jueves, 25 de octubre de 2018

EL ÉXITO ES SER UNO MISMO. LIBRO ESCRITO POR JAN MOLLER - PRÓLOGO



 El tren salió de la estación de ferrocarril de Trondheim, Noruega, el día 5 de noviembre de 1953 a las 9 pm con destino a Oslo, la capital, a unos 560 km al sur. A bordo estaban mi padre, mi hermana de dos años y mi madre, a quien le faltaban quince días para dar a luz otra vez. Ella casi no podía caminar, porque con una estatura de apenas 1,53 metros llevaba dentro no sólo uno, sino dos bebés. Mi padre la había tenido que empujar para montarla en el tren. Parece que los trenes noruegos vibran más de lo normal, porque dos horas después mi madre rompió fuentes.

Mi hermano y yo ya estábamos hartos y queríamos salir. A las 11:30 pm pararon el tren en el pueblo de Dombas, situado en las montañas entre Trondheim y Oslo. Trasladaron a mi mamá, ya con contracciones, en un trineo de nieve halado por dos caballos a 22 grados bajo cero, al único hotel, llamado Hotel Turístico de Dombas. Ahí fue donde nací, el 6 de noviembre, y mi hermanito también, seis minutos después, ayudados por la comadrona local y mi papá.

Así comenzó mi vida de «turista». Viajando durante casi treinta años, estudiando la naturaleza humana, conociendo países, culturas, religiones y, sobre todo gente. Una lección importante que las experiencias de la vida me han dado es que nosotros, seres humanos, por debajo de una capa muy fina de diferencias, somos todos iguales y buscamos todos lo mismo: la misma alegría, el mismo amor y la misma luz espiritual; es decir, el mismo bienestar en todos sus sentidos.
También he aprendido que la búsqueda de esta alegría nos lleva hacia dentro; que la fuente del bienestar se encuentra en nuestro corazón, en un ser espiritual único e irrepetible, cuyo propósito es compartir su luz y su amor con los demás, y que la felicidad, el éxito y el triunfo humano son auténticas expresiones de este ser. Y de esto se trata este libro: cómo llegar al bienestar mediante el reencuentro con uno mismo. Hay muchos caminos y habrá aquellos que desconozco. Por lo tanto, lo que puedo compartir contigo es lo que he vivido y lo que estoy viviendo.

Mi esperanza es que mis experiencias e ideas puedan ayudar.  El éxito es ser uno mismo y avanzar en tu propio camino hacia una vida más saludable, amorosa y auténtica. El presente libro es una ampliación de mi primer libro Caminos del bienestar (2001). La segunda parte representa, en realidad, un segundo libro, pero en vez de editarlo por separado, se fusionó con el primero. Esto por sugerencia de la editora, quien, luego de revisar el contenido de ambos, opinó que los dos están tan relacionados que su combinación beneficiaría al lector. Si ya has leído el primer libro, espero que opines lo mismo. Para los nuevos lectores, espero que lo disfruten en su totalidad. Jan Moller Buena Vista, Morrocoy, Venezuela. Junio de 2005.

INTRODUCCIÓN.

LA CURIOSIDAD EL COMPLEJO DE SUPERIORIDAD. LA PREPOTENCIA CREATIVA EL COMPLEJO DE INFERIORIDAD EL SUPERIOR SE SIENTE INFERIOR EL FANATISMO RELIGIOSO. LA PSICOLOGÍA DEL FANATISMO. LA INMENSIDAD DEL UNIVERSO. LA HUMILDAD. LAS INTERPRETACIONES DEL MISTERIO.

Hace aproximadamente 2.500 años, en la antigua Grecia, vivía un sabio filósofo llamado Sócrates. Según dicen, no era un hombre físicamente muy atractivo, pero tenía un gran poder de convocatoria porque a la gente le encantaba escucharlo. En una de sus charlas ante sus pupilos en Atenas, hablaba de la curiosidad humana. Decía que la curiosidad es el impulso o la energía que se moviliza dentro del ser humano cuando se encuentra ante algo que no comprende. Al darse cuenta de su ignorancia, se «molesta» y, por dentro, le nace la necesidad de estudiar, investigar y experimentar. De esta manera se abre el proceso de aprendizaje, en el cual se van acumulando conocimientos.

Sócrates decía: «Estudien, aprendan y acumulen conocimientos, pero cuidado: hay un peligro en este proceso de aprendizaje. Por la acumulación de conocimientos pueden caer en una trampa mental y asumir una actitud muy contraproducente ante la vida». Para explicar lo que quería decir, el filósofo utilizó una imagen: supongan que entran en un ambiente totalmente oscuro, pero llevan consigo una vela encendida. Si colocan la vela encendida en el piso y se acercan, lo que podrán observar es la llama de la vela y alrededor de ella un campo de luz. Donde termina el campo de luz, continúa la oscuridad. Bueno, la llama de la vela y la parte iluminada representan lo que conocemos y comprendemos, mientras la oscuridad representa lo que no conocemos o comprendemos todavía, es decir, nuestra ignorancia.

Cuando el ser humano llega al límite de sus conocimientos y se da cuenta de que hay todavía más que no entiende, su curiosidad se moviliza, y a través del proceso de aprendizaje acumula más conocimientos. Es nuestra “Sólo sé que no sé nada”. El éxito es ser uno mismo imagen, el campo de luz se expande y una parte que antes estaba en la oscuridad (o ignorancia), ahora se ilumina (es aprendida y comprendida).
Todo esto está muy bien y es bueno que la curiosidad nos lleve a aprender cada vez más cosas. Pero aquí, según Sócrates, hay que observar un fenómeno muy importante: si ahora recorremos el límite de nuestros conocimientos, nos damos cuenta de que sabemos mucho más que antes, pero también de que, al saber más, el límite hacia lo desconocido ha crecido. Ahora hay mucho más que no sabemos que antes. ¡Al saber más, somos entonces más ignorantes!

EL COMPLEJO DE SUPERIORIDAD.

Sócrates plasmó esta sabiduría en la muy conocida frase: «Sólo sé que no sé nada». Muchos la hemos escuchado, pero no todos entendemos lo que realmente significa. Así hablaba ante sus discípulos: Vengan, estudien y acumulen conocimientos, pero para el resto de su vida siempre tengan esta frase en su mente. No para descalificar sus conocimientos, que son importantes y útiles en la vida, sino porque puede ayudarles a evitar la trampa mental de creer que por el hecho de tener conocimientos tienen «todo clarito» o son los dueños de la verdad.

El sabio se refería a dos cosas: primero, debemos enfrentar lo desconocido con una mente totalmente libre y abierta, sin la influencia de juicios, conclusiones o teorías basados en conocimientos anteriores; y segundo, la prepotencia es una actitud muy contraproducente en la vida. ¿Acaso no conoces a alguien que tiene «todo clarito» o que presume de tener la «única verdad» porque ha estudiado un poco más que otras personas?

No necesariamente son los argentinos o franceses, porque la prepotencia es un fenómeno globalizado. Se consigue en cualquier país, en Noruega y en Venezuela también. Vamos a estudiar esta necesidad de «inflar el ego» o lo que los psicólogos llaman el complejo de superioridad, para después darnos cuenta de las consecuencias destructivas que trae. Incluso, quizás llegaremos a la conclusión de que todos, y sin darnos cuenta, caemos en esta trampa de vez en cuando.
La prepotencia creativa. La gente prepotente no siempre basa su sentido de superioridad en tener más conocimientos que los demás. El ser humano ha sido muy creativo en cuanto a inventar razones para sentirse «más» que otros.  Por ejemplo, hay muchas personas que piensan que tener mucho dinero y bienes materiales las convierten en seres superiores. «Mientras más tengo, más soy –dicen–, y como tengo más que tú, entonces soy más que tú».  A veces ni saben más, ni tienen más, pero consideran que el color de su piel es el color superior. Dime tú si has leído alguna investigación científica que compruebe que el arcoíris tiene colores superiores e inferiores. ¿No te parece absurdo?

Otras personas se sienten superiores por su apellido o por la zona donde viven o en su trabajo por su cargo gerencial. ¿Cuántos gerentes, vicepresidentes y directores de empresas (tanto hombres como mujeres) no andan por los pasillos con el pecho inflado sintiéndose superiores?
Se consideran tan importantes que ni siquiera dan los «buenos días» y le  faltan el respeto a la gente, porque según ellos, el «perraje» está por debajo de ellos. ¿Alguna vez has asistido a una reunión de equipo de trabajo para resolver un problema, y el jefe ha tenido «todo clarito» y la única manera de resolverlo? ¿Qué ocurrió con la comunicación? ¿O con la creatividad? ¿O con la motivación?

Por supuesto se paralizaron, porque cualquier dueño de la verdad tiene el gran defecto de no saber (querer) escuchar. ¿Y para qué escuchar si tiene todo clarito? Tener todo clarito significa que no hay nada más que aprender. El complejo de inferioridad. Lo superior es superior sólo con relación a algo inferior. Por lo tanto, el complejo de superioridad no puede existir sin el complejo de inferioridad. Parece que nos proporcionan estos complejos con la leche materna, porque ambos se aprenden inicialmente en la familia. Muchos padres y madres, sin darse cuenta, tratan a sus hijos como si fueran seres inferiores. Por ejemplo, el niño de siete años que le cuenta a su padre una de sus ideas y el padre responde con algo como: «¿Y de dónde sacaste esa idea tan estúpida?».

O simplemente dice: «Eso no es cierto». El niño aprende que quien siempre tiene la razón y la verdad es la autoridad. Excelente razón para sentir que la autoridad es superior y él inferior. La costumbre de comparar a los niños entre sí con el propósito de estimularlos para esforzarse y superarse, en realidad les enseña que algunos de ellos son superiores y otros inferiores.

La pregunta « ¿Por qué no eres como tu hermano?» indica indirectamente que como uno es, no sirve. Luego, el sistema educativo refuerza todas estas ideas con su régimen de evaluación. Si sacas veinte, eres superior, y si no pasas el examen, eres inferior. El famoso «cuadro de honor» es en realidad un abuso emocional porque genera «ganadores» y «perdedores». Además, hay cualquier cantidad de educadores que tienen «todo clarito» y que se molestan si los alumnos hacen demasiadas preguntas o cuestionan su punto de vista, lo que comprueba, otra vez, que la autoridad es superior.

Adicionalmente, montado sobre todo esto, queda la enseñanza de que ante el denominado «ser superior» somos todos inferiores. Así que la prepotencia y el complejo de inferioridad son consecuencias de nuestra temprana socialización. Somos condicionados o programados mental y emocionalmente para sentirnos superiores o inferiores. La mayoría sufrimos de ambos complejos. En algunas situaciones y ante algunas personas nos sentimos superiores, mientras que en otras nos sentimos inferiores.
Pero ¿cuál es la diferencia entre sentirse superior e inferior? Mucha gente confunde la prepotencia con alta autoestima, o la denominan «un exceso de autoestima». La realidad es que las personas que tienen la necesidad de sentirse superiores a los demás, psicológicamente se sienten inferiores. Su manera de evadir su realidad interior negativa y dolorosa es tratar de engañar a los demás, mostrando una «fachada» de fuerza y poder. Esta actitud forma parte de sus mecanismos psicológicos de defensa, mejor conocidos como la «coraza».

LOGRAN ENGAÑAR A LOS DEMÁS, PERO TAMBIÉN A SÍ MISMA.

La prepotencia y el complejo de inferioridad son entonces dos expresiones del mismo problema: inseguridad y baja autoestima. La persona con una autoestima alta no se siente ni superior ni inferior. Sabe que cada ser humano es único e irrepetible y simplemente no se compara con nadie.
Características de una persona con complejo de inferioridad/ superioridad.

Querer tener siempre la razón. • Enojarse con suma facilidad. • Necesidad obsesiva de «ser más» que los otros, de «valer más». • Necesidad obsesiva de controlar dictatorialmente las situaciones. • Ambición agresiva. • Abuso de poder, conductas autoritarias. • Dificultad y resistencia para aceptar los propios errores. • Perfeccionismo. • Comportamientos rígidos e inflexibles. • Intolerancia a los desacuerdos. • Conductas defensivas sin causa proporcionada. • Tendencia a etiquetar negativamente a los demás. • Bromas hirientes, repetidas con insistencia. • Personalidad sumisa y tímida. • Miedo y resistencia al cambio. • Miedo escénico. • Inseguridad en situaciones sociales.

EL FANATISMO RELIGIOSO.

Voy a comentar otro tipo de prepotencia que he experimentado en todos los países que he conocido. Y es la peor forma, porque no parece prepotencia como tal, sino que se presenta disfrazada de amor y espiritualidad. Me refiero al «ego espiritual» de las personas religiosas que pretenden tener el «único camino», la «verdad absoluta» y opinan que todos los demás están perdidos y necesitan salvación. La prepotencia religiosa o espiritual es la peor expresión de irrespeto y una fuente permanente de conflictos y violencia entre los seres humanos.

Cualquiera persona que pretenda poseer la «verdad absoluta» es un fanático. Si te digo que mi religión es la única verdadera, y que tú, si perteneces a otra creencia, necesitas la salvación, deberías sentirte ofendido, porque me estoy elevando en un pedestal espiritual ante ti. Te estoy faltando al respeto, pisoteándote espiritualmente. Y ¿con qué autoridad lo hago? ¡Con ninguna!

Porque ni yo ni nadie ha regresado de la muerte para contar cómo es la «verdad» en «el otro lado». Nadie realmente sabe «la verdad verdadera». Y recuerda: ¡pretender saber o creer saber, no es saber! Hay más de trescientas religiones registradas en el mundo. Cada una tiene su único camino, y cada una está tratando de salvar a las demás. Como nadie quiere ser salvado por imposición, con razón terminan peleando. Alguien ha calculado que en los últimos cinco mil años, el ser humano ha tenido por lo menos catorce mil conflictos bélicos y que la gran mayoría de ellos han ocurrido por razones religiosas.
Observa el mundo en este mismo momento. En el siglo xxi estamos todavía matándonos el uno al otro en el nombre de Jesucristo, Mahoma, Krishna o cualquier otra autoridad celestial. El fanatismo religioso sigue igual o quizás es peor que antes. Todo el mundo está convencido de que tiene el único camino. ¿No te parece interesante la cantidad de únicas verdades y únicos caminos que hay? Y, además, si de verdad existiera un solo camino o una sola verdad para todos, ¿no te parece insólito que no lo hayamos encontrado todavía? No creo que Dios sea tan tacaño como para ofrecernos un solo camino hacia Él. Debería haber cualquier cantidad de caminos.

LA PSICOLOGÍA DEL FANATISMO.

Albert Einstein, el famoso físico y autor de la teoría de la relatividad, justo antes de morir, decía que la única pregunta importante en la vida es si el universo es un sitio amigable o no. Según Einstein, cada ser humano necesita decidir si el universo es su hogar en donde puede sentirse cómodo y relajado, o un lugar amenazador donde necesita estar alerta y preparado para defenderse contra los peligros, porque quien percibe el universo como un sitio amigable tendrá una vida muy distinta de quien lo percibe como una amenaza.
El físico estaba refiriéndose a lo que los psicólogos llaman la confianza básica. El desarrollo de la confianza básica tiene que ver con el primer proceso de aprendizaje del recién nacido. En este proceso, el bebé va aprendiendo intuitivamente si se puede confiar en los demás, si sus necesidades serán satisfechas, si él es bienvenido, en fin, si su vida está en peligro o no. La mayoría de las teorías psicológicas coinciden en que esta confianza se desarrolla (o no se desarrolla) en los primeros doce meses de vida.
Por eso, vamos a ver cuáles son las primeras impresiones que recibimos cuando entramos en el mundo. La vida intrauterina, o los nueve meses que permanecemos en el vientre de nuestra madre, es normalmente una vida paradisíaca. Estamos flotando en un líquido con una temperatura constante. Hay oscuridad y silencio, y todas nuestras necesidades son automáticamente satisfechas, sin que tengamos que levantar un dedo¹.
De repente, comienzan a empujarnos por un canal tan estrecho que nuestro cráneo se aplasta, y si logramos pasar sin quedarnos atascados, lo primero que se nos presenta al salir es una luz de extrema intensidad. ¿Alguna vez has experimentado el dolor en tus ojos saliendo al sol desde un lugar oscuro? Bueno, ese mismo dolor lo sentimos al momento de nacer. Además, la diferencia de temperatura es de por lo menos unos 15 grados centígrados, y si nacemos en el quirófano la diferencia es de casi 25 grados. Así que nuestra vida comienza tradicionalmente con malestar.

Comienza con dolor ocular y escalofrío. Pero todavía falta. Luego nos agarran por los pies, nos guindan con la cabeza hacia abajo y nos dan una nalgada. Seguidamente, y con poca delicadeza, meten un tubo por nuestra ¹ Existe información científica que indica que el feto, por lo menos en el último trimestre, puede «sentir» y «procesar» información. De esta forma puede, por ejemplo, ser afectado por el estado de ánimo de su madre, reaccionar ante diferentes tipos de música, «saber» si es bienvenido o no, etcétera.
Estas experiencias prenatales a su vez pueden afectar el desarrollo emocional del bebé y, en consecuencia, su vida entera. Para no complicar el asunto, he optado por no incluir las teorías astrológicas y las de la reencarnación y las vidas pasadas, a pesar de que puedan tener explicaciones interesantes acerca de algunos aspectos del desarrollo humano.

El éxito es ser uno mismo nariz y garganta para aspirar la flema, cortan el cordón umbilical, nos alejan de nuestra madre para bañarnos y, para finalizar la ceremonia de bienvenida, nos llevan presos al retén, donde nos dejan solos. Y, abandonados en el retén, ¿cuál crees tú que es nuestra percepción del universo? No la de un sitio muy amigable, ¿verdad? Creo que si pudiéramos, nos regresaríamos al útero².
Después nos llevan a la casa. Y quizás nuestros padres, con las mejores intenciones, siguen las recomendaciones de sus padres o amigos, de no cargarnos cada vez que lloramos, especialmente en la noche, porque según su experiencia, esto puede producir un hijo «malcriado» o demasiado consentido. Entonces lloramos, a veces por horas, sin que nadie aparezca. Imagínate el terror que sentimos en ese momento. Claro, ahora lo hemos olvidado, pero el pánico adquirido del nacimiento y los primeros meses se graba como un archivo en el disco duro de nuestro subconsciente, y se convierte en una angustia existencial que nos acompaña el resto de la vida.

Sin darnos cuenta, decidimos que el universo es un sitio amenazador. Por lo tanto, desde el principio, asumimos instintiva e inconscientemente una posición defensiva ante la vida. Como bebés somos tensos, estresados y angustiados, y más adelante vivimos con una necesidad excesiva de ser protegidos por algo o alguien. Esta situación es lo que nos hace convertirnos en fanáticos políticos o religiosos veinte años después. ¿No te has dado cuenta de las promesas de protección y satisfacción en los mensajes políticos o religiosos?

Los políticos dicen: «Voten por mí, porque yo los voy a proteger y conmigo tendrán todas sus necesidades satisfechas». Los religiosos dicen: «Dios te protegerá. Reza y te dará todo lo que necesites». Estos mensajes son ganchos psicológicos e inconscientemente nos dejamos enganchar, porque por dentro guardamos las experiencias primarias de desprotección e insatisfacción del bebé recién nacido. La creencia fanática en la verdad absoluta es uno de los mejores tranquilizantes para la inseguridad básica y la angustia existencial, porque teniendo todo clarito podemos mirar el firmamento en la noche y sentirnos seguros.

Por lo tanto, mientras más inseguridad, más extremo el fanatismo. ² Hay clínicas que ofrecen un parto alternativo, donde se trata de «suavizar» el trauma del nacimiento con un ambiente físico menos hostil, por ejemplo, dejando que el bebé nazca en agua tibia (en una piscina). Lamentablemente, muy pocas mujeres en el mundo tienen acceso a estas alternativas, a pesar de sus efectos positivos. Ojalá que algún día puedan convertirse en los métodos «normales» para todos.

Las pocas personas que han tenido la suerte de percibir el universo como un sitio amigable no se convierten en personas intolerantes o prepotentes. Observan el firmamento en la noche y dicen: «No estoy seguro de lo que está pasando aquí, pero no importa. Siento una profunda confianza en el misterio de la existencia. No sé cómo, pero me siento protegido y estoy convencido de que la vida me dará la oportunidad de encontrar o crear lo que necesito».

La inmensidad del universo Con la frase «sólo sé que no sé nada» Sócrates quiere decir: «Siempre compara lo que sabes con la inmensidad del universo». Hoy en día, los astrónomos están midiendo las distancias en el cosmos. Cuando lo hacen, utilizan una medida llamada año luz. Un año luz es la cantidad de kilómetros que recorre la luz durante un año a una velocidad de 300 mil kilómetros por segundo. Imagínate esta distancia: 300 mil kilómetros por segundo durante un año. Son exactamente 9.460.800.000.000 kilómetros, es decir, ¡casi diez millones de millones de kilómetros! Y esto es solamente un año luz.
Cuando sabemos que la tecnología existente es capaz de medir distancias en el orden de miles de millones de años luz, queda en evidencia que el universo es demasiado grande para tener la verdad absoluta. Y esto fue precisamente lo que Sócrates quiso decir: la «verdad verdadera» es demasiado grande y nuestro intelecto demasiado limitado para entenderla.

LA HUMILDAD
 La sabiduría socrática nos ayuda a entender que la prepotencia es una actitud contraproducente ante la vida. Crea conflictos y destrucción, nos cierra existencialmente y paraliza nuestra evolución, porque no nos permite seguir aprendiendo. Al internalizar esta sabiduría, asumimos una actitud de humildad y sencillez ante la vida y los demás. Porque ante miles de millones de años luz.

EL ÉXITO ES SER UNO MISMO.
¿Qué importa cuántos doctorados tengamos en nuestra especialidad, cuánto dinero tengamos en el banco, cuál sea el color de nuestra piel, cuánto poder nos dé nuestra posición social o profesional, o a qué creencia religiosa pertenezcamos? ANTE LA INMENSIDAD DEL UNIVERSO, SOLAMENTE NOS QUEDA POR DECIR: «SÓLO SÉ QUE NO SÉ NADA».

Aceptar nuestra ignorancia y comprender que todo ser humano tiene el mismo valor y potencial de enseñarnos algo nuevo. Así quedamos abiertos para seguir aprendiendo en cada momento. Como no tenemos la verdad, no hace falta ni defenderla, ni imponerla, ni pelear para convencer o convertir a los demás. Podemos vivir una vida más relajada porque evitamos el fanatismo dogmático, con sus obsesiones, tensiones y conflictos. Quedamos abiertos para maravillarnos ante lo desconocido y para escuchar a nuestros hijos, parejas, amigos, compañeros de trabajo y seguidores de otras religiones, y aprender de ellos.

Las interpretaciones del misterio Imagínate dos niños de cuatro años de edad juntos con sus respectivos padres en la playa mirando las estrellas en la noche. Los padres de uno de los niños son cristianos, mientras los padres del otro son budistas. Están todos en la misma playa observando el mismo firmamento. Ambos niños hacen la misma pregunta a sus padres: «Mami, papi, ¿quién puso las estrellas allí en el cielo y quién nos puso a nosotros aquí en la Tierra?». Los padres cristianos responden: «Bueno, hijo, escucha bien. La verdad es que Dios creó todo esto. Él puso las estrellas en el cielo y nos creó a nosotros y nos puso aquí en la Tierra. Él ha creado todo lo que existe».

Los padres budistas responden algo completamente diferente: «Hijo, no pierdas tiempo ni energía tratando de responder preguntas que no se pueden responder. Lo que necesitas conocer y practicar para iluminarte y alcanzar el nirvana³ son ‹las diez perfecciones›». Los budistas no consideran importante la existencia de un dios, porque, según ellos, si alguien dice «Dios creó todo esto», una siguiente pregunta muy lógica sería: ¿quién creó a Dios?, y ¿quién creó a quien creó a Dios?, y así sucesivamente, hasta el infinito. ³ Concepto oriental (principalmente del budismo): la máxima realización espiritual o la iluminación. Introducción Todos están en la misma playa, mirando las mismas estrellas y respondiendo la misma pregunta. ¿Cuál es tu opinión? ¿Cuál de los dos niños recibe la verdad? Según mi manera de ver, ninguno de los dos.

La existencia humana en la Tierra no se puede explicar o, mejor dicho, nuestras explicaciones son precisamente eso: explicaciones y no verdades. Nuestra vida en este universo es un misterio y como tal puede ser interpretado de infinitas maneras. Y ya hemos visto que mientras más sabemos, más grande es el misterio. Por lo tanto, lo que llamamos «verdades», creencias o convicciones nunca son verdades, sino «interpretaciones del misterio». Entonces tenemos la interpretación cristiana, la interpretación budista, la interpretación hindú, la musulmana, etcétera.

LOS MAPAS

Fíjate, no hace falta la verdad para vivir bien o hacer el bien. No hace falta el único camino para crear bienestar. Lo que sí hace falta es una buena guía o un buen mapa para orientarnos en el «terreno de la vida».  Por eso, no nos interesa la verdad absoluta. Lo que nos interesa es si nuestras «interpretaciones del misterio» son buenos mapas o no.
 ¿Y qué es un buen mapa? Bueno, es el mapa que nos ayuda a ubicarnos en el terreno y a llegar a donde queremos llegar por los caminos menos obstaculizados. Pero para saber si el mapa es una buena guía o no, primero hay que saber a dónde queremos llegar. ¿Y a dónde queremos llegar en la vida?

Tal vez tenemos diferentes metas, objetivos o sueños, pero, como ya dije en el prólogo, la capa de diferencias que separa a un ser humano de otro es muy fina. Por debajo estamos todos conectados con el mismo deseo fundamental: una vida en bienestar en todos los sentidos, tanto físico, material y mental, como emocional, social y espiritual.  Si nuestras creencias, convicciones o explicaciones nos ayudan a crear más bienestar, ¿qué importa si son verdades o no? Y qué bueno si alguien interpreta el misterio de una manera diferente a la de nosotros. Quizás su manera distinta de ver las cosas pueda completar y enriquecer nuestros mapas y hacerlos más útiles para nosotros. Aprendiendo de los mapas.

El éxito es ser uno mismo demás podríamos entonces aumentar nuestra capacidad para crear bienestar en la vida. ¡Qué maravilla! Así que en este libro no te daré verdades. Compartiré contigo un conjunto de mapas que me han ayudado y que me siguen ayudando a sentirme mejor en mi vida. Tal vez te puedan ayudar a ti también en tu vida.  Pero mi objetivo no es el de convencerte de que tengo la razón y la única verdad, porque no la tengo. Puede ser que mis mapas no te sirvan. Lo único que te recomiendo es que si te dan curiosidad, te dejes guiar por ellos por un tiempo y observes lo que pasa. Si te sientes mejor ¡maravilloso!, y si no, ¿cuál es el problema? Hay tantos caminos y mapas posibles en este misterio infinito, que estás en tu derecho de buscar y utilizar cualquiera que te sirva. Pero eso sí: el criterio es que tus mapas te orienten hacia el bienestar. Si no, bótalos y búscate otros.

A LO QUE ME HE REFERIDO COMO “INTERPRETACIONES DEL MISTERIO” O MAPAS SERA LLAMADO PARADIGMAS.
Las historias personales referidas son tomadas de conversaciones que he tenido con pacientes en consultas y participantes en cursos. La primera parte se llama “Todos somos responsables”. En el primer capítulo, hablare de los faros que son los puntos fijos de referencia que no cambian cuando actualizamos los paradigmas.

LOS FAROS. El cambio permanente. La ley del equilibrio. El egoísmo responsable. Todo está conectado con todo. Vivir es un arte. El niño interior. Si no me conozco no me puedo amar. Un barco está navegando en la niebla, a pesar de que el radar está funcionando el capitán y la tripulación sienten cierta angustia porque no confían plenamente en la tecnología. De repente oyen un ruido fuerte como un trombón, y ven una luz que aparece y desaparece. Es un faro. El capitán identifica la posición de faro en la costa y dice con gran alivio. “Gracias a Dios, estamos bien ubicados y llegaremos a puerto sin problemas”. Lo mismo puede pasar en nuestras vidas. A veces nos sentimos confundidos y no sabemos dónde estamos ubicados, ni que curso fijar para seguir avanzando, en ese momento necesitamos los faros. Me refiero a los principios o leyes naturales. Representan supuestos básicos que simplemente aceptamos o rechazamos, como por ejemplo que 1 más 1 son 2 en matemática. Estamos en nuestro derecho a rechazarlo, pero entonces habrá que inventar otra matemática.

EL CAMBIO PERMANENTE. “AQUELLOS QUE NO AMAN EL CAMBIO NO SON, EN VERDAD, VISITANTES DE LA TIERRA”.  Richard Bach.  O sea, el cambio es el único constante en nuestras vidas. En nuestra vida experimentamos un constante cambio. En la medida que aprendamos seremos capaces de crear bienestar y calidad de vida para nosotros mismos y los demás. Ejemplo  cuando nos mudamos o cambiamos de trabajo, cuando muere un familiar o amigo. Las consecuencias pueden ser muy destructivas. Todos conocemos de personas que se suicidan por un divorcio o por negocios fracasados caen en una depresión prolongada y pueden llegar a cometer un acto de suicidio. Un individuo que se quiere y se respeta debe de tener la capacidad para recuperarse con mayor seguridad que una insegura porque ve la salida con aspectos positiva de la nueva situación. Algunas personas exageran “mientras más pobre soy más cerca de Dios estoy”. Tampoco sirve porque también crea una vida de extremos. Por un lado, minimizan la importancia de las necesidades materiales y físicas incluyendo las sexuales, reprimiendo la vida terrenal, y por el otro se dedican exclusivamente a la dimensión espiritual.

“LA LEY DEL EQUILIBRIO SEGÚN LA ANTIGUA SABIDURÍA HINDÚ”

SABER QUE TENEMOS DERECHOS NO SIGNIFICA QUE DEBEMOS APLICARLOS SIEMPRE. DECIR, POR EJEMPLO. “no me importa” en cualquier momento, sería un egoísmo extremo, POR ESO, COMO EGOÍSTAS RESPONSABLES MANEJAREMOS NUESTROS DERECHOS CON RESPONSABILIDAD,  tomando en cuenta a los demás y las circunstancias. 

TODO ESTA CONECTADO CON TODO. Según la teoría integral o sistémica” o “ecológica” el ser humano es un compuesto de varios elementos o dimensiones. La física, la emocional, la mental, la social y la espiritual. Todas estas están interconectadas e influyen entre sí de una manera continua y recíproca.  Todas estas están interconectadas e influyen entre sí de una manera continua y recíproca. Por ejemplo nuestro estado físico influye sobre nuestro estado emocional y viceversa, cuando tenemos gripe nos sentimos deprimido o cuando estamos deprimido por cierto tiempo, nuestra defensa inmunológica se debilita y podemos contraer una gripe u otra enfermedad. De igual modo durante la gripe nuestros pensamientos tienden a ser negativos.
Por otro lado, cuando pensamos positivamente nos sentimos alegres y nuestra resistencia física se fortalece. Para terminar de comprendernos hay que incluir las influencias del clima y de las radiaciones cósmicas y telúricas sobre el individuo. A veces sentimos influencia hasta de la luna sobre tu estado de ánimo.” Todo está conectado con todo”. Nos ayuda entender que cada organismo es un sistema propio, pero al mismo tiempo es una parte de otro sistema más grande, desde el micro hasta el macrocosmos, desde el mundo subatómico hasta todas las constelaciones estelares.

VIVIR ES UN ARTE.  Existen dos tipos de equilibrio el mecánico y el orgánico. El equilibrio mecánico es estático, es decir no se mueve,  cuando los dos platillos de una balanza se ubican en el mismo nivel. El equilibrio orgánico es totalmente diferente. Se mueve constantemente, como el equilibrista del circo caminando sobre la cuerda, para mantener el balance y poder avanzar  el equilibrista se mueve de un lado para otro, porque si se queda parado sin moverse rápidamente cae de la cuerda.
O sea si la cuerda se mueve el equilibrista también. La cuerda se mueve simboliza la vida cambiante y el equilibrista moviéndose de un lado a otro representa al ser humano tratando de adaptarse a los cambios. Mientras más alto es la autoestima somos más libres para mantener el equilibrio a pesar de los cambios externos. ¿Te das cuenta de que vivir es un arte? Para vivir en bienestar tenemos que ser no solamente equilibristas, ¡sino malabaristas también¡

EL NIÑO INTERIOR,  “EL NIÑO ES EL PADRE DEL HOMBRE” ANÓNIMO. Ese faro indica que toda la vida cargamos por dentro al niño o la niña que fuimos una vez. El “niño interior” psicológico es responsable de gran parte de nuestros patrones de conducta y reacciones asociados con la vida emocional. Al contactar y comprender  a nuestro niño interior y al permitirle que se exprese, logramos sanar los daños emocionales de la infancia y aprenderemos a querernos más a nosotros mismos.
El paradigma del “niño interior” utiliza el término “esencia” que quiere decir lo más interno, lo natural lo verdadero o lo genuino. La esencia humana se manifiesta en todas las denominadas características del niño sano, que son curiosidad, vulnerabilidad, sinceridad, coraje y una gran capacidad para amar. Como veremos más adelante, la mayoría de los seres humanos tenemos una autoestima lesionada, a pesar de las buenas intenciones de nuestros padres y educadores. Durante la infancia, nuestra esencia se vio forzada a esconderse y fue reemplazada por una personalidad  falsa, pero socialmente aceptada.

SINO ME CONOZCO, NO PUEDO AMAR.  PARA SER TU MISMO, NECESITAS TU SER. SOEREN KIERKEGAARD . LA CONCLUSIÓN QUE PODEMOS SACAR DE TODOS LOS FAROS ANTERIORES ES QUE HAY DOS PALABRAS PARA PRACTICAR EL ARTE DEL VIVIR Y GENERAR BIENESTAR. AUTO CONOCIMIENTO Y AUTOESTIMA.

La primera quiere decir conocerse asimismo y la segunda amarse asimismo. Pero fíjate, la segunda depende de la primera. La autoestima es una consecuencia de autoconocimiento, porque ¿a quién vas amar si no te conoces? Pero yo me conozco y yo me quiero, dirás y la mayoría de las persona opinan lo mismo. Bueno, vamos a ver. Intenta responder las siguientes preguntas  ¿cómo sé si estoy espiritualmente equilibrado? Cuáles son mis necesidades emocionales? ¿Y cómo se si estoy espiritualmente equibrado?.
Según Moller a la crianza y educación tradicional debemos las limitaciones de nuestro desarrollo personal y felicidad, pues no obligaron a renunciar a la libertad de ser auténticos. El malestar colectivo es un reflejo del malestar individual. La insatisfacción de no ser uno mismo por falta de amor propio. Luego somos todos de una forma u otra, responsables de la precaria situación que vive actualmente la humanidad. Al asumir esta verdad descubrimos las opciones para crear un mundo mejor. A partir de sugerencias y ejemplos concretos y prácticos, aprenderemos cómo reconquistar la libertad perdida y cómo no repetir con nuestros hijos los errores cometidos en el pasado.  

GERMÁN SALTRÓN NEGRETTI RESPONSABLE DEL BLOG, ESPERA QUE ESTE TRABAJO SEA UNA GUÍA PARA COMPRENDER A LOS SERES HUMANOS, Y DE ESA FORMA TENER UNA MEJOR SOCIEDAD DONDE CONVIVIR.



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