Viernes, 25/10/2013
Las batallas políticas por los
impuestos y el gasto persistirán en los próximos meses y años en el Congreso
estadounidense. El riesgo de otro cierre en el gobierno y las dudas sobre la
capacidad de más endeudamiento del gobierno continúan. El pacto logrado el
miércoles, permitirá a Estados Unidos seguir pagando sus deudas y elevar el límite
de endeudamiento público del país por más de 16.7 billones de dólares, solo con
validez hasta el 7
de febrero de 2014 . Ahora, la deuda de EE.UU ésta fuera de control
y se hace impagable.
Veamos, Si a esta deuda pública
emitida por los EE.UU que suma los 16.7 billones de dólares le añadimos la
deuda privada de los hogares y empresas estadounidenses ésta se multiplicaría
por 10 y ascendería a 167 billones de dólares.
El análisis de este problema comienza
con el economista Moisés Naim: “Cómo no malinterpretar a Estados Unidos. Según
el comentarista Christopher Hitchens, "la crisis financiera de Estados
Unidos es el más reciente ejemplo de la tendencia que amenaza con poner a ese
país a la par de Zimbabue, Venezuela o Guinea Ecuatorial". ¡No!,
contraataca Nicholas Kristof, influyente columnista New York Times: "Es la
mala distribución de los ingresos la que pone a EE UU al mismo nivel que repúblicas
bananeras como Nicaragua, Venezuela o Guyana". Nada de eso, dijo Vladimir
Putin, "lo que sucede es que EE.UU es un país parásito que vive a costa de
la economía global". Para Mitt Romney, precandidato presidencial
republicano, el problema es que "EE UU está a punto de dejar de ser una
economía de mercado". Y Barak Obama lamenta que su país "no tenga un
sistema político triple AAA, en consonancia con su crédito AAA".
“EE.UU agotará el 17/10/2010 las medidas
extraordinarias para pagar las deudas. En estos días es demasiado fácil
concluir que EE UU es un verdadero desastre y que no podrá seguir siendo el
país más poderoso del mundo. Para quienes aún tenían dudas sobre la supremacía
estadounidense, el vergonzoso proceso de negociación sobre el límite de su
deuda externa fue la confirmación final: la superpotencia está en caída libre.
Y, por supuesto, el hundimiento de la bolsa de valores y la posibilidad de que
la economía esté entrando de nuevo en recesión no son sino manifestaciones
adicionales de la imparable debacle americana. Esta conclusión, que tan obvia
parece, es errada (…)
Cuando los millonarios entran en
pánico financiero y los inversionistas buscan un refugio seguro para sus
ahorros, ¿adónde se dirigen? a EE UU. Cuando todas las Bolsas se despeñaron, el
apetito por comprar bonos del Tesoro estadounidense batió récords. Fue tanta la
demanda de esos bonos, que su rendimiento cayó al nivel más bajo de la
historia. A los inversores no les importó que su capital fuese mínimamente
remunerado ya que su prioridad era asegurarse de que estaban colocando su
dinero en las arcas de un Gobierno que no les dejaría de pagar.
Sorprendente ¿no? Estamos hablando del
mismo Gobierno y los mismos bonos cuya solvencia está siendo ferozmente
cuestionada. Ni siquiera el hecho de que la calificadora de riesgo Standard
& Poor's haya degradado los bonos soberanos de EE UU produjo una fuga de
capitales”. Fin de la cita.
Este escribidor sugiere, que para
poder entender lo que esta ocurriendo con la cotización del dólar, es útil
recordar las palabras del antiguo Secretario del Tesoro estadounidense John
Connaly en 1971. Cuando el sistema monetario internacional que Estados Unidos
había impuesto al mundo occidental se empezaba hundir, Connaly dijo con gran
precisión: "el dólar es nuestra moneda pero es vuestro problema".
El mundo capitalista se encuentra
desde fines de 2007, ante una crisis que se hace cada día más profunda. Cada
vez que los medios dominantes anuncian el final de la crisis hay un colapso
peor. Se elige un nuevo presidente de EE.UU y aparentemente nada cambia. Surgen
preguntas ¿Dónde está el final de la crisis? Es un hecho económico que las
crisis son inherentes al capitalismo. Sin embargo, esta no parece ser una
crisis más. Cada vez más autores afirman que la economía mundial está ante un
abismo peor que la Gran Depresión. Así lo considera el anterior presidente de
Goldman Sachs, Joseph Giannone en " Whitehead sees slump worse than
Depresión" (www.globalresearch.ca ). En la opinión de Michael Chossudovsky
"The Great Depression of the 21st Century: Collapse of the Real
Economy" (www.globalresearch.ca) la actual crisis es peor que la Gran
Depresión de 1929, ya que todos los principales sectores de la economía se
encuentran conjuntamente afectados. ¿Parece entonces más una crisis sistémica
que una crisis más del capitalismo. Son cada vez más voces que lo afirman.
¿Que habrá entonces después de una crisis
sistémica? No creemos que un Bretton Woods II predicado últimamente dará
solución a la crisis al limitarse a un enfoque netamente financiero y monetario
y no responde a la crisis en sus diferentes dimensiones. Hoy día estamos
enfrentados a un nuevo tipo de crisis y no es posible dar respuestas sin
entender el tipo de crisis que atravesamos”.
EE.UU ha utilizado el poder de su
moneda para hacer que los demás países del mundo sean los que paguen la
solución de sus problemas domésticos. EE.UU ha resuelto en parte la situación
gracias a que los países asiáticos y especialmente China han ido “comprando” su
deuda. Estos países asiáticos venden una gran cantidad de productos cuya
ventaja competitiva proviene del bajo precio. Son productos normalmente de baja
calidad, de modo que para tener éxito en los mercados norteamericanos deben
bajar sus precios. Por eso les interesa que el dólar no baje demasiado.
“Los próximos meses y años serán
conflictivos. Casi con toda seguridad, la situación económica se deteriore
gravemente. Es muy posible que Estados Unidos tenga que reforzar aun más, su
posición política y militar para evitar que su poder imperial se ponga en
cuestionamiento. El dólar por ser la moneda exclusiva de pago internacional,
representa la punta de lanza del imperialismo norteamericano, la expresión
simbólica de su poder, además de su sofisticado instrumento de dominación
económica. Es necesario crear en la comunidad económica internacional un nuevo
orden mundial multipolar y verdaderamente democrático y así podemos esperar lo
peor. Juan Torres López catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de
Málaga (España)
En la inminente coyuntura actual de un
posible colapso del dólar, el nuevo dólar de $100 ya esta circulando. Adrián
Salbuchi en "Crisis terminal del sistema financiero global" (www.asalbuchi.com.ar),
estima que el próximo paso es que el Tesoro y la Reserva Federal declaran una
emergencia económica nacional e introducen un cambio de moneda. Un Dólar nuevo
que se basará otra vez en el patrón oro.
En opinión de Salbuchi es muy beneficioso
para aquellos bancos, empresas, ciudadanos y aliados preferidos (o sea, se les
reconocerá un Dólar nuevo por cada dólar viejo). Luego, con determinados
poderosos tenedores de dólares y bonos del tesoro, se negociará con unos claros
intereses geopolíticos, que determinadas instituciones y empresas, podrán
transformar sus tenencias en dólares actuales por Dólar Nuevo según otras
paridades. Por último, al resto de los tenedores de dólares - ahorristas
privados en todas partes del mundo se les dirá, que el mercado local e
internacional determine la paridad entre el Dólar nuevo y el viejo dólar. Veremos a las casas de cambio locales
ofreciendo 10 o 20 viejos dólares por cada dólar nuevo. Un "Corralito a
escala global" y una expresión clara del "sálvese quien pueda".
Webster Tarpley dice en su artículo
"Secret plan for IMF world dictatorship" (www.financialsense.org) ha
habido durante la administración Barack Obama una tendencia hacia un gobierno
mundial donde EE.UU no pierda el poder monetario. Hay un plan con el primer
ministro británico Gordon Brown de crear un nuevo sistema monetario
internacional con un gobierno global. No es un Bretton Woods II, como afirman,
sino se trata de un intento de instaurar un poder mundial bajo su control que
impondría sus políticas en todos los países, acabando con lo que queda de la
soberanía nacional.
Un Banco Central Mundial haría a su
vez las regulaciones del caso para tener el control mundial sobre todos los
recursos naturales. La política implicaría mayor austeridad, sacrificio,
desregulación, privatización, salarios más bajos, lucha anti sindical y más
libre comercio. El plan implicaría un nuevo sacrificio de la humanidad para
salvar el capitalismo.
Es de esperar que Brasil, Rusia,
India, China y Sudáfrica (los países BRIC) se opongan a semejante plan. Estos
países emergentes, junto con los países exportadores de petróleo son los países
acreedores. Los países occidentales y en primer lugar los EE.UU son los países
deudores. Es poco probable que los deudores logren imponer tales condiciones a
sus acreedores al menos no sin el recurso de la guerra. Por tales razones,
titulé este artículo con las palabras de la camarada Rosa Luxemburgo “Socialismo
o Barbarie”.
Germán Saltrón Negretti
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