Lucha en el barro encarnizada entre Trump, Macron y Merkel
Luego de morderse la lengua en París en su encuentro con el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, en el Elíseo, el presidente de EEUU, Donald Trump, tiró la bomba sobre Francia y también sobre Alemania. La causa: lo que él consideró un insulto por parte de Macron, quien había anunciado la necesidad de Europa de defenderse hasta de EEUU.
La penúltima afrenta de Macron había sido demasiado para Trump, quien sintió que su homólogo francés había ido muy lejos, terminando de detonar todos los puentes de la alianza transatlántica, al declarar en la radio Europe 1, la necesidad de Europa de crear un Ejército común para defenderse de China, Rusia, y hasta de EEUU.
Trump lo consideró una total falta de respeto, más que a la actual alianza que les une desde finales de la Segunda Guerra Mundial, a los soldados estadounidenses que dejaron sus vidas defendiendo a Francia durante la Primera Guerra Mundial. Por si faltaba sal en la herida, Macron lo anunció a las puertas de la conmemoración de los cien años del final de dicho flagelo, que ocurrió un 11 de noviembre.
"Emmanuel Macron sugiere construir su propio Ejército para proteger a Europa de EEUU, China y Rusia. Pero fue de Alemania en la Primera y Segunda Guerra Mundial. ¿Qué tal le fue eso a Francia? Estaban empezando a aprender alemán en París antes de que llegase EEUU. ¡Paguen a la OTAN o no!". ¡Pam! Trump fue lapidario. Duro e incisivo como nunca, y la onda expansiva alcanzó a Angela Merkel. En pocas palabras, le puso los puntos a todos. Tras haber echado espuma por la boca de Twitter, Trump terminó con la desconexión que mostró entre sus gestos y sus palabras cuando estaba sentado a la derecha de Macron en el Elíseo, y el anfitrión le tocaba una de sus piernas para intentar romper el bloque de hielo que había entre ambos y dar un poco de calor ante tamaño desprecio que desnudaba el rostro del norteamericano.
Como dice la frase, 'A quien le quepa el sayo, que se lo ponga'. Y Merkel se lo puso en plena sesión del Parlamento Europeo en Estrasburgo, horas más tarde del huracán de furia que desató el inquilino de la Casa Blanca en la red social.
"Un Ejército común europeo demostraría al mundo que una nueva guerra sería algo imposible en Europa". Así sonó el cachetazo de revés de Merkel, quien al parecer decidió no poner la otra mejilla.
Para el Dr. Armando Fernández Steinko, profesor de la Universidad Complutense de Madrid, el ataque en ráfaga que lanzó Trump fue muy desafortunado desde el punto de vista de los propios intereses estratégicos norteamericanos, es decir, de la diplomacia norteamericana.
No obstante, el analista incide en que "ni Macron ni Merkel pueden decir las cosas de forma directa porque se trata del mundo de la diplomacia. […] La señal [de Merkel] también es para evitar que haya guerras entre europeos. Naturalmente existe en estos momentos una fuerte tensión en Europa, se están exalzando de nuevo los nacionalismos, y ese mensaje está lanzado sobre todo hacia el interior de la UE, hacia aquellos que están volviendo a plantear mensajes nacionalistas como los propios británicos, pero también en muchos partidos de muchos países europeos".
En este sentido, Trump había tuiteado otro mensaje: "El problema es que Emmanuel sufre de baja aprobación entre el electorado en Francia, un 26%, y el desempleo está casi en el 10%. Él está intentando poner el foco en otro asunto. Por cierto, no hay un país más nacionalista que Francia, gente muy orgullosa ¡y con razón!… Make France great again!", tuiteó Trump en dos lances.
Y es que el pasado sábado, el día previo a la conmemoración en París, un colaborador del riñón de Macron y presidente de la Asamblea Nacional, Richard Ferrand, opinó que Trump habla como un "viajante comercial" porque en el fondo sólo le interesa "que Europa financia la OTAN para comprar armas estadounidenses".
¿Estamos ante una lucha entre un 'mercader' y un 'rey'? Ante esta interrogante, Fernández Steinko opina que sí.
"En cualquier caso es un tema muy importante. Todo este tema de la OTAN y de que se forme un Ejército Europeo está muy relacionado con ese segmento de la demanda que es el sector de las armas. A través de ellas, se generan mercados, tecnologías, y se influye diplomática y militarmente sobre terceros Gobiernos. Entonces lo que hay detrás también es esto. Eso es lo que más le irrita a Trump que es sobre todo un comerciante".
"Ese es el problema: que los Gobiernos están hablando de cosas superficiales de corto plazo que afectan a su cartera de pedidos, pero nadie está realmente apostando por redefinir un orden internacional contestando el reto que puso sobre la mesa Putin en la Conferencia de Munich hace varios años: cuál va a ser el escenario que ustedes consideran apropiado para el orden político y económico internacional que tenemos por delante", concluye el Dr. Armando Fernández Steinko.
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