
Contrario al caso de China, EE.UU. no se ha sometido al escrutinio de la comunidad internacional, y no permite que sus doscientos laboratorios biológicos secretos sean investigados.
¿Quién politiza la pandemia?
La politización de la pandemia, que incluye una campaña racista antichina de amplio espectro, ha ocasionado un gran perjuicio a nivel mundial, especialmente a China y a los propios EE.UU., porque desvía la atención acerca de la responsabilidad por el origen de la misma y se culpabiliza injustamente a Beijing, cosa que ha puesto en duda recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) luego de realizar investigaciones en varias instalaciones en Wuhan.
Sin embargo, contrario a China, EE.UU. no se somete a igual escrutinio y no abre las puertas de sus doscientos laboratorios biológicos secretos. Ya hemos denunciado que el COVID-19 no se originó en China y que el mismo estaba presente en EE.UU. entre 2018 y 2019.
Si los países hubiesen actuado de común acuerdo y cooperado para enfrentar la pandemia de manera altruista, la atención médica hubiese sido más pronta y efectiva.
Si se uniesen los esfuerzos a partir de la Cumbre Global de la Salud, que debe implementar una distribución equitativa de las vacunas -tal como lo ha sugerido el Presidente Xi Jinping- seguramente se obtendrían rápidos y mejores resultados.
La intención malévola y la política de guerra iniciada por el presidente Trump contra China fue adoptada al pie de la letra por el presidente Joseph Biden cuando dijo: “China tiene un objetivo general para convertirse en el país líder del mundo, el país más rico del mundo y el país más poderoso del mundo. Eso no va a suceder en mi gobierno” (25 de marzo de 2021).
La ayuda de China
La ayuda económica de China a países en desarrollo por 3.000 millones de dólares y la donación de más de 300 millones de vacunas para vencer la pandemia e impulsar el progreso de los pueblos, incluyendo la transferencia tecnológica y la eliminación de patentes, son una contribución del gobierno de China a la salud y el bienestar de los pueblos que contrasta con la política codiciosa de otros países que no se compadecen con los países más vulnerables. China demuestra total desapego a toda noción de ganancia particular e individual y da un ejemplo a la comunidad de naciones.
La declaración por parte de China de que sus vacunas, una vez desarrolladas y puestas en uso, serán “un bien universal accesible y asequible”, es la mejor demostración de una política no basada en la búsqueda de ganancia o ventaja de alguna clase, como ha estado acusando EE.UU. a China.
China ha enviado 300 millones de dosis de vacunas a diversos pueblos. Hasta hace tres semanas, 26 países de América Latina y el Caribe habían recibido 84 millones de dosis de vacunas, de las cuales 54 millones -cerca del 65%- procedían de China.
La campaña de inoculación de China a nivel mundial, especialmente en Latinoamérica y el Caribe, demuestra su solidaridad activa con la salud y el desarrollo de nuestros pueblos al no hacer de las vacunas un instrumento vil para comerciar, hacer ganancias a costa de la salud de nuestros pobres y presionar, como sí lo hace EE.UU., para satelizarlos.

¿Quién politiza la pandemia y rehuye investigar su origen?
Iberoamérica
2021-06-14 01:44 GMT
Mundo
2021-06-10 00:43 GMT
China
2021-07-21 08:12 GMT
China
2021-07-21 07:10 GMT
China
2021-07-21 10:43 GMT
China
2021-07-21 09:13 GMT
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