“Los árboles se han de poner en fila,para que no pase el gigante de las siete leguas.Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes.”. José Martí
Los días 18 y 19 de abril ya están registrados como fechas gloriosas para el Pueblo Cubano. Recién triunfante la Revolución, se enfrentaba en 1961 la invasión mercenaria por Playa Girón, alentada, organizada, patrocinada y ejecutada por los Estados Unidos; y el 19 se le asestó la primera gran derrota del imperialismo yanqui en Nuestra América.
¡Cuba se respeta! Ese fue el mensaje claro y fuerte desde entonces. No es casualidad que se escogieran, precisamente estos días, para celebrar la sesión constitutiva de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento). Todo proceso electoral es relevante, pero este, iniciado a finales de 2017, sería uno de los de mayor responsabilidad, complejidad, y más seguidos dentro y fuera del archipiélago: la llamada “generación histórica” pondría en manos de su “relevo generacional”, los senderos de la Revolución Socialista, y el destino del pueblo cubano.
La Revolución Cubana es ejemplo continuo de cómo se enfrentan momentos adversos para seguir adelante y triunfante, con la cabeza erguida, no solo resistiendo y peleando, sino proponiendo y superando obstáculos para consolidar el proyecto socialista.
nueva administración Trump, que pareciera sacada de las peores recetas anticuadas de la historia hostil del “enemigo del norte” como lo llamara José Martí.
extrema desde los particulares y agresivos procesos plegados a Estados Unidos que se viven en países como Argentina, Brasil, Chile, Perú, Colombia, Honduras… lo que indiscutiblemente impacta en el momento de analizar la realidad cubana.
Pero Cuba y su Pueblo no se amilanan. Tienen una historia construida.
Años de desafíos, batallas y victorias. Años de heroísmo, resistencia y ejemplo. Años de gallardía, de presente y de futuro. Por eso la Cuba de hoy, como dijera Diaz-Canel: “Cuando cumplo con honor y emoción esta responsabilidad, dedico el primer pensamiento a la generación histórica que con su consagración y humildad nos acompaña en esta hora de desafíos (…) Asumo la responsabilidad para la
que se me ha elegido, con la convicción de que todos los cubanos seremos fieles al legado del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, líder histórico de la Revolución Cubana, y al ejemplo del General de Ejército, Raúl Castro Ruz, líder actual del proceso revolucionario”.
cree al precio de cualquier sacrificio; manifestando la modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo del pueblo cubano.
Recordando siempre a José Martí en su legado “Nuestra América” que tanto nos habla hoy: “Los pueblos que no se conocen han de darse prisa para conocerse, como quienes van a pelear juntos (…) Con los oprimidos había que hacer causa común, para afianzar el sistema opuesto a los intereses y hábitos de mando de los opresores (…) De todos sus peligros se va salvando América. Sobre algunas repúblicas está durmiendo el pulpo. Otras, por la ley del equilibrio, se echan a pie a la mar, a recobrar, con prisa loca y sublime, los siglos perdidos…”
“¡Porque ya suena el himno unánime; la generación actual lleva a cuestas, por el camino abonado por los padres sublimes, la América trabajadora; ¡del Bravo a Magallanes, sentado en el lomo del cóndor,
regó el Gran Zemí, por las naciones románticas del continente y por las islas dolorosas del mar, la semilla de la América nueva!” –dijo el cubano y nuestro americano Martí. Saludamos al pueblo cubano y a la continuidad expresa, mezclada de renovación y fortaleza histórica y revolucionaria que entraña la nueva dirigencia de la Revolución Cubana.
¡Cuba, tu ejemplo nos sigue fortaleciendo, junto a la Revolución
Bolivariana, para dar la batalla por la unidad y la integración de
nuestros pueblos!
¡Cuba se respeta! Sigue siendo voz de estos tiempos.
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