 2012 mostró un incremento de 885 millones de dólares a 5 mil 185 millones de dólares. En el año 2013 la escandalizante cifra subió a 8 mil 653 millones de dólares". Esas son algunas de las cifras de lo que se va en cupos viajeros, cupos electrónicos y remesas. Esa cifra es superior a la del último auxilio financiero del Fondo Monetario Internacional a Grecia, un verdadero país en crisis. Aquí toda esa ingente cantidad de recursos se fue de las arcas nacionales para que la gente paseara o cadiveara. Qué maravilla.

Si quieres un "país normal", sé normal tú

Sinceremos la vaina. Muchos de los que andan llorando por la medida exclaman frases del siguiente calibre: "Cómo puede ser posible que en este país", "en otros países…", "este país…". Bien. Quienes quieran que Venezuela sea un país "como cualquier otro" y no este maldito desangre de los malvivientes de la renta, deberían empezar por ellos mismos. En cualquier país cualquiera tiene luz verde para comprar dólares. El peo es que no cualquiera puede comprarlos. En otros lados, como dicen los llorones, "más de pinga que Venezuela", quien viaja, ahorra, se sacrifica, controla sus gastos, no bebe todos los fines de semana, no anda pensando en comprarse el teléfono arrecho ni viajar al extranjero al mismo tiempo. En otro país la gente paga su mierda y nadie les subsidia nada. Pero cierto es que en otros países no es cualquier güebón el que viaja, como aquí. En ningún otro país nadie compra 1.000 dólares con la misma cantidad de dinero que cuesta un par de zapatos.

Asumamos una verdad aquí. Antes de Chávez, ¿quién compraba dólares? ¿El empleado pelabola? ¿El buhonero? ¿El pequeño comerciante? No. Ninguno de ellos luego del Viernes Negro de 1983. Suena duro y lo escribo con la responsabilidad en las teclas: el Gobierno, basado en una buena intención, en la de democratizar la facultad de acceder a viajes al extranjero por parte de la clase media, ha subsidiado algo que no se debió subsidiar. Pero no seamos tan injustos, el Gobierno también hizo eso dada la configuración de un sistema regulado de cambio (a consecuencia del paro petrolero de 2002-2003, pues antes de esa fecha no había control de cambio en curso). Implementó el uso de una sola tasa no diferenciada, no se hizo doble cambio ni se excluyó a los viajeros de la renta, justamente para no favorecer el mercado negro.

El Gobierno subsidió al viajero en las mismas condiciones que subsidió al importador, al cual le subsidiaron los dólares para que nos vendiera barato. Hoy, con las tasas diferenciadas (Simadi, Sicad y Cencoex) la situación ha cambiado parcialmente, pero los dólares viajeros todavía siguen siendo dólares subsidiados.

Seamos duros en esto, pero hay que decirlo. Hablando de los dólares que se asignaron a toda la gente que revendió dólares y los que no: esos reales se perdieron por andar subsidiando vergas que no deben subsidiarse. Confiaron en la gente y algunos hicieron negocios ilícitos con eso, y por otro lado, los que sólo viajaron, los muy güebones se han creído el mojón de que son ricos porque se fueron a Noruega una semana con dolarcitos regalados por papá Gobierno y ahora quieren viajar todos los años.

Una receta para no llorar más

Ya que el llanto ha sido insoportable y es cansón tener que lidiar con tales angustias, desde este humilde espacio de opinión ayudaremos a nuestros(as) queridos(as) lectores(as), pa' que no digan que sólo les dimos una descarga. Este comentario bobalicón y capitalistoide va dirigido con cariño sólo a los llorones por la medida, pero que son gente que dice "no ser raspacupos". La estrategia es: sentido común y hacer lo que la gente normal en otros países. Lean:

Quiero viajar. No soy raspacupos. Ok. Trabajo, ahorro, ordeno mis gastos, sacrifico algo simple que pueda negociar. Ordeno la pea. Compro los cupos disponibles a mi destino de viaje. Compro la diferencia, es decir, las divisas que verdaderamente pueda necesitar, en Simadi, que es más caro, pero es legal y a precio muy inferior al paralelo. Puedo comprar hasta $2.000 al mes vía Simadi. Viajo y quedo tabla. Ni me sobra pa' revender, ni el Estado me subsidia tanto mi puto viaje.

Denle la vuelta a la vaina, saquen cuentas y dejen el puto llanto. Parece que se les hubiera muerto la mamá.

Y al que es raspacupos: ¡el coñísimo de tu madre! ¡Trabaja! ¡Sanguijuela!

1 comentario:

  1. german,todo eso lo he visualizado,pero tu lo has descrito extraordinariamente,ojala lean el articulo completo porque hasta para leer son flojos,los bachaqueros de divisas hay que darles duro..¡¡¡

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