La vuelta al mundo en bicicleta: el increíble viaje de Isidoro Mellado a principios del siglo XX
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Isidoro Mellado dio la vuelta en mundo a principios del siglo XX. Lo hizo subido en una bicicleta y tardó ocho años en completarla. Una historia desconocida que guardan sus familiares en los libros de sellos que creó el aventurero para certificar su gesta.
Ir en bicicleta es sinónimo de libertad. La caricia (o bofetada) del viento en la cara cuando se baja una pendiente. La posibilidad de salirse de las directrices marcadas por el asfalto de la carretera. Los aromas del campo penetrando por las fosas nasales. Sensaciones que no se tienen cuando la persona viaja a bordo de un automóvil. Estas son las que avivan el fuego del cicloturismo, cada vez más solicitado. Adentrarse en un lugar sobre las dos ruedas se ha convertido en tendencia. Sin embargo, no se trata de una ocurrencia del siglo XXI.
Entre 1884 y 1886, el británico Thomas Stevens completó la primera vuelta al mundo en bicicleta. Lo hizo sin suspensión o GPS. Es más, lo consiguió pilotando un clásico biciclo, vehículo en el que la rueda delantera es mucho más grande que la trasera. Sin saberlo, él fue uno de los pioneros del cicloturismo y de la aventura en ruta. Poco después, Annie Londonderry completó la circunferencia planetaria para ser la primera mujer en lograrlo. En España, no tardaron en aparecer trotamundos.
Isidoro Mellado nació en 1905 en Coria, en el corazón de la provincia de Cáceres. No se sabe mucho sobre sus primeros años de vida. Simplemente que llegó al mundo en tiempos complicados, en los que la pobreza formaba parte del día a día de las áreas rurales españolas. En la llanura extremeña, trabajar en el campo era la única salida para la mayoría. Hundir la azada en la tierra y comenzar a hacer surcos. Mellado contaba con una segunda opción aprender el oficio de su hermano y laborar en la carpintería familiar. Sin embargo, nunca tuvo muchas intenciones de dedicarse a la madera. Optó por una tercera vía. La de la aventura.
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"Parece ser que siempre tuvo en mente lanzarse a conocer mundo", comenta a José Díaz Mellado, sobrino nieto de Isidoro, a Sputnik Mundo. Y es que su mente, más que agricultura o carpintería, había deseo de recorrer el planeta. Quería hacer la maleta y dejar atrás Coria. La oportunidad apareció cuando cumplió los 24 años. El club ciclista de Badajoz quería financiar a alguien que quisiese dar la vuelta al mundo en bicicleta. Mellado se presentó en la ciudad del Guadiana como voluntario. La asociación le dio el visto bueno. Desde allí mismo, en noviembre de 1928, emprendió su ruta. Su sueño se hacía realidad.
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