¿Podrá la guerra global financiera y económica de Biden doblegar a Rusia y China?
En Ucrania se juega el nuevo geoestratégico orden mundial del siglo XXI que implica varias guerras en una. Aquí, la alianza EEUU, OTAN, Unión Europea ha propinado sus 'catastróficas sanciones'. Destaca su doble guerra financiero económica, que busca desacoplar a Rusia de China, país que cuenta con su propia plataforma para contrarrestar a SWIFT.
Hasta Financial Times, portavoz del desfalleciente globalismo neoliberal, confiesa que Xi Jinping se encuentra "reticente a abandonar su alianza sin límites con Rusia".
Las catastróficas sanciones de EEUU, la OTAN y la Unión Europea han llegado al grado grotesco de que la prensa china se mofe de ellas, al grado de haber sancionado a los "gatos rusos": "un ridículo más allá de la imaginación" que manifiesta la "falta de dentadura del drama occidental".
El Global Times de China asevera que las "nuevas sanciones de EEUU a la industria de defensa de Rusia no tendrán un impacto significativo" ya que su "independiente sector militar no depende de las tecnologías de Occidente", mientras Dmitri Rogozin, director de Roscosmos, anunció que cesará de abastecer a EEUU con sus motores de cohetes por lo que les recomendó en forma sarcástica que volasen en "sus escobas".
A los siete días de las catastróficas sanciones de Biden contra Rusia, el locuaz ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, pidió una "guerra económica total contra Rusia", aduciendo que las sanciones son "terriblemente efectivas": "vamos a librar una guerra económica y financiera total contra Rusia", refocilándose del "colapso del 30% del rublo y el derretimiento de sus reservas foráneas, concomitantes al "colapso de sus mercados" y el "incremento de la inflación", con el alza en las tasas de interés al 20%. Le Maire se jactó de que podía "provocar el colapso de la economía rusa".
Después de que el expresidente Dmitri Medvédev lo paró en seco en un tuit, el desregulado Le Maire retiró su insensata "declaración de guerra contra Rusia".
David Goldman, de Asia Times, destaca que el sistema de pagos chinos CIPS puede sustituir al SWIFT en las operaciones financieras de Rusia, pero que "podría desencadenar sanciones de EEUU a los bancos chinos".
El economista y académico ruso Sergey Glazyev publicó, dos días después de que Biden anunciara sus catastróficas sanciones, un artículo titulado Sanciones y Soberanía en Expert sus propuestas para contrarrestar la doble guerra financiera y económica. Considera que "Rusia no ha sido dañada seriamente" en contraste a la malignamente tóxica de la infodemia de los medios israelíes y anglosajones, adictos a la "técnica Hasbara".
Además, señala que el "principal resultado de las sanciones de EEUU y Europa ha sido un cambio en la estructura geográfica de las relaciones económicas foráneas de Rusia en favor de China", lo cual "compensa plenamente la reducción de las relaciones económicas y comerciales con la Unión Europea", mientras Moscú ha diversificado sus cuantiosas reservas —del orden de los 630.000 millones de dólares, ocupando el cuarto lugar a nivel mundial con solo una deuda en proporción a su PIB de menos del 20%—, a otras divisas y al oro.
Glazyev arguye que "el embargo de los activos estatales rusos puede generar en forma simétrica un embargo al servicio de las obligaciones de deuda a los prestamistas occidentales", al mismo tiempo que son embargados sus activos, lo que en última instancia haría que las "pérdidas de las partes fueran aproximadamente iguales".
Más que nada, Glazyev recomienda "completar la desdolarización de las reservas foráneas de Rusia y la sustitución de las divisas de EEUU, la OTAN, y la Unión Europea con oro", al unísono de introducir un rublo digital con el fin de "fortalecer la soberanía nacional de la economía", mientras que las "sanciones estadounidenses constituyen la agonía de un sistema económico mundial imperial caduco basado en el uso de la fuerza".
Veinte días antes de la aplicación salvaje de las sanciones financieras y económicas de EEUU, la OTAN y la UE contra Rusia, Leonid Bershidsky, de Bloomberg, comentó que la "expulsión de Rusia del sistema de pagos interbancario SWIFT podría ser contraproducente" ya que el Sistema Interbancario de Pagos con sede en Bruselas, con un centro de datos en Virginia,"es vulnerable al género de disrupción que las sanciones podrían acelerar".
Por su parte, cinco días después de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, Andy Mukherjee, de Bloomberg, afirmó que "China puede darle la vuelta al SWIFT poniendo en juego su dinero digital" cuando las "sanciones subrayan la necesidad para Pekín de romper su dependencia con el sistema dolarcéntrico dominado por EEUU".
Según Mukherjee, las sanciones contra Rusia "podrían otorgar a los rivales geopolíticos de EEUU, especialmente China, la justificación para promover versiones digitales de su dinero en sus propios bancos centrales para las finanzas y los gobiernos globales", lo cual "podría debilitar la influencia internacional del dólar".
¿Se habrá disparado en su propia ingle la triada EEUU, OTAN y Unión Europea?
Mukherjee aduce que los tres principales pilares de la hegemonía económica de EEUU son el SWIFT, el poco conocido CHIPS (no confundir con los semiconductores) y su dólar.
A su juicio, SWIFT constituye un "panóptico financiero" —panóptico, de acuerdo con la RAE, es algo construido de modo que toda su parte interior se pueda ver desde un solo punto— que "permite a Washington vigilar los flujos transfronterizos de fondos".
La Cámara de Compensación del Sistema de Pagos Interbancarios (Clearing House Interbank Payments System o CHIPS, por sus siglas en inglés) "representa un club privado de instituciones financieras de 43 miembros que compensan y liquidan 1,8 billones de dólares cada día, usando una cuenta prefinanciada en la Reserva Federal".
Los 43 miembros de CHIPS tienen oficinas en EEUU, lo que les hace punibles a las leyes estadounidenses.
Como medida precautoria para escapar del yugo financiero del CHIPS de EEUU, China tiene preparado su propio Sistema de Pagos Interbancario Transfronterizo (CIPS, por sus siglas en inglés) que liquida los adeudos internacionales en su divisa, el yuan, y puede transmitir sus propios mensajes en sus redes prescindiendo del SWIFT.
Las limitaciones del CIPS chino radican en que 40% de los pagos internacionales se realizan en dólares, mientras que el yuan solo participa en un magro 3%, por lo que no constituye un sucedáneo para el CHIPS estadounidense.
Mientras China balbucea financieramente frente a la hegemonía de la triada letal SWIFT, CHIPS, dólar, Pekín lleva una delantera impresionante en su divisa digital, conocida como e-CNY (el yuan digital), que inició su experimentación en varios centros piloto en China continental a finales de 2017.
Según el Banco Central Chino, el yuan digital está "diseñado principalmente para pagos domésticos al menudeo".
Más allá de las consideraciones técnicas del yuan digital, Mukherjee juzga que será impermeable a la mensajería del SWIFT y a la vigilancia del CHIPS de EEUU, mientras el yuan per se prosigue la erosión del dólar, por lo que la "esfera del dominio económico estadounidense pudiera encogerse, no en un año o dos, pero quizá en una década".
Cinco días más tarde a su seminal ensayo, Andy Mukherjee juzga que "aún sin la guerra en Ucrania la banca correspondiente que usa el sistema de mensajería SWIFT iba cuesta abajo" y propone que los "bancos centrales deberían edificar carreteras post-SWIFT" para que "se encuentre una alternativa más segura a fin de que las empresas y los individuos envíen fondos transfronterizos".
¿Habrá abierto la triada EEUU, OTAN, Unión Europea la Caja de Pandora del caduco, pero aún vigente, sistema financiero internacional, que puede significar su harakiri?
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK
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