Domingo, 29/12/2013
Por: Los Domingos de Díaz Rangel
Si nos
dedicamos a buscar solo los acontecimientos políticos más importantes de
Venezuela en este año que ya tiene listas sus maletas, necesariamente
encontraremos tres que retuvieron la atención del país, y tuvieron variada
repercusión en el exterior, particularmente en la región, y uno que nos
conmovió a todos e igualmente, en diversos grados, en los países
latinoamericanos.
Me refiero a
las elecciones presidenciales del 14 de abril, a las recientes municipales del
8 de diciembre, al diálogo Presidente-oposición y a la muerte del presidente
Hugo Chávez el 5 de marzo.
Reelecto por
tercera vez con el 55,14% de los votos, que representaban más de ocho millones,
la más alta que haya recibido venezolano alguno en cualquier votación, el 8 de
diciembre de 2012, agobiado por un mal que nos había anunciado sorpresivamente
casi dos años antes. Objeto de especulaciones en los medios durante toda su
enfermedad, agravada en la fase final de su violenta campaña, de Sabaneta a
Caracas en pleno aguacero, debió volver a La Habana donde recibía tratamiento
médico, para venir el 8 de diciembre a decirle al país que ante una eventual
separación suya de la Presidencia, votaran por Nicolás Maduro, a quien había
escogido para reemplazarlo entre todos sus colaboradores. Regresó a Cuba, y
cuando era inevitable su desenlace vino al piso 9 del Hospital Militar Carlos
Arvelo, donde falleció en la tarde del 5 de marzo. Las demostraciones de dolor
y cariño de los venezolanos se expresaron durante varios días mientras su
cadáver permaneció en la Academia Militar, y en su entierro, cuando vinieron
delegaciones de unos 70 países.
Su muerte
tuvo, tiene y tendrá efectos en la política venezolana y en el proceso
integracionista y de unidad latinoamericano, y en las luchas nacionalistas y
por la independencia de nuestros pueblos. Fue el hecho político más
trascendente ocurrido en Venezuela este año, como ya hemos dicho, con
repercusiones fuera de Venezuela. Pocas semanas después, el 14 de abril, hubo
elecciones que ganó Maduro, con un margen menor, un cuarto de millón,
equivalente al 1,4%. Enorme la decepción de los opositores y centros de poder
en el exterior, esperanzados en que la ausencia de Chávez sería también un
golpe mortal al chavismo, y de verdad creyeron que era la gran oportunidad para
acabar con la revolución bolivariana. Henrique Capriles consideró esos
resultados insuficientes y tramposos, llamó a sus partidarios a expresar su
arrechera en la calle, y como quiera que se lean, dejó 12 muertos y numerosos
heridos. No contento, desconoció a Maduro como presidente y pretendió que lo
siguieran sus partidarios en tan absurda política, e insistió en adelantar
todas las acciones posibles dentro y fuera del país a ver si alguien le hacía
caso.
Entretanto,
desarrollaron una intensa campaña contra el CNE y todo el sistema electoral, el
más confiable y seguro del mundo. Durante toda esa campaña de descrédito nunca
dijeron cuál era el porcentaje mínimo necesario para reconocer el triunfo de un
adversario. Esos comicios, y sus repercusiones, llenaron abundantes espacios
informativos en todos los medios, hasta que se convocaron las elecciones
municipales.
La oposición
venía de dos derrotas en elecciones presidenciales, y una más abrumadora
todavía en las de gobernadores, cuando perdieron en 20 de 23 estados, tres de
ellos de enorme importancia política como Táchira, Carabobo y Nueva Esparta. Sin
embargo, meses más tarde se volvieron a equivocar cuando en lugar de ver que
habría 335 elecciones locales, dijeron que se trataba de una confrontación
plebiscitaria Maduro-Capriles, que esta sí era la gran oportunidad de derrotar
al chavismo, estimaron que ganarían hasta un 60% de las alcaldías. Nuevo
fracaso. De las 335 alcaldías, triunfaron en 75, sacaron el 45% de los votos y
perdieron en 20 de las 30 ciudades más pobladas, aunque algunas de esas 10 son
de las más importantes. Estas derrotas están en la agenda del Psuv para su
análisis.
El año cierra
con el diálogo que tanto esperaba el país entre gobierno y oposición, esta vez,
entre el presidente Maduro y los 75 alcaldes y los tres gobernadores. Un
encuentro nunca antes visto, que, además, transmitido por TV, permitió escuchar
a los alcaldes y gobernadores de oposición decir lo suyo con absoluta libertad.
Si el año no fue nada bueno para la oposición, ustedes juzguen por este
resumen, en 2014 no habrá elecciones que los aglutine y mantengan su unidad
pegada con saliva de loro; seguramente estarán obligados a mirar a su interior,
examinar sus heridas, examinar las causas de tantos reveses y ver si comprenden
mejor lo que ocurre en Venezuela.
El Presidente
Enrique Peña Nieto de México comparte ahora con las trasnacionales la
explotación del petróleo, mexicanísimo desde 1938, nacionalizado por el
presidente Lázaro Cárdenas, y en Perú el Presidente Ollanta Humala andan por el
mismo camino con Petroperú. Cuanta diferencia con la política petrolera que
impuso el presidente Chávez y le dio fuerza a su política exterior. ¿Ustedes
sabían que producir 60 litros de gasolina cuesta Bs 20, pero Pdvsa lo “vende”
por Bs 4,56? Cada vez que se llena un tanque de 60 litros, el país pierde 15
bolívares con 44 céntimos. Solo los extremistas de la oposición se oponen a un
razonable aumento del precio.
Y cierro deseándoles a todos lo
mejor para el próximo año.
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