jueves, 5 de junio de 2014

EL ALCA Y EL IIRSA: CARAS DE LA MISMA MONEDA

Por: Enrique Contreras Ramírez


El ALCA como el IIRSA, que el imperio del gran capital, junto a los gobiernos latinoamericanos ha metido en nuestra región como integración, no es otra cosa que la explotación insostenible de recursos y distribución de la riqueza cada vez más desigual.

A mediados del año 2013, tuve la ocasión de asistir a un seminario sobre la realidad latinoamericana, dictado por la Universidad Nacional de Antioquia (Medellín), allí tuve la oportunidad de conversar con muchos estudiosos acerca del tema y uno de ellos el Prof. Carlos Restrepo (colombiano) indicaba: “Que alrededor de 660 individuos y cerca de 147 corporaciones controlan la economía mundial, corporaciones vinculadas a la banca y empresas minero-extractivas” y -para reafirmar tal declaración- citaba una nota de prensa aparecida en el diario conservador británico “Daily Mail”, indicando que fue quizás el único periódico del mundo que recogió esta noticia, el 20 de octubre del 2011, presentada por Rob Waugh bajo el atrayente titular “¿Existe una “súper-corporación que dirige la economía global? El artículo indica que podría ser espantosamente inestable tal situación. La indagación halló que 147 empresas crearon una “súper entidad” dentro del grupo, controlando el 40 por ciento de la riqueza en el mundo. Waugh expone que el estudio de la Universidad de Zúrich “prueba” que un pequeño grupo de compañías -principalmente bancos- practica un poder enorme sobre la economía y se encargan de financiar proyectos que organismos como UNASUR, contratan con el imperio del gran capital con el cuento de la Integración Regional Suramericana (IIRSA).

La referencia que utiliza el periódico citado, es la investigación realizada por Estefanía Vitali, James B. Glattfelder y Stefano Battiston, investigadores de la Universidad de Zúrich (Suiza), quienes publicaron más tarde su trabajo el 26 de octubre 2011, bajo el título “La Red de Control Corporativo Global” (The Network of Global Corporate Control) en la revista científica “PlosOne.org”.

El trabajo fue el primero en examinar un total de 43.060 corporaciones transnacionales, la telaraña de la propiedad entre ellas y estableció un “mapa” de 1.318 empresas como corazón de la economía global.

Es de esta manera, como Latinoamérica cae en las redes del imperio del gran capital, bajo la complacencia de los gobiernos, que entregan la soberanía y vendiendo la patria, los gobiernos de manera complaciente entregan los intereses y propiedades de los pueblos a nombre del desarrollo, la democracia, el llamado socialismo real y la libertad -con el cuento de la integración - bajo embaucadores argumentos.

El Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), surge dentro de este contexto, propuesta hecha por parte de los Estados Unidos y que los gobiernos latinoamericanos aceptaron de manera sumisa, para evitarse el disgusto del amo y su salida del gobierno que administran. 

El ALCA, también desarrolla sus planes en Latinoamérica a través del IIRSA -territorialidad de la dominación- cuyas siglas significan: Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), es el foro de conversación, entre las 12 naciones de Sudamérica (actual Unión de Naciones Suramericanas), que tiene como objetivo y fin la programación y perfeccionamiento de planes para el mejoramiento de la infraestructura regional de transporte, energía y telecomunicaciones. Creada en agosto del 2000 durante la primera Cumbre Sudamericana como una forma de abrir la puerta y comenzar en la práctica la integración regional. Cuenta con la “asesoría”, dirección y soporte técnico y financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Corporación Andina de Fomento (CAF), y el Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata(FONPLATA).

Ahora, imagínense que puede buscar la banca financiera en el espectro de estos planes del IIRSA, sino es otra cosa, que acrecentar sus capitales financiando planes, de los grandes conglomerados, que al crear las infraestructuras para la explotación de los recursos naturales de nuestro continente y al entrar en posicionamiento territorial para la ejecución de las llamadas obras para el desarrollo, apuntalan esa dominación que a corto, mediano y largo plazo desarrollan, obteniendo como resultado la reproducción de sus capitales invertidos, dejando en los territorios ocupados el desierto acostumbrado y al lado la pobreza y miseria para nuestros pueblos.

“La cuenca amazónica y arco andino, compartida por la mayoría de los países sud-americanos, históricamente han sido los protagonistas de los problemas limítrofes, cuestión que ya hemos señalado anteriormente, por lo tanto, causa de fondo para evitar una integración real, pero sucede que el año 2000 entre los días 30 de Agosto y el 1 de Septiembre, el presidente en ejercicio para ese entonces, en Brasil, Fernando Enrique Cardozo, invitó a sus homólogos sud-americanos, a una reunión a celebrarse en Brasilia. Hubo un documento que se les entregó a los presidentes allí reunidos, el cual se llamó “Plan de acción para la integración de la infraestructura sur-americana”, por sus siglas la conoceremos como: IIRSA. Esta institución que nació bajo el calor de intereses foráneos tales como: la banca regional, junto con gobiernos de la región y organismos internacionales, más el B.I.D, de igual forma por la corporación andina de fomento y el fondo financiero para el desarrollo de la cuenca del plata (Fonplata) para la construcción de obras de infraestructuras en los diferentes países del área (con un desconocimiento total por parte de la población) pero con una proyección para todo el continente. Todo esto es de aceptación a pié juntillas por los gobiernos de la zona, la línea de acción, la estrategia, estuvo en manos de organismos internacionales, no hubo ninguna oposición al respecto, al contario privo una conducta perruna de sumisión total “a espaldas de los pueblos” pero en beneficio de la política establecida por USA, con el objetivo de mejorar su posición en la región y mantener y fortalecer su hegemonía sobre ella. La inmoralidad se asentó con desenfado y una mentira del tamaño de un templo, cuando en declaraciones a los medios señalaron que: dicho proyecto IIRSA había sido elaborado por ellos. En definitiva de lo que se trata es de entregarle un cheque en blanco al imperialismo norteamericano, quien no solo mejorara la estructura existente, sino que creara la necesaria: vial, portuaria, fluvial en un proyecto integral, incluyendo los sistemas aduanales, telecomunicaciones, tecnología de la información, mercados de servicios y logística. En síntesis una entrega total de la cuenca amazónica y el arco andino (una traición a los pueblos) con las riquezas más extraordinarias con las que cuenta el planeta en la actualidad: biodiversidad, los afluentes hídricos más grande del mundo; recursos naturales estratégicos, que le sirven al robustecimiento del sistema capitalista actual: petróleo, carbón, gas y otros tipos de materiales que enriquecen a las empresas multinacionales”. (MORONTA, Antonio. “El caballo de Troya”. Artículo. Tomado de la página www.ruptura.org).

Podemos decir y a manera de conclusión, que tanto el ALCA como el IIRSA, que el imperio del gran capital, junto a los gobiernos latinoamericanos ha metido en nuestra región como integración, no es otra cosa que la explotación insostenible de recursos y distribución de la riqueza cada vez más desigual. Éstos escenarios no tienen nada que ver con la unidad latinoamericana en la que creía Bolívar, pues en ese planteamiento hay otra cosmovisión del mundo y en esa utopía bolivariana, no había otra cosa, que hacer de nuestro continente una única nación, donde la solidaridad, la fraternidad, la convivencialidad, la igualdad -entre otras características- fueran el alma y el sentido de esa única República y que además sirviera para fortalecer la resistencia a cualquier forma imperial que quisiera dominarnos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario