Lunes, 03/12/12
El
Protocolo de Kioto, firmado en 1997, es el único tratado vinculante que fija
objetivos de reducción de las emisiones de gases con efecto de invernadero
(GEI) a los países industrializados. Las grandes potencias mundiales son las
que más contaminan y no quieren firmar compromisos. Las negociaciones en Doha,
sobre políticas contra el cambio climático, comenzaron el 26 de noviembre y
terminan el 7 de diciembre.
La
concentración sin precedentes de gases con efecto de invernadero (GEI) en la
atmósfera y el riesgo de un calentamiento de 4º C hacia 2060, han llevado a que
se produjeran llamados de alerta en vísperas de la conferencia de la ONU
organizada por Qatar, campeón mundial de las emisiones de GEI por habitante. "La
conferencia de Doha presenta un desafío único: mirar hacia el presente y el
futuro", declaró la responsable de la ONU para el Clima, Christiana
Figueres, en su discurso de apertura.
"Cada
vez nos queda menos tiempo", estimó Figueres, para quien urge
"aumentar el nivel de ambición en forma urgente", es decir, que los
países asuman compromisos más fuertes en materia de reducción de GEI. Las
iniciativas adoptadas por los diversos países para reducir sus GEI están lejos
de permitir contener el calentamiento a +2º C, el objetivo de la comunidad
internacional y límite más allá del cual el sistema climático podría
dispararse, con efectos incontrolables.
Figueres
se refería al acuerdo mundial, previsto en 2015 y que debe entrar en vigor en
2020, que comprometerá a todos los países, incluyendo a China, el mayor
contaminador del mundo, repartiendo entre ellos los esfuerzos para limitar el calentamiento.
La firma de un segundo período de compromiso de Kioto, después de la expiración
del primero, a fines de 2012, será uno de los grandes temas, aunque tendrá un
alcance simbólico. Su principio fue decidido en Durban (Sudáfrica), a fines de
2011. En Doha, los países deberán ponerse de acuerdo sobre la duración de Kioto
2 y sus objetivos de reducción de GEI.
Pero
Kioto 2 podría limitarse al 15% de las emisiones de GEI mundiales, de la Unión
Europea y de Australia, ya que Canadá, Rusia y Japón no quieren participar y
Estados Unidos jamás ratificó el tratado. La Unión Europea afirma que prevé
reducir sus emisiones de GEI un 20% en 2020, con respecto a 1990. Los países de
África agrupados en la Alianza Panafricana de Justicia para el Clima, exigieron
una compensación a los estados desarrollados, por los efectos y los gastos que
les ocasiona el cambio climático. Mithika Mwenda, dijo que los daños causados
por los desastres, sequías y otros fenómenos originados por el aumento de las
temperaturas están aumentando.
Más
del 70 % del dióxido de carbono de origen industrial, ha sido emitido por el 20
% de la población de los países desarrollados. "Mientras que África, donde
viven alrededor de mil millones de personas, aporta menos del 4 %". La
Alianza de los pequeños Estados insulares, que agrupa 44 Estados, serán las
primeras víctimas del calentamiento climático, cuando ocurra el deshielo de los
casquetes polares, producto del calentamiento, aumentando el nivel del mar e inundando
a los Estados que tengan límites marinos. Urge construir el Socialismo para
salvar a la especie humana.
Germán Saltrón Negretti.
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