Lunes, 10/06/2013
Pido
permiso al virtuoso sacerdote Bruno Renaud, para reproducir su artículo
publicado, Ultimas Noticias el
Recordamos
todos al candidato fallido, haciendo campaña electoral en poblaciones fronterizas con la República de
Colombia, entrevistándose con el expresidente y narcotraficante Álvaro Uribe,
con algunos líderes paramilitares y recibido en su despacho por el presidente
colombiano, faltando siete días para las elecciones, celebradas el 14/04/ 2012.
El
excandidato Capriles fue recibido nuevamente, el 29/05/2013 por el mandatario Juan
Manuel Santos para explicarle detalladamente como fue el “fraude"
electoral. Nuestro Presidente legítimo Nicolás Maduro, se vio en la obligación,
de denunciar públicamente las conspiraciones planificadas, por todos los
partidos de la derecha colombiana junto con los de Venezuela, más el gobierno
estadounidense para fomentar en Venezuela una guerra fraticida. No es
casualidad, la visita realizada a Colombia por el vicepresidente Joe Biden y
después la declaración del presidente Santos de ingresar a la OTAN.
La
hora de reflexionar sobre este tema, ha llegado, para ponernos de acuerdo
definitivamente entre venezolanos y colombianos si queremos convivir en paz. A
continuación reproduzco el articulo del sacerdote de Petare, Bruno Reanud,
quien tiene 72 años de edad y 45 viviendo con los pobres en los barrios.
"Los
sociólogos han notado que, cuando un país determinado, la ola de inmigrantes
alcanza el 7% de la población receptora, ésta tiene la impresión muy
desagradable de una "invasión". Cuando la cifra de inmigrantes
aumenta por encima de esta cantidad, se multiplican los reflejos de hostilidad
o xenofobia.
Valga
la consideración inicial para hablar de cifras en Venezuela. Para el 2011, la
cantidad de ciudadanos colombianos viviendo en nuestro país, representaba algo
así como 4 millones y medio de personas, sin incluir los que escapan de la
estadística. Podemos concluir, que la cifra de 5 millones de neogranadinos en
nuestra Venezuela no es una exageración (...) En todo caso, 5 millones de
ellos, frente a 28 millones de los venezolanos representa el 17.86%. Es
admirable la hospitalidad del venezolano común (...)
Según
Juan Carlos Tanus, de la ONG "Colombianos en Venezuela" "'el 75%
de estos inmigrantes se mueve por razones económicas, pero en el fondo esos
motivos son productos del desarrollo de la guerra en Colombia. La guerra
representa casi todo el presupuesto de Colombia y la gente tiene que salir a
buscar otros escenarios".
(...)
Sin duda de que tal cantidad de inmigrantes representa un cúmulo de problemas,
institucionales y personales. Tal situación se hace más sensible en todo el
estado Miranda. En Petare, es bueno reconocerlo con franqueza: son numerosos
los venezolanos que nos sentimos desbordados por lo que aparece como
desfachatez, irrespeto a las costumbres locales, incultura (!ruido! !basura!
(...) y más aun violencia, de parte del colombiano recién integrado.
¿Integrado?
Este es el problema. Según el propio Tanus, 9 de cada 10 colombianos no
participan en ninguna organización comunitaria en el país. Esto es un error. Si
el hermano colombiano quiere, a plazo, evitar la hostilidad del venezolano,
tiene que saber agradecer, y participar de manera respetuosa, constructiva y
activa en la vida local. Sacerdote de Petare". Fin de la transcripción.
Petare
es la capital del Municipio Sucre, del Estado Miranda, ocupa el segundo lugar
con más habitantes dentro del Distrito Metropolitano de Caracas, sólo superado
por el Municipio Libertador. En este Municipio existen aproximadamente dos mil
barrios. La población se calcula en un millón de personas y es el más violento del país.
Resulta
un problema para cualquier país, que una población extranjera residente en su
país, pueda representar la diferencia para decidir una elección presidencial.
Conflictos similares han sucedidos en algunos otros Estados, ocasionado
conflictos étnicos graves.
Venezolanos
y colombianos debemos establecer unos acuerdos, para impedir que se repitan
errores pasados, y evitar conflictos que algunos sectores políticos están
propiciando, buscando que suceda una guerra fraticida y de esta forma,
justificar intervenciones de países imperiales para destruirnos y apropiarse de nuestros recursos
naturales.
Germán Saltrón Negretti
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