Alocución de apertura del Director General de la OMS en la rueda de prensa sobre la COVID-19 celebrada el 22 de marzo de 2021
- Este miércoles es el Día Mundial de la Tuberculosis. Se estima que en 2020 se dispensó atención a 1,4 millones de pacientes de tuberculosis menos que en 2019, y tememos que, además, hayan muerto más de medio millón de personas.
- La brecha entre el número de vacunas administradas en los países ricos y el número de vacunas administradas por medio del COVAX se amplía día tras día y se vuelve cada día más grotesca.
- La OMS sigue trabajando día y noche en la búsqueda de soluciones que permitan incrementar la producción y la distribución equitativa de vacunas.
- Me complace anunciar que se ha realizado una preselección entre las 1200 candidaturas presentadas para el Festival de Cine «Salud para todos», organizado por la OMS. Las películas están disponibles en el canal de la OMS en YouTube.
Buenos días, buenas tardes y buenas noches.
Este miércoles es el Día Mundial de la Tuberculosis.
El año pasado, la pandemia de COVID-19 ha alterado gravemente los servicios relativos a muchas enfermedades, entre ellas la tuberculosis.
Se estima que en 2020 se dispensó atención a 1,4 millones de pacientes de tuberculosis menos que en 2019, y tememos que, además, hayan muerto más de medio millón de personas.
La tuberculosis se puede prevenir y tratar, pero sigue siendo una de las principales infecciones mortales en todo el mundo, por cuanto muchas personas infectadas no están diagnosticadas.
Es esencial mejorar el cribado, con el fin de identificar rápidamente a las personas infectadas o enfermas de tuberculosis y proporcionarles atención.
Las nuevas orientaciones de la OMS procuran ayudar a los países a identificar los grupos de mayor riesgo de tuberculosis, de modo que las personas puedan recibir servicios de prevención y tratamiento.
En enero dije que el mundo estaba al borde de un fracaso moral catastrófico si no se adoptaban medidas urgentes para asegurar la distribución equitativa de vacunas.
Tenemos los medios para evitar ese fracaso, pero es vergonzoso lo poco que se ha hecho para impedirlo.
La brecha entre el número de vacunas administradas en los países ricos y el número de vacunas administradas por medio del COVAX se amplía día tras día y se vuelve cada día más grotesca.
Los países que actualmente están vacunando a personas jóvenes, sanas y en bajo riesgo de contraer la enfermedad, lo están haciendo a costa de las vidas de trabajadores sanitarios, personas mayores y otros grupos de riesgo en otros países.
Los países más pobres del mundo se preguntan si los países ricos realmente quieren decir lo que dicen cuando hablan de solidaridad.
La distribución desigual de las vacunas no es solo una atrocidad moral. También es contraproducente desde una perspectiva económica y epidemiológica.
Algunos países están apresurándose a vacunar a todas sus poblaciones, mientras que otros no tienen nada. Esto puede otorgar seguridad a corto plazo, pero es una sensación de seguridad falsa.
Cuanto más transmisión haya, más variantes habrá. Y cuanto más variantes aparezcan, más probablemente podrán eludir las vacunas.
Mientras el virus siga circulando en todas partes, la gente seguirá muriendo, el comercio y los viajes seguirán trastocados y la recuperación económica seguirá retrasándose.
El viernes, la OMS organizó una reunión con más de 800 expertos sobre el fortalecimiento de la secuenciación genómica del virus SARS-CoV-2 en el mundo, a fin de mejorar el seguimiento de su evolución.
El conocimiento sobre el momento, la manera y el lugar en que el virus evoluciona es una información vital.
Pero esa información es de utilidad limitada si los países no colaboran entre sí para suprimir la transmisión en todas partes al mismo tiempo.
Si los países no comparten las vacunas por motivos debidos, los instamos a hacerlo por su propio interés.
Algunos países han dado un gran ejemplo. La República de Corea, a pesar de ser un país de altos ingresos que podría comprar fácilmente las vacunas mediante tratos bilaterales, esperó su turno para adquirirlas a través del COVAX.
La OMS sigue trabajando día y noche en la búsqueda de soluciones que permitan incrementar la producción y la distribución equitativa de vacunas.
He mantenido conversaciones con dirigentes de países de altos ingresos que tienen muchas más dosis de las que necesitan, y les he pedido que las compartan por conducto del COVAX.
He mantenido conversaciones con dirigentes de países de bajos ingresos cuyas economías están sufriendo, y se preguntan cuándo recibirán las vacunas.
También he conversado con directivos de empresas fabricantes de vacunas, acerca de la manera de acelerar la producción.
Recientemente, por ejemplo, hablé con el Director General de AstraZeneca, Sr. Pascal Soriot, sobre las dificultades comunes que enfrentamos para acelerar la producción y administración de las vacunas.
Hasta el momento, AstraZeneca es la única empresa que se ha comprometido a no beneficiarse de su vacuna contra la COVID-19 durante la pandemia.
Y hasta ahora es el único productor de vacunas que ha realizado una contribución significativa en pro del acceso equitativo, mediante el otorgamiento de licencias de su tecnología a algunas otras empresas, entre ellas SK Bio, de la República de Corea, y Serum Institute, de la India, que están produciendo más del 90% de las vacunas distribuidas hasta el momento por conducto del COVAX.
Necesitamos que más productores de vacunas sigan este ejemplo y otorguen licencias de sus tecnologías a otras empresas.
Para ello, un año atrás, Costa Rica y la OMS establecieron el mecanismo de Acceso Mancomunado a las Tecnologías contra la COVID-19, o C-TAP, que promueve un modelo de ciencia abierta en cuyo marco el otorgamiento de licencias se realizaría de manera no exclusiva y transparente, a fin de ampliar la capacidad de producción tanto como sea posible.
Hasta el presente, el C-TAP sigue siendo un instrumento sumamente prometedor, aunque infrautilizado.
En la OMS podemos diseñar y promover soluciones junto con nuestros asociados. Pero necesitamos que todos los países y todos los fabricantes colaboren con nosotros para que ello ocurra.
El viernes, el Comité Consultivo Mundial de la OMS sobre Seguridad de las Vacunas determinó que los datos disponibles no sugerían ningún aumento general de trastornos de coagulación tras la administración de la vacuna de Oxford-AstraZeneca.
En el día de hoy, AstraZeneca anunció resultados positivos de un ensayo de su vacuna en más de 32 000 personas de Chile, los Estados Unidos y el Perú.
La vacuna demostró una eficacia del 79% para prevenir la COVID-19 sintomática y el 100% para prevenir la hospitalización y defunción. No se notificó ningún problema de seguridad.
Estos datos son otra prueba de la seguridad y la eficacia de la vacuna de Oxford-AstraZeneca.
Por último, me complace anunciar que se ha realizado una preselección entre las 1200 candidaturas presentadas para el Festival de Cine «Salud para todos», organizado por la OMS.
Las películas están disponibles en el canal de la OMS en YouTube a partir de ahora y hasta el 10 de mayo, e invitamos al público a que las vean y dejen sus comentarios.
Nuestro jurado de expertos seleccionará seis películas ganadoras en diferentes categorías, y los premios se otorgarán el 13 de mayo, antes de nuestra Asamblea Mundial de la Salud
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