"Esto es el nacionalismo de las vacunas. Los países desarrollados han dominado estas vacunas y luego las acaparan. No nos las suministran hasta que las vacunas están a punto de caducar. A algunas solo les quedan dos semanas para caducar", expresó con indignación Faisal Shuaib, el secretario de Desarrollo Nacional de Atención Primaria de Salud de Nigeria.
Nigeria recibió más de 2,5 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca de Europa en octubre, pero casi la mitad de ellas expiraron en noviembre. Para calmar las preocupaciones del público sobre la seguridad de las vacunas, el Gobierno de Nigeria se vio obligado a destruir estas vacunas caducadas la semana pasada.
Para este país, el más poblado de África, esta es obviamente una decisión difícil. Actualmente, Nigeria ha acumulado más de 230.000 casos confirmados. Bajo el impacto de la cuarta ola de la pandemia, el país ha confirmado recientemente más de 1.000 nuevos casos por día. La tasa de la primera dosis de vacunación de la población es solo del 6 por ciento.
En África, no solo Nigeria, han recibido vacunas vencidas de Occidente. Ya en julio de este año, las estadísticas de la OMS mostraron que 8 países de África se enfrentan al problema de las vacunas caducadas. Países como Malawi y Sudán del Sur se han visto obligados a destruir o desechar decenas de miles de vacunas.
Los países africanos se ven obligados a destruir las vacunas caducadas, lo que refleja el hecho de que el "nacionalismo de las vacunas" occidental sigue funcionando. Tomemos como ejemplo a Estados Unidos. Los datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos muestran que el país desperdició al menos 15,1 millones de dosis de vacunas de marzo a septiembre de este año. Los medios estadounidenses informaron que el número de vacunas desperdiciadas en los Estados Unidos supera con creces el número de vacunas en muchos países en desarrollo. El presidente de Sudáfrica, Ramaphosa, criticó a principios de este mes: "Los países ricos han hecho pedido vacunas que superan las necesidades de sus propias poblaciones, y cuando queremos vacunas, solo nos dan algunas ‘sobras’. Muestran su codicia. Es muy, muy decepcionante de hecho".
La "brecha de las vacunas" es el mayor obstáculo para la lucha actual del mundo contra la pandemia. Extender la mano para ayudar a los países de bajos ingresos es la responsabilidad ineludible de la comunidad internacional, especialmente de las principales potencias. En este sentido, China siempre ha considerado las vacunas como un producto público mundial y su ayuda exterior siempre es incondicional y responsable.
África necesita ayuda oportuna y sincera sin donaciones falsas de vacunas caducadas. Los países occidentales deben asumir la responsabilidad y proporcionar a África vacunas de calidad calificada al igual que China, y hacer esfuerzos para construir una barrera inmunológica para el mundo. En la globalización actual, mientras haya un país que no haya eliminado la pandemia, no se puede decir que el mundo sea seguro. Cuando los países occidentales ayudan a África, en realidad se están ayudando a sí mismos.
Para calmar las preocupaciones del público sobre la seguridad de las vacunas, el Gobierno de Nigeria se vio obligado a destruir estas vacunas caducadas la semana pasada.
2021-12-28 12:18 GMT
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