Mundo 2022-07-08 13:15 GMT
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Recientemente, los medios estadounidenses informaron que Estados Unidos está discutiendo la cancelación de algunos de los altos aranceles impuestos por el gobierno anterior a los productos chinos para aliviar la presión inflacionaria que repetidamente ha alcanzado niveles récord. El día 5, varios medios citaron fuentes que dijeron que la administración de Joe Biden podría cancelar las tarifas "pequeñas". ¿Qué tan pequeñas? $10 mil millones, o alrededor del 2.7 por ciento de los $370 mil millones de productos chinos sujetos a altos aranceles.
La gente sabe bien que en los Estados Unidos, debido al extremo interés personal de algunos políticos y a las restricciones impuestas por diferentes grupos de interés, muchas cosas se asemejan al viejo dicho popular "mucho ruido y pocas nueces". En esta ocasión la historia se repite una vez más. De hecho, la gente ha tenido presente durante mucho tiempo dos aspectos: primero, los políticos estadounidenses no soportarán pérdidas políticas por los intereses de los Estados Unidos, de las empresas y de las personas. Al final, los "votos" tienen la última palabra. En segundo lugar, cuanto más demore el gobierno de EE. UU. la eliminación de los aranceles a China, más profundo será el daño a la economía de EE. UU.
En los últimos cuatro años, numerosos hechos y cifras han demostrado que la guerra comercial lanzada por Estados Unidos contra China ha fracasado por completo. Según las estadísticas de la "Organización de estadounidenses por la coalición de libre comercio", desde mediados de 2018 hasta abril de este año, la guerra comercial iniciada por Estados Unidos contra China costó a los estadounidenses 129.000 millones de dólares adicionales.
Es por eso que los llamados para levantar los aranceles a China se han vuelto más fuertes a medida que los precios en EE. UU. se han disparado. Un informe de Alex Durante, economista de la Fundación Fiscal de EE. UU., publicado recientemente, dice que la imposición de aranceles a los productos chinos no ha traído ningún beneficio tangible a la economía de EE. UU.
En este caso, ¿por qué Washington ha dudado? ¿Por qué el Representante de Comercio de EE. UU., Katherine Tai, incluso se burla de la investigación anterior como "algo entre ficción y un ejercicio académico interesante"?
El factor más importante es el "voto". El sistema político estadounidense determina que los políticos de Washington son en realidad "esclavos electorales". Cuanto más cerca estén las elecciones de mitad de período, más importante será para los políticos estadounidenses ver cómo obtener más votos. En la actualidad, diferentes grupos de interés de los Estados Unidos tienen diferentes demandas sobre si cancelan los aranceles a China y en qué medida, lo que hace que la Casa Blanca piense y piense al considerar decisiones relacionadas. Una fuente revela que, por un lado, Biden planea cancelar los aranceles insignificantes contra China y, por otro lado, tiene la intención de aumentar la revisión de los aranceles en áreas clave como los semiconductores. El "Financial Times" británico comenta que Biden quiere ayudar a los consumidores estadounidenses, pero antes de las elecciones de medio término quiere evitar parecer "demasiado blando ante China" debido a las reducciones arancelarias.
Como las dos economías más grandes del mundo, China y Estados Unidos revelan el siguiente patrón: mientras cooperan el beneficio es para ambos y mientras luchan el perjuicio es para ambos. Esto se ha demostrado una y otra vez. Cuando EE.UU. provocó la guerra comercial, la actitud de China fue clara: para negociar, la puerta está abierta; para luchar, emprenderemos acciones hasta el final. Hoy, frente a la vacilación de EE. UU. en el tema arancelario, China ha sido enfático en una ley universal: cancelar todos los aranceles adicionales a China beneficiará a China, a EE. UU. y al mundo entero.
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