Martes, 25/06/2013
Documentos de inteligencia
estadounidense aseguran que el gobierno de Bashar Al-Assad está ganando la
guerra contra los mercenarios armados y entrenados por los EEUU y sus aliados. La invasión ha ocasionado 50 mil muertos y
según ACNUR 1.600 millones de personas desplazadas. La ayuda militar de
Hezbollah y el apoyo de Irán y de Rusia, han sido decisivo para las derrotas
recientes de estos mercenarios.
Wall Street Journal,
periódico estadounidense ha puesto a circular esa información que emana de los
servicios de inteligencia “un número creciente de informaciones de inteligencia
y del Departamento de la Defensa de Estados Unidos estima que el presidente
sirio, Bashar Al-Assad, está ganando actualmente la guerra iniciada hace dos
años por los Estados Unidos y es poco probable que sea derrocado en un futuro
próximo”.
La fuente asegura que, el
envió de más armamento a Siria no ayudaría a estos mercenarios en sus objetivos
militares, ya que éstos están derrotados moralmente y políticamente. Siria
declaró que cerca de 6 mil mercenarios extranjeros han sido muertos durante
esta invasión a su país, en su mayoría pertenecientes al Frente Al Nusra unidos
a la organización Al Qaeda. Al Manar de la cadena de noticias libanesa, dió
cifras de los servicios de la inteligencia británico y estadounidenses que
concuerdan con las proporcionadas por las autoridades sirias.
El portavoz de la
cancillería rusa, Alexander Lukasevich, reiteró a la comunidad mundial que
Moscú utilizará su poder de veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas (ONU) para impedir la imposición de una zona de exclusión aérea sobre
Siria, por temor a que dicha medida conlleve más desgracias para el pueblo
sirio y se repita la historia de Libia en 2011.
"Ya vimos en Libia cómo
se establece esa zona y cómo se ponen en práctica esas decisiones (por la
exclusión aérea). No queremos que eso se repita en Siria (...) No vamos a permitírselos",
afirmó Lukasevich el pasado lunes 17 de junio, durante una conferencia de
prensa. El funcionario del Kremlin denunció que la imposición de una zona de
exclusión aérea sobre Siria “violaría el derecho internacional y la
autodeterminación del pueblo sirio.
El diplomático condenó los
preparativos militares que Washington lleva adelante en Jordania, porque es una flagrante violación del derecho
internacional". De esta manera aludió que el despliegue de misiles
interceptores Patriot y cazas F-16 de EE.UU en Jordania “podría ser el paso
previo para el establecimiento de una zona de exclusión aérea” en la vecina
Siria. Esta advertencia se hizo pública el mismo día que comenzó la Cumbre
presidencial del G8 (los siete países más ricos, más Rusia), que se reunió en
Irlanda del Norte con el conflicto sirio como centro de la agenda.
Vladimir Putin llegó a la
cumbre con una posición de total rechazo a la intención de Occidente de prestar
más apoyo a los rebeldes. En unas declaraciones después del encuentro que
sostuvo el domingo con Cameron, acusó a quienes entreguen más armas a la
oposición de “mancharse las manos de sangre” El presidente ruso aseguró que el
único representante legítimo de Siria es el gobierno de Bachir el Asad, y
añadió que, mientras siga siendo así, Rusia le seguirá apoyando.
El primer ministro ingles
Cameron manifestó que “aún hay espacio para algunas coincidencias”. Las únicas
fueron las mencionadas por Obama y Putin sobre una salida negociada. Pero esa
solución pasa por la celebración de la conferencia de paz acordada el mes pasado
por los gobiernos de Rusia y EEUU, para la que todavía no se ha encontrado
formato ni fecha por diversos desacuerdos.
En conclusión los pueblos
amigos de la paz que somos la mayoría, debemos tener la esperanza que Siria no será
otra Libia, donde se ejecutó un holocausto ante la mirada indiferente de los
organismos internacionales de derechos humanos, para ayudar a que sea así,
debemos denunciar a todos los gobiernos imperiales que nos imponen las guerras
para despojarnos de nuestros recursos naturales.
Germán Saltrón Negretti
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