martes, 7 de julio de 2020

EE.UU SE ALEJA DEL PRIMER MUNDO. AQUÍ TE LO DEMOSTRAMOS. SPUTNIK.

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    AMÉRICA DEL NORTE
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    La sociedad estadounidense es cada vez más desigual y varios de sus indicadores socioeconómicos aparecen cada vez más lejos de los buenos resultados obtenidos por países europeos de ingresos altos. Gastos excesivos en salud, el bajo salario mínimo y la baja esperanza de vida evidencian las dificultades cotidianas para sus trabajadores.
    Suelen decir que EEUU es un país de oportunidades. Y fue una verdad cierta durante el comienzo del siglo XX, cuando muchos europeos huían de la pobreza y las guerras en busca de una prosperidad que se presentaba más accesible del otro lado del Océano Atlántico. Sin embargo, la realidad estadounidense parece ser completamente diferente, cuando un análisis de varios índices de calidad de vida muestran cómo la potencia norteamericana ha quedado atrás en comparación con varias naciones europeas.
    Un repaso de varios indicadores sociales y económicos hecho recientemente por el periodista estadounidense David Leonhardt para el New York Times demuestra cómo el país gobernado por Donald Trump no supo traducir su crecimiento económico de las últimas tres décadas en mejorar la calidad de vida de su clase trabajadora o reducir la brecha entre los sectores más ricos y los menos pudientes.

    Cinco indicadores del retraso estadounidense

    • Esperanza de vida
    La esperanza de vida es un claro ejemplo. El artículo recuerda que la esperanza de vida de los estadounidenses solo creció tres años desde 1990. Datos a 2018 situaban la expectativa de vida en EEUU en unos 78 años, un valor que se ha estancado en comparación con países como Japón, Italia, Alemania, Corea del Sur o incluso Grecia, que ya superan con creces los 80 años y apuntan a continuar creciendo.
    El análisis de Leonhardt es contundente al señalar como una de las principales causas la falta de políticas públicas por parte de la Casa Blanca para reducir la brecha entre el poder político y económico de los ricos y grandes corporaciones con el de los trabajadores asalariados. De hecho, los datos muestran que los trabajadores estadounidenses reciben cada vez una porción menor de las riquezas producidas por su país.
    • Salario mínimo
    Entre los indicadores más esclarecedores está el salario mínimo, categoría en la que EEUU ha quedado rezagado con respecto a otros países de renta alta. El artículo consigna que el salario mínimo anual de EEUU —unos 15.000 dólares a 2018— quedó muy por detrás de otros como Reino Unido, Alemania, Francia, Países Bajos, Australia o Luxemburgo, donde supera los 20.000 dólares anuales.
    • Concentración del mercado
    Leonhardt aporta otro dato clave: la economía estadounidense favorece la concentración en grandes empresas, posibilitando que los grandes grupos económicos impulsen los salarios hacia abajo. El precio de los teléfonos móviles, mayor que en todo el mundo, es un indicador de cómo la falta de competidores perjudica a trabajadores y consumidores.
    • El sistema de salud
    La calidad de vida de los estadounidenses también se ve afectada por el sistema de salud. En efecto, los ciudadanos de EEUU pagan más por medicamentos, procedimientos médicos y visitas médicas que los pacientes de cualquier otro país. De hecho, en promedio los estadounidenses pagan más del doble que los habitantes de otros países de ingresos altos por gastos de salud.
    • La política tributaria
    La desigualdad estadounidense encuentra otro aliado en la política tributaria. La comparación con países como Francia, donde los más ricos llegan a pagar más de la mitad de sus ingresos en impuestos, evidencia la falta de equidad tributaria de los norteamericanos. Para peor, la tendencia es que la carga impositiva para los ricos de EEUU siga cayendo, haciendo que el esfuerzo recaiga más y más en trabajadores e integrantes de la clase media.

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