"Europa tiembla con Erdogan"
Turquía cruzó todas las líneas rojas en pocas horas en Siria: lanzó un primer ataque apoyado en los terroristas contra el Ejército sirio que recibió la respuesta de las fuerzas aéreas sirias, luego lanzó un ataque más feroz en el mismo formato y con el mismo objetivo, y acabó derribando dos cazas sirios tras violar espacio aéreo sirio.
La mentira tiene patas cortas
De 'bombas termobáricas' a 'bombas de racimo'. Fue el paso que dio Turquía al incumplir el acuerdo de Sochi que firmó con Rusia en 2018 respecto a las zona de distensión en Idlib. Y así lo constató el canciller ruso, Serguéi Lavrov, tras las últimas acciones virulentas del país otomano.
Y su reacción fue atacar más de 200 objetivos sirios, y el presidente, Recep Tayyip Erdogan, sacó pecho al apuntar las bajas que le había causado a las fuerzas sirias, tanto en hombres —en una cantidad desmentida por Damasco—, como en artillería.
Al respecto, Sergio Fernández Riquelme, Dr. en Sociología y Política Social, y profesor titular en la Universidad de Murcia, señala que Turquía intenta crear un Estado vasallo, una zona de control en el norte de Siria, desde el cantón de Afrin hasta Idlib.
¿Lanza occidente su caballería contra Siria?
A continuación, las fragatas rusas Admiral Makárov y Admiral Grigoróvich, que zarparon del puerto de Sebastopol en el mar Negro, entraron en el Mar Mediterráneo. Al día siguiente, el portaviones USS Eisenhower también se internó en el Mediterráneo, y la vicealmirante Lisa Franchetti dejó claras sus intenciones: El despliegue también servirá para demostrar el compromiso con nuestros aliados y socios en Europa y África", dijo respecto a esta incursión.
A continuación, Siria respondió con el cierre del espacio aéreo sobre Idlib y avisó que todas aquellas aeronaves que entren en ese espacio serían consideradas enemigas y derribadas. A renglón seguido, los militares rusos advirtieron a Turquía que ya no podrían garantizar la seguridad de los vuelos de sus aeronaves en cielo sirio. Pasadas pocas horas, Siria derribó sobre el espacio aéreo de Idlib seis drones turcos que atacaban a las fuerzas sirias, y Turquía respondió violando el espacio aéreo sirio y derribando dos cazas sirios.
"Estamos viendo cómo la crisis de refugiados está provocando una reacción ciudadana sin precedentes en las islas del Egeo, como en el caso de Lesbos donde los ciudadanos se están enfrentando a las autoridades políticas, incluso disparando a la propia policía, y la UE no hace nada ante esa situación e intenta echar la carga de culpa de todo este proceso a Rusia y Siria", observa Fernández Riquelme.
A Turquía le sale el tiro por la culata
Ya desde la semana pasada el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, informó que Ankara tiene planes de celebrar una reunión a cuatro bandas sobre Idlib con la participación de Turquía, Rusia, Alemania y Francia, algo que repitió esta semana Erdogan, pero que también ya había sido respondido por Rusia.
© AP PHOTO / GHAITH ALSAYED
Mientras, en un segundo capítulo de 'Las mentiras tienen patas cortas', Erdogan declaró: "Han llamado y han pedido que cerremos la frontera, he dicho que es tarde, Occidente debe compartir la responsabilidad de los refugiados". Entonces anunció que Turquía había abierto sus fronteras con Grecia y que 76.000 refugiados habían cruzado a territorio heleno.
Unas afirmaciones que la cancillería de Grecia calificó como "totalmente falsas", al detallar que sus fuerzas del orden habían repelido los intentos de unos 10.000 inmigrantes de entrar por la fuerza a territorio heleno.
"La solución pasa fundamentalmente por respetar la legalidad internacional" por parte de Turquía, EEUU y Europa, concluye el Dr. Sergio Fernández Riquelme.
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