Fue condenado a 60 años de presidio y permanece recluido en una cárcel de máxima seguridad en penosas condiciones. Un solidario movimiento en Colombia, Venezuela, Argentina, México y Estados Unidos clama por su excarcelación.T/ Manuel Abrizo F/ Archivo CORREO DEL ORINOCO. Caracas
Hoy, a las dos de la tarde, por el canal Youtube de La otra TV se rendirá un homenaje bajo el título Canto Latinoamericano por la Libertad de Simón Trinidad. La actividad incluye un conversatorio, música en vivo y poesía, y ha sido convocada por los impulsores de la campaña Simón Libertad, dirigida a lograr la repatriación a Colombia del luchador exguerrilero y su inmediata puesta en libertad. En esta jornada igualmente se celebrarán los 70 años del combatiente, que cumplió el pasado 30 de junio.
Simón Trinidad, luego de ser extraditado ilegalmente a Estado Unidos por el Gobierno de Álvaro Uribe, fue recluido en una cárcel estadounidense de máxima seguridad ubicada en un desierto.
En el encuentro con que se relanza la campaña por la libertad de Simón Trinidad participarán dirigentes políticos, intelectuales y luchadores sociales de la propia Colombia, de Venezuela, Argentina, México, Estados Unidos. Por Venezuela participarán Jazmina Rausseo, decana de la Unexca y presidenta de la Comisión Bicentenaria Orinoco Magdalena, y Amilcar Figueroa, editor,
historiador y militante bolivariano.
La campaña por la liberación de Simón Trinidad, considerada del mismo tenor que las hechas para liberar a los cinco héroes cubanos, al puertorriqueño Oscar López, a la estadounidense Angela
Davis, Nelson Mandela, Mumia Abú-Jamal, es impulsada por el Partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) en Bogotá, México y Venezuela, la Agenda Colombiana-Brasil, y la Comisión Bicentenaria Orinoco-Magdalena en Caracas.
En una reseña enviada al Correo del Orinoco por delegados de la FARC en Caracas se indica: “Ricardo Juvenal Ovidio Palmera Pineda, más conocido como Simón Trinidad, se encuentra
recluido en la Cárcel Supermax en Florence, Estados Unidos, por crímenes que nunca cometió. Condenado en el 2007 a más de 60 años de cárcel, este hombre de 70 años, nacido en Colombia,
fue encadenado de pies y manos, y mantenido durante los primeros 11 años de reclusión en completo aislamiento, sin ver la luz del sol, manteniéndole las 24 horas del día con luz artificial, sin poder leer ni comunicarse con familiares y amigos”.
Los rasgos de vida de Ricardo Palmera Pineda indican que nació en Valledupar, la ciudad cuna del vallenato. En el seno de una prestigiosa familia de la oligarquía local recibió la mejor educación; se
hizo economista, profesor universitario, cultivador de algodón y banquero. Sus padres, ligados a la política desde el liberalismo son, según Trinidad, la fuente de sus convicciones y del temprano interés
por la política, la lectura y, la historia de Colombia, debatida en largas conversaciones en el comedor de la casa. De Colombia, equiparada en la reseña como Macondo, el pueblo garciamarquino de Cien años de soledad, se afirma que desde su fundación ha padecido treinta guerras civiles y la intervención sistemática de Estados Unidos. El conflicto social y armado que todavía sufre
Colombia, a pesar del último acuerdo de paz, supera las cinco décadas y nueve millones de víctimas.
La Unión Patriótica nace como propuesta política de amplia convergencia surgida del Acuerdo de Paz entre la guerrilla de las FARC y el Gobierno de Belisario Betancourt en 1984. Fuerzas progresistas de todos los rincones se sumaron a la iniciativa, entre ellas el movimiento Causa Común, integrado por
profesores y estudiantes de la Universidad Popular del Cesar, entre los que se hallaba el profesor Palmera, experto en el tema agrario. La Unión Patriótica se constituyó en una fuerza formidable, con
representación en alcaldías, el consejo, asambleas departamentales, entre otros, pero sufrió un feroz ataque con incontables desplazados y más de 5.000 dirigentes asesinados, incluyendo dos candidatos a la Presidencia. “Ricardo Palmera, al igual que millares de colombianos que integraron la
Unión Patriótica fue amenazado de muerte; descontando el exilio como opción se internó en 1987 en las montañas del Caribe engrosando las filas de la guerrilla de las FARC. Allí adoptará el nombre de
Simón Trinidad en homenaje al Libertador Simón Bolívar. Será visto otra vez en 1998, en el Comité Temático del Cagúan, en un nuevo intento de paz de la insurgencia, frustrado en el 2002 con un fiero
bombardeo que inaugura un nuevo ciclo de violencia y persecución, arreciada en una sangría sin precedentes por Álvaro Uribe Vélez, el narcotraficante Nº 82 de las listas negras de la DEA”.
Uribe extraditó a Simón Trinidad el 31 de diciembre de 2004 con acusaciones falsas, pues la ley colombiana impide la extradición por razones políticas; la entrega ocurrió un año después de su
captura en Quito, Ecuador, en donde Trinidad esperaba reunirse con un delegado de las Naciones Unidas para alcanzar un intercambio humanitario de prisioneros. En Estados Unidos, Trinidad enfrentó cuatro juicios por narcotráfico de los que resultó absuelto por falta de pruebas.
Finalmente con testimonios falsos lo condenaron a prisión por conspiración para la toma de rehenes, y lo responsabilizaron de la captura de tres mercenarios gringos que realizaban actividades
para el Gobierno norteamericano. Sin embargo, Simón Trinidad no operaba en la zona de la captura y tampoco integraba las máximas estructuras de mando de las FARC-EP. “Estos somos todos y todas”, indica la nota, “quienes creemos que Simón Trinidad debe volver a Colombia; su repatriación es una deuda no solo con sus compatriotas hastiados de la guerra, la injusticia y la intervención colonial, sino con la humanidad, porque la soberanía, la vida, la democracia y la inclusión social de las gentes del común, por las que se levantó Simón, son causas, de humanidad”.
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