Mundo 2022-07-09 06:48 GMT
Según un informe de Bloomberg del 5 de julio, las autoridades estadounidenses están presionando a los Países Bajos para que prohíban a ASML Holding HV vender a China su tecnología más avanzada, esencial para fabricar gran parte de los chips del mundo. ASML ya no puede enviar las herramientas más avanzadas a China. La nueva prohibición, si la aprueban los holandeses, impediría a la empresa entregar a China los sistemas de litografía ultravioleta profunda. Estos sistemas de litografía DUV son las máquinas más utilizadas en la fabricación de chips menos avanzados para coches, teléfonos, ordenadores y robots.
Los informes señalan que los funcionarios estadounidenses también están intentando que Japón se una a esta prohibición para que la misma tecnología no llegue a los fabricantes de chips chinos.
Cuando los políticos estadounidenses sermonean a otros países sobre la "represión", siempre les gusta decir que "la represión alimenta la innovación" y que no siempre se puede controlar las cosas. Pues bien, lo mismo se aplica aquí. La campaña de Estados Unidos para reprimir el desarrollo tecnológico chino solo puede alimentar la innovación china.
El objetivo de Estados Unidos es sencillo: evitar que China abarque más terreno en la industria de los semiconductores y asegurarse de que los "campeones nacionales" de China no se conviertan en campeones mundiales. Ha sido la estrategia de las sucesivas administraciones. Donald Trump lanzó una guerra contra Huawei, SMIC y otros. Joe Biden heredó y continuó la batalla.
Estados Unidos debería haberlo aprendido solo por las consecuencias de estos enfrentamientos. China tiene la industria de chips de más rápido crecimiento del mundo. A pesar o gracias a estas acciones desde Occidente, 19 de los 20 fabricantes de chips que más han crecido en los últimos cuatro trimestres proceden de China, según un informe de Bloomberg de finales de junio. Solo ocho empresas chinas figuraban en la lista un año antes. Los datos de la Asociación de la Industria de Semiconductores muestran que, en 2020, las ventas de semiconductores de la parte continental de China se acercaron a los 40.000 millones de dólares, y representaron el 9 % del mercado mundial, justo por detrás de la cuota de mercado del 10 % de Japón y de la UE.
Los verdaderos perjudicados serían los propios "aliados" de Estados Unidos. La parte continental de China es el tercer mercado más importante de ASML, y representa alrededor del 16 % de las ventas de la empresa en 2021, lo que equivale a 2.100 millones de euros. Tras el informe de Bloomberg, el valor de las acciones de ASML en Estados Unidos se desplomó un 7,2 %.
China es el tercer mayor socio comercial de los Países Bajos con un volumen comercial de más de 110.000 millones de dólares en 2021. Creció casi un 27 % desde 2020. Entre los miembros de la UE, los Países Bajos fueron el mayor importador de productos de China en 2021. El primer ministro de los Países Bajos dijo abiertamente tras la Cumbre de la UE de este año que se opone a reconsiderar las relaciones comerciales con China por las políticas chinas de Hong Kong y Xinjiang. Y aunque reconoció la supremacía de Estados Unidos, también abogó por una política europea más independiente hacia China.
Los Países Bajos tienen que ver claramente los planes de Estados Unidos y poner el bienestar de los pueblos por encima de los juegos de poder de Washington. Seguir las pautas de Estados Unidos solo podría perjudicar a los propios Países Bajos.
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